Barça

La difícil gestión de Ter Stegen y Szczesny

Flick ha tenido que intervenir porque el alemán, ya recuperado, no ha digerido bien quedarse en el banquillo en los últimos partidos

Marc-André ter Stegen y Wojciech Szczesny, en un entrenamiento en la ciudad deportiva del Barça
13/05/2025
4 min

BarcelonaWojciech Szczesny estaba jugando al golf con su hijo cuando le sonó el móvil. Era su representante. Le ofrecía la posibilidad de jugar en el Barça para suplir la baja por lesión de Marc-André ter Stegen. La sorpresa fue mayúscula. Estaba retirado desde el verano y disfrutaba con su familia de la jubilación en Marbella, pero el reto de volver a jugar y hacerlo en un equipo que apuntaba maneras –el proyecto de Hansi Flick acababa de empezar pero estaba haciendo un buen inicio de Liga– también lo seducía.

El portero polaco, que entonces tenía 34 años, se incorporaba al Barça diez días después de la lesión de un Ter Stegen que pasaba por el quirófano y comenzaba un largo proceso de recuperación. Sin embargo, el aterrizaje de Szczesny en Sant Joan Despí no fue sencillo. Los meses de inactividad le pasaron factura y en la Ciudad Deportiva recuerdan que, en los primeros entrenamientos, se ponían las manos en la cabeza y se preguntaban si no se habían equivocado con la incorporación. Era cuestión de tiempo. Flick confió en Iñaki Peña hasta que Tek estaba listo para competir. El debut se hizo esperar un par de meses, hasta los dieciseisavos de Copa en Barbastro. Desde entonces, lo ha jugado todo, salvo el Getafe-Barça de enero y el Valladolid-Barça del 3 de mayo, día en el que Ter Stegen, ya recuperado, volvía a ser titular.

En Dortmund, el día que Szczesny ofreció la primera y única rueda de prensa como jugador azulgrana, el portero habló de su rol en el equipo y dejaba claro, de forma elegante, que había venido para suplir a un compañero lesionado y que cuando Ter Stegen estuviera a punto, daría un paso al lado. Desde el club aseguran que las palabras del portero no eran cara a la galería. Hablaba con la mano en el corazón. Pero los problemas no vienen de su banda sino de Ter Stegen, que no está digeriendo bien quedarse sin minutos una vez recuperado.

"El problema es que Ter Stegen aún no está al 100% para competir. Puede estar médicamente recuperado, pero le falta ritmo", apunta al ARA una de las fuentes consultadas. Por eso Flick ha mantenido la confianza en Tek en los últimos partidos, empezando por la final de Copa, que se jugó al día siguiente de que el alemán –y primer capitán del Barça desde el verano– recibiera el alta médica. "No lo puso fácil. Ha hecho malas caras y se le ve enfadado en el día a día. Flick ha tenido que intervenir para gestionar la situación", sostienen fuentes del vestuario.

Ter Stegen viajó a Sevilla y, pese a no jugar, levantó la Copa conjuntamente con Ronald Araujo. En la Supercopa de enero, cuando todavía se estaba recuperando, el guardameta también se fue a Arabia Saudí y levantó la Supercopa con Araujo. En cambio, en el partido de vuelta de semifinales en Milán, Ter Stegen decidió no acompañar a la expedición alegando que no estaba inscrito para la Champions. Su ausencia contrastaba con Kounde, que sí viajó pese a estar lesionado.

Flick interviene para evitar que el conflicto con Ter Stegen se le escape de las manos

Consciente de que la situación podía escaparle de sus manos, y para evitar un debate que solo podía hacer que traerle problemas, Flick dejó claro en una comparecencia que Szczesny jugaría la final de Copa, las eliminatorias decisivas de la Champions y el clásico de Liga. Ahora bien, dejaba abierta la posibilidad de que Ter Stegen recuperara la titularidad en los últimos partidos de competición. Con la victoria ante el Madrid y la Liga a la vuelta de la esquina, no sería de extrañar que el portero de Mönchengladbach saliera de inicio en el derbi en el RCDE Stadium. Sobre todo, si el Madrid pincha el miércoles y los azulgranas son ya campeones matemáticamente.

Szczesny, que encajó tres goles pero tuvo algunos buenos parones en el clásico, no podía contener las lágrimas una vez el árbitro pitaba el final del partido. El gesto sorprendió a todo el mundo, también a sus compañeros, porque contrastaba con la imagen que tenían de él, como si fuera ajeno a cualquier presión. El gesto se interpretó en clave de despedida, ya que Tek termina el contrato en verano. Sin embargo, el club le ha abierto la puerta para que siga jugando de azulgrana.

"Es una situación muy inusual. La intención inicial era venir un año y después volver a jugar al golf. No sé qué haré, lo decidiré en las próximas semanas; de momento estoy disfrutando del día a día", decía Szczesny en declaraciones a Canal+ Polonia. El Barça le ha propuesto un contrato de dos años en el formato 1+1. La duda es qué rol tendría: si sería suplente durante toda la temporada, si jugaría una competición como la Copa o si tendría opciones reales de competir por el puesto con Ter Stegen.

Si finalmente Tek se queda, el club tendría al polaco y al alemán como dos porteros del primer equipo y buscaría una salida para Iñaki Peña. Un guardameta que, gracias a las buenas actuaciones de esta temporada, se ha revalorizado. De esta forma, el tercer portero sería Diego Kochen, el estadounidense de 19 años que juega en el filial azulgrana desde el 2019 y que en la Ciudad Deportiva señalan como un candidato firme a ser titular del primer equipo en un futuro no muy lejano.

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