El conflicto que puede generarse con la aprobación de los números de Laporta
La asamblea de este sábado decidirá sobre una cuestión que ha movilizado a la oposición azulgrana
BarcelonaLa oposición no estaba tan unida desde el voto de censura a Josep Maria Bartomeu del 2020. Ahora el objetivo es más modesto, pero los distintos aspirantes a candidatos a las próximas elecciones y los grupos de opinión del entorno del Barça vuelven a remar con un mismo propósito: que la asamblea de compromisarios de este sábado (10 h / Barça One) no apruebe las cuentas del ejercicio 2023-2024 porque el auditor del club, Grant Thornton, considera que las pérdidas son superiores a los 91 millones de euros anunciados por Joan Laporta debido a los impagos en Barça Vision. Pero ¿qué pasaría si finalmente los números se aprobaran, como es recurrente en la historia azulgrana?
"El Barça podría continuar su vida normal con la excepción del auditor", explica al ARA el financiero David Valero Carreras. "Lo que ocurre es que todo el mundo sabe que hay una pérdida latente que muy probablemente en algún momento se materializará. Si hubiera un cambio en los gestores del club se generaría un conflicto importante porque la nueva junta no querría cogerlo con una pérdida latente de 100 o 200 millones y dirían que está mal contabilizado por parte de la junta anterior", añade.
De hecho, Valero Carreras señala que no hace falta ir muy lejos para encontrar un precedente. La junta de Laporta, cuando entró en la primavera del 2021, llevó a cabo una devaluación contable de cinco jugadores de la plantilla del primer equipo masculino (Matheus, Coutinho, Neto, Pjanic y Umtiti) que sirvió para computar como pérdidas la amortización pendiente, cifrada en 141 millones, con la intención de limpiar parte de la herencia negativa de Josep Maria Bartomeu. Esta decisión ha ido estrangulando el fair play económico del Barça en la Liga hasta el día de hoy, cuando Dani Olmo e Íñigo Martínez están inscritos gracias a las lesiones de larga duración de Christensen y Araujo, respectivamente.
La ventaja del Barça
"En la práctica, en una empresa normal y corriente, tener unas cuentas auditadas con una excepción de esta magnitud podría comportar que, por ejemplo, las entidades bancarias te limitaran las líneas de crédito, que directamente no te concedieran crédito o que dudaran de tu solvencia y entonces te subieran los tipos de interés. Podría tener unas consecuencias limitantes de acceso a financiación", expone a este diario otro financiero conocedor de los números azulgranas. "Esta falta de credibilidad también podría afectar a la relación del club con acreedores, proveedores y todo el mundo que tenga que tener una relación comercial", añade.
De todas formas apunta que, en el Barça y casi en cualquier club de fútbol, "hay mucha más tolerancia y margen" que en una empresa normal porque los proveedores, pese a que la fotografía fija no sea solvente a 30 de junio, "saben que aquí dinero entra siempre, que es una maquinaria que no para de generar ingresos de forma recurrente".
¿Qué implicaría reformular las cuentas?
Esta pregunta no se ha respondido de forma extensa a pesar de la gran cantidad de horas mediáticas dedicadas al asunto. La única mención que se ha hecho a este aspecto fue en el manifiesto firmado por las posibles candidaturas de Víctor Font y Joan Camprubí y los grupos de opinión. El punto 3 habla de una "inexistencia de riesgo" para el club en caso de que no se aprueben las cuentas. "La reformulación no tendrá impacto en el límite salarial (para realizar fichajes, en su caso, en el mercado de enero de 2025) porque la Liga no aceptó el beneficio [los 208 millones de Barça Vision]; ni tampoco tendrá impacto en la tesorería porque el club ha aceptado que no percibirá los pagos pendientes [de Barça Vision]", se explica.
Los expertos en auditorías consultados por el ARA exponen que la reformulación de las cuentas no tendría ninguna consecuencia negativa relevante para el Barça porque la junta de Laporta simplemente debería llevar a cabo esta acción y volver a presentar unos nuevos números más adelante que volverían a ser votados sin que ello detuviera operaciones de la entidad. Pero puntualizan que "podría ocurrir que el club tuviera acordado por contrato con algún acreedor que debe presentar cuentas auditadas y aprobadas en un plazo determinado y que debido a la reformulación lo incumpla". Por este motivo, consideran que sería deseable que la fecha de la votación de las nuevas cuentas fuera lo antes posible.
La argumentación de Laporta
El auditor del club y la oposición a Laporta consideran que las pérdidas del ejercicio 2023-2024 son superiores a los 91 millones computados por la junta, pero la entidad azulgrana asegura haber obrado de forma correcta. "Los auditores no han modificado el balance con esta excepción. Han dicho que, como lo de las nuevas tecnologías es tan novedoso, es imposible cuantificarlo", dijo al respecto Laporta en una entrevista en Barça One. "Los auditores no nos dicen en cuánto debe devaluarse el valor de esta empresa [Barça Vision] porque saben que es una mina de oro. Son conscientes de que son unos activos que a medio plazo pueden dar mucho dinero a la entidad", dijo. El club tiene previsto que en diciembre entre un nuevo inversor en Barça Vision.