El desbarajuste tras el sidral con Heurtel: "El fichaje no se puede hacer"
El principal grupo de animación del Palau Blaugrana critica la gestión de los últimos meses
BarcelonaEl Barça de baloncesto se ha acostumbrado a los giros de guión. Cuando todo el mundo daba por hecha la continuidad de Sarunas Jasikevicius, el club se enfadó con las exigencias de última hora de su representante, Igor Crespo, y sentó a Roger Grimau en el banquillo local del Palau Blaugrana. Lo mismo ocurrió con el fichaje de Mario Hezonja, que decidió continuar en el Real Madrid después de que el Barça diera marcha atrás en su idea de ficharle. El último caso, el de Thomas Heurtel viajando con su familia desde China hasta Barcelona, es el más sorprendente de todos, puesto que el base había llegado a hablar directamente con el entrenador y tenía cita para pasar la revisión médica .
"Cuando estaba a punto de coger el avión, el Barça me dijo que la operación no podía hacerse. «Ha llamado Cubells y el fichaje no se puede hacer», me dijeron. Por la repercusión social del caso", explica David Carro, representante de Heurtel. El agente es muy crítico con el papel del directivo del Barça responsable de la sección de baloncesto, quien no le contestó los mensajes durante un día de máxima tensión. "Si la gente supiera los fichajes que hubieran podido llegar y que no se han salido adelante, se pondría las manos en la cabeza", dice.
Heurtel había pactado las condiciones económicas, el dorsal –el 3– e incluso su rol en el esquema de juego de Joan Peñarroya. El club, que ya le había preguntado por sus preferencias a la hora de buscar casa, había llegado a hablar con uno de los grupos de animación, los Dracs 1991, para rebajar la animadversión de un sector culé que no le perdona que miente para negociar con el Madrid cuando todavía era jugador del Barça. Toni Valle, alma mater del grupo, emitió un comunicado para criticar la actual gestión de la sección. "Hay que unificar la decisión con el entrenador, el cuerpo técnico, la dirección deportiva, el presidente de la sección y el resto para que todas las partes compartan objetivo y para no dar la imagen de desbarajuste que últimamente se vive en la sección", opina.
Sin dinero para hacer fichajes contrastados, el Barça apostó por Raul Neto por sustituir a Nico Laprovittola. "Tuvimos muy mala suerte. Se lesionó hace un año y medio, pero cuando le fichamos estaba jugando en Brasil. Acumuló dos lesiones musculares distintas con poco tiempo. Estamos tristes por el jugador, y para nosotros es un trasiego. Después de la baja de Laprovittola, necesitamos incorporar a un jugador para oxigenar al equipo. La secretaría técnica está trabajando", reconoce Peñarroya, que daba por hecho que este director de juego sería Thomas Heurtel.
Después de conseguir la victoria contra el París Basketball, a Peñarroya le preguntaron por la no llegada de Heurtel. "Solo me importa lo que ocurre sobre la pista. Hoy ha sido un día difícil para todos en el club, y creo que no es el momento de hacerme esta pregunta a mí", replicó el técnico.
"Se ha tomado una decisión al más alto nivel en la que no están de acuerdo ni la dirección deportiva ni el entrenador. Hemos trabajado para revertir la situación, pero no ha habido manera. Y sabe mal sobre todo porque nos aseguraron que no deberíamos volver a vivir una situación similar, y porque el señor Cubells dijo que el fichaje estaba garantizado y que él respondía por el presidente. es el responsable de esa situación", acusa Carro.
Una cúpula clara
Las decisiones del Barça de baloncesto se toman entre cuatro personas; Josep Cubells, Juan Carlos Navarro, Mario Hernández y el entrenador, que esta temporada es Joan Peñarroya. Joan Laporta, presidente del club, está informado pero tiene confianza en su organigrama y delega la mayoría de decisiones. "No quiere meterse", dicen fuentes del club. El papel de Audie Norris, embajador del club que habitualmente viaja con el equipo, es consultivo.
Desde que Jasikevicius no está, el Barça de baloncesto no encuentra su personalidad, y el equipo, que este domingo juega contra el Joventut en el Palau Blaugrana, ha perdido un escalón competitivo. Los aficionados no entienden algunas de las últimas decisiones, como cuando el club rescindió los contratos de Cory Higgins y Nikola Mirotic y tuvieron que pagarles gran parte del salario que tenían pactados.