El encargo más difícil de Joan Laporta

Barcelona"Más valor con menos inversión". Es la difícil fórmula que el Barça busca implantar para intentar conseguir que sus secciones polideportivas profesionales sigan siendo competitivas con un coste mucho más bajo. El club está acentuando una política de contención económica, rebajando significativamente las inversiones realizadas respecto a la media histórica de los últimos años de deportes profesionales. "Cuando el presidente te pide que hagas algo, no puedes decirle que no", reconoce.

Las secciones han aumentado los ingresos con nuevas estrategias para generar recursos, pero el dolor de cabeza que complica su rompecabezas es que sus números, que son deficitarios, computan para el fair play económico de la Liga de fútbol. "La Liga nos exigió una reducción determinada, no exagerada, en la parte de las secciones", dice Laporta. "Las secciones tienen un impacto en el fair play, si el Barça no las tuviera, cada año podría hacer un gasto de 100 millones por un jugador, pero si el Barça es más que un club lo es también por sus secciones", explicó Enric Masip, asesor presidencial, en La portería (Beteve). La herencia envenenada de la junta de Josep Maria Bartomeu, que apostó por un gasto insostenible, ha complicado el futuro de los cuatro equipos que conviven en el Palau Blaugrana.

La sección de baloncesto lleva dos temporadas sin ganar nada. Pese a los graves problemas de lesiones, el Barça no pudo fichar los refuerzos que quería Joan Peñarroya, lo que condenó al equipo a acabar la temporada justo de efectivos. Sin margen salarial por realizar incorporaciones contrastadas, el club apostó por Raul Neto. "Tuvimos muy mala suerte. Acumuló dos lesiones musculares distintas en poco tiempo", reconoce el técnico. Después, la entidad acabó descartando el fichaje de Thomas Heurtel cuando ya había llegado a un acuerdo con el base que hizo enfadar a los aficionados.

El presupuesto en sueldos del Barça fue de 31,5 millones de euros. Después de dos temporadas muy malas y con un escenario económico que no permite grandes inversiones, la sección de baloncesto necesita reinventarse. El gran problema es que el club no puede competir con los grandes presupuestos europeos, pero tampoco puede imitar la estrategia que implementó en el fútbol cuando las limitaciones de caja sirvieron para acentuar la apuesta por los jugadores jóvenes. Las salidas de Kasparas Jakucionis, Dame Sarr, Mathieu Grujicic y Raúl Villar cierran la puerta a cualquier transición.

Mientras reestructura el cuerpo técnico y espera la decisión de Àlex Abrines, el Barça se ha reforzado con Myles Cale y Juani Marcos para una temporada en la que empezará a celebrar su 100 aniversario. El club quiere que los siguientes en llegar sean Tornike Shengeila y Will Clyburn. El dinero ingresado con la inesperada salida de Jabari Parker se diversificará en más de un jugador. "No es una noticia agradable, pero nos permitirá liberar demasiado salarial. Con esta salida podremos reforzar al equipo en varias posiciones de cara a un año que será durísimo", analiza Joan Carles Navarro. Justin Anderson y Youssoupha Fall tampoco continuarán en el vestuario.

Nace un nuevo ciclo

La sección de balonmano vivirá una transformación aún mayor. "La valoración de la temporada es positiva. Estamos satisfechos y contentos después de un año durísimo. Teníamos un desafío al principio de la temporada. Han hecho muy buen trabajo porque es muy difícil que con tantos jugadores que se marchan puedan estar conectados", dice Joan Marín, el coordinador de la sección.

El nuevo equipo de la temporada 2025-26 tendrá que hacer frente a diez bajas y contará con muchas caras nuevas. "Tendremos un buen equipo. Más joven, con ganas, aportaremos aire fresco. Todo tiene un proceso y hay cosas que se acaban. Tenemos que renovarnos. Creo que no vamos a perder calidad y vamos a tener un gran equipo", asegura Marín, que mantiene la confianza en Carlos Ortega. Ludovic Fàbregas, Djordje Cikusa, Viktor Hallgrímsom, Seif Elderaam, Dani Fernández, Ian Barrufet y Òscar Grau son algunas de las nuevas incorporaciones de un equipo que esta temporada ha gastado 7,3 millones de euros en sueldos.

La sección de fútbol sala es una de las que sufrirá más cambios. Javi Rodríguez, una leyenda de la máxima confianza de Joan Laporta, ocupará el banquillo de Tino Pérez con el encargo de repensar a un equipo que ya ha dicho adiós a Sergio Lozano, Dyego Zuffo y Khalid. El conjunto azulgrana, que gastó 4,4 millones de euros en sueldos, se quedó sin levantar ningún título por primera vez desde la temporada 2016-17. João Victor, Pol Pacheco y Luciano Gauna son los primeros refuerzos de un Barça que también necesita reinventarse.

Ricard Ares será el nuevo entrenador del Barça de hockey patines para las tres próximas temporadas. "Es un sueño y vengo con muchas ganas. Soy muy ambicioso y quiero trabajar para representar los valores del club al máximo, que es intentar conquistar todos los títulos en los que participamos", dice el técnico, que sustituirá a David Cáceres acompañado por Moi Escudero. Marc Torra se incorpora a la estructura como nuevo secretario técnico de la sección. El ex jugador hará de nexo entre la plantilla y el cuerpo técnico y reforzará el trabajo del mánager deportivo, Gaby Cairo. "Tengo mucha ilusión de que el Barça vuelva a estar entre los mejores en Europa, que luche y gane todos los títulos. Para hacerlo posible, hay que trabajar y trabajar mucho", asegura Torra. El equipo ha gastado 2,2 millones de euros en fichas.