Cruzada del Barça para evitar ir a Montjuic

El club recupera la idea inicial de no moverse del Camp Nou durante las obras de remodelación

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Vista aérea del Estadio Olímpico Lluís Companys.

BarcelonaA las puertas del referéndum sobre el Espai Barça, donde los socios tienen que ratificar la decisión de la asamblea y autorizar a la junta directiva a buscar financiación por valor de 1.500 millones para sacar adelante la reforma del Camp Nou, el equipo de trabajo que se encarga de preparar las obras está ultimando los detalles del proyecto antes de poner las grúas en el estadio. La previsión, si nada falla –empezando por recibir el visto bueno de los socios–, es que durante el primer trimestre del 2022 se firme el acuerdo de financiación y que en verano, justo cuando acabe la Liga, empiecen los trabajos. Pero hay una cosa que no les cuadra del todo: irse del Camp Nou de manera temporal. Los responsables del proyecto no acaban de ver con buenos ojos la alternativa de ir a Montjuic y están moviendo cielo y tierra para evitarlo. Creen que la solución ideal es la de compaginar los partidos y la remodelación, y por este motivo se está buscando un plan alternativo al que, hace unos días, anunció el mismo Barça.

Durante la presentación del referéndum telemático, la junta directiva de Joan Laporta quiso poner las cartas sobre la mesa y explicar a los socios que se tendría que jugar un año lejos del Camp Nou. Una medida que permitiría trabajar en el interior del estadio sin la presión que supone compaginar los trabajos con el fútbol. Parecía una opción lógica que, más allá de evitar molestias, también permitía acelerar la reforma e, incluso, abaratar el precio final. Pero una vez exploradas las opciones con detenimiento, el equipo de trabajo del Espai Barça ha vuelto a recuperar la idea de quedarse en el Camp Nou. Un tira y afloja que está generando un gran debate interno, tanto en la comisión de la reforma como la directiva.

El coste de reparar Montjuic

Tal como explicaba el ARA hace unos días, jugar en Montjuic no saldría gratis. Se tendrían que hacer reformas en el terreno de juego, en los vestuarios y en el sistema de iluminación, además de instalar gradas suplementarias. Habría que ampliar el aforo, pero sobre todo sería necesario adaptarse a las exigencias de la Liga, la Federación y la UEFA para acoger partidos oficiales. Lo que no se esperaban en el Barça era que el coste fuera tan elevado. Según asegura una voz autorizada del club, la cifra final se eleva hasta los 40 millones. “No es solo lo que cuesta, también es lo que dejas de ingresar”, añade. Por lo tanto, la balanza vuelve a inclinarse por quedarse en el estadio azulgrana. “Estamos trabajando, nos falta encontrar la solución”. La decisión todavía no está tomada del todo, puesto que se tiene que acabar de ratificar en la junta directiva, pero en la comisión de trabajo están convencidos de que es la mejor opción de todas.

En realidad, ya hacía meses que se desconfiaba de la posibilidad de jugar en el Estadi Lluís Companys. En parte por las obras que había que hacer y en parte porque había sido durante unos años la casa del Espanyol, el gran rival en la ciudad. Sin ningún otro estadio con capacidad suficiente en Barcelona, el Barça había explorado otras vías, como la de ir al Johan Cruyff (Sant Joan Despí), pero se descartó rápidamente porque, si se ampliara el aforo, los accesos no están en condiciones de absorber el volumen de tránsito que se generaría en un partido del primer equipo. Incluso alguien se atrevió a poner sobre la mesa el estadio del Espanyol. “Solo viendo la cara que puso Jan [Laporta], nos quedó claro que no era una opción viable”, explican desde el club, con un punto de ironía. “Ya no hay más alternativas. Es o Camp Nou o Montjuic. Y poniéndolo todo en la balanza, es mucho mejor seguir en el Camp Nou”, rematan. Una decisión que, si se confirma, también será aplaudida por el vestuario, que se oponía a cambiar de campo para poder mantener las mismas dimensiones del terreno de juego y el mismo tipo de césped.

Independientemente de si se van o no, en el club admiten que hay “mucha prisa” por empezar las obras de remodelación, al menos en el Camp Nou. La intención es, en vez de pedir una licencia total para todo el estadio, ir solicitando pequeñas licencias para actuar en los diferentes puntos a reformar. En el Barça dan por hecho que en verano ya se pondrán mano a la obra.

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