Desesperada y solitaria petición en Hansi Flick

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El nuevo entrenador del Barça, Hansi Flick, en la Ciudad Deportiva Joan Gamper.

Un problema grave que tiene Cataluña es la sobreabundancia de premios, galardones y reconocimientos que nos otorgamos unos a otros día sí día también. Un gran problema, porque tanto premiado –y tanto discurso, y tanta emoción y orgullo colectivo– invita a pensar que nuestra sociedad atesora un excepcional volumen de talento, que vivimos en una nueva Babilonia fecunda en ideas, artes y ciencias .

La realidad de nuestro mundo, sin embargo, no invita a grandes euforias. En nivel de educación, renta per cápita, empleo o tasas de pobreza estamos muy lejos de ser líderes en el mundo. Hay muchísimo trabajo por hacer, y este trabajo de lustros y generaciones no lo haremos recordándonos en cada momento que somos los mejores y pulse arriba, pulse abajo. Desgraciadamente, Hansi, este no es un artículo sobre la estructura socioeconómica del país.

Hemos visto con preocupación que en los últimos días se ha publicado que Araujo y De Jong seguirán, que Araujo te encanta y los Joãos también. De Lewandowski directamente no se habla porque nadie se plantea que el cliente estrella de tu propio representante pueda salir del Barça. Claro, nos los quedamos porque todos son buenísimos, ¿no? Cruz de Sant Jordi para uno, Premio Nacional del Deporte para el otro, Englantina d'Or para el de más allá.

Cosas que debes saber

Convendría que supieras, querido Hansi, que nos hemos comido un año de fútbol nefasto. Que De Jong es el principal culpable del desastre vivido, que Lewandowski es incompatible con toda idea de juego dinámico, que João Félix no tiene ningún interés en el fútbol profesional más allá del momento de cobrar y que Araujo, por quien nos dan una morterada, es un chico de escaso talento y vigor enorme, fatal combinación.

Los héroes que hemos asistido a la 23-24, una 23-24 que ha enterrado la idea de que Xavi podía ser un buen entrenador, deberíamos poder encontrar, al menos, el consuelo de saber que nuestro sacrificio ha tenido sentido, que lo aprendido con la sangre de nuestras retinas prevendrá futuros desastres. La continuidad de las toyas antes señaladas no sólo sería una catástrofe, que lo sería, sino que además sería un insulto.

Tú todavía no nos conoces, Hansi. Queremos creer en ti, en tu plantilla y en este club damnificado, que es el único en el mundo que hace frente al gran daño que asola el mundo del deporte. Pero competir con un campeón de Europa que tiene un blog ganador y va sobrado de estrellas es imposible con los mismos ineptos del año pasado. Si caemos, que sea, al menos, con gente que no nos ha estafado hace diez minutos.

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