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¿Qué puede enseñar Lewandowski en Lamine Yamal fuera del césped?

El polaco, referencia por los jóvenes del vestuario, es uno de los pocos futbolistas del Barça que tienen estudios superiores

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Robert Lewandowski y Lamine Yamal, conversando durante un partido esta temporada

BarcelonaCuando el Barça fichó a Robert Lewandowski, incorporaba algo más que un simple especialista del gol. El veterano delantero polaco, que acumula 631 tantos entre clubs y selección, es un espejo para los más jóvenes, que ven en él un ejemplo de liderazgo, ambición y profesionalidad. Unos valores que le convierten en una pieza fundamental para Xavi Hernández tanto dentro como fuera del césped. El no saludo a Lamine Yamal, una acción viralizada en las redes sociales a las que ambos jugadores han quitado hierro esta semana, no deja de ser una simple anécdota. Y es que es habitual ver al polaco asesorando estrechamente a los más jóvenes de la plantilla, tanto durante los entrenamientos como en los partidos.

La ascendencia de Lewandowski va más allá de lo que demuestra sobre el césped. De hecho, es uno de los pocos jugadores de la primera plantilla del Barça que ha finalizado estudios superiores. En 2017, después de casi una década compaginando el fútbol con las responsabilidades académicas, se graduó en educación física y deporte. En 2020, cuando ya tenía buena parte de su carrera futbolística hecha, decidió dar un paso más y sacarse un máster por la School of Education in Sport de Varsovia, presentando como tesis final un recorrido por su trayectoria en los campos de fútbol .

Uno de los mejores delanteros del mundo, pese a tener el bolsillo de títulos y de dinero lleno, quiso ir un paso más allá. El delantero demostraba así la importancia que le da a la formación académica, un factor clave en la vida de no sólo el 99,8% de los futbolistas que nunca llegan a la élite, sino también por el 0,2% de privilegiados que pueden llegar a saborearla. Lo confirman estudios como el de la consultora Schips Finanz, quien aseguraba que el 50% de los futbolistas de las principales ligas europeas se arruinaba pocos años después de colgar las botas.

Lewandowski dedicó parte de su tiempo libre a formarse. Una apuesta que no comparten otros compañeros de vestuario, que prefieren dedicar sus horas muertas a casa, durante los viajes y las concentraciones a jugar a videojuegos –FIFA y Mario Kart son dos clásicos en la mayoría de vestuarios– o ver series y películas en una tableta. Sólo una minoría, como Oriol Romeu optan por llevarse libros. “Cultivarte como persona te convierte en mejor futbolista. Cuantas más cosas descubres, más te das cuenta de lo que te falta por conocer y más tiempo quieres pasar intentando entenderlo”, explicó el centrocampista en una conversación con el AHORA. El de Ulldecona no ha seguido ninguna carrera en una Universidad, pero, en cambio, ha cursado un máster de director deportivo.

“Siempre me han dicho que debemos tener estudios. Ahora el fútbol es muy importante, pero poco a poco sé que tengo que sacarme una carrera”, aseguraba Sergi Roberto en el 2010, tras aprobar la selectividad. El actual primer capitán del Barça, que estudiando la ESO tenía permiso para salir de clase una hora antes para ir a entrenar en taxi, cursó administración y dirección de empresas en el Institut Químic de Sarrià. Ésta, de hecho, es una de las temáticas más comunes en el vestuario azulgrana. Siguieron el mismo camino Ter Stegen, a través de diferentes cursos sobre administración de negocios, y Marcos Alonso, que dejó sus estudios a medias cuando se marchó a Inglaterra. Joules Koundé e Ilkay Gündogan aún los abandonaron antes: aprobaron el bachillerato y la selectividad, pero después prefirieron centrarse en sus carreras futbolísticas, que apenas comenzaban en el Girondins de Burdeos y en el Nuremberg, respectivamente.

Las ciencias de la actividad física y el deporte, la opción más escogida

Las ciencias de la actividad física y el deporte son la otra opción más elegida. Empezando por Lewandowski y siguiendo por Fermín López (20 años), que este año ha retomado el grado universitario después de hacer un paréntesis la pasada temporada, cuando se marchó cedido al Linares. Solo se salta las clases cuando tiene partido, como el día de Son Moix, donde marcó su primer gol. Al día siguiente, volvió al aula en la Universidad Ramon Llull. Ambos jugadores cedidos al Girona, Eric García (22) y Pablo Torre (20), viven situaciones similares. Ambos cursaron el bachillerato online a distancia. El primero, además, se apuntó a un grado superior de deporte con la intención de poder ser entrenador en el futuro. De hecho, ya se ha sacado el título de primer nivel técnico, al igual que Ferran Torres.

La predisposición hacia los estudios no es demasiado habitual entre los jóvenes con los que comparte vestuario en el primer equipo. Gavi (19) finalizó la ESO, pero sólo por la insistencia del club y de su familia acabó matriculándose en un grado medio en deporte, estudios que todavía no ha finalizado. Es el mismo caso que Balde (20), a quienes también tuvieron que perseguir para que se formara el ámbito académico. Tras terminar la secundaria no quiso hacer bachillerato y apuntarse a un ciclo formativo, a distancia, como entrenador de fútbol. Ahora, desde el club siguen de cerca la formación de Yamal (16). "Es muy difícil compaginar la dinámica del primer equipo con el curso escolar, pero el otro día le decía a Lamine que uno de sus objetivos debe ser aprobar y superar cuarto de ESO", explicó hace pocos días a RAC1 un Bojan Krkic, que desde la secretaría técnica ha empezado a ayudar a los más jóvenes de la plantilla, cedidos incluidos. Él sabe, como pocos, lo importante que es cuidar y guiar a los jóvenes en su proceso de aprendizaje y madurez, tanto futbolística como académicamente, hacia la élite.

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