¿Por qué la escapada al lavabo de Lamine Yamal es "inusual" en el fútbol?
El joven futbolista fue víctima de una indisposición en un momento inoportuno, pero esto es mucho más habitual en los deportes de fondo
LlevoDurante el Barça-Porto saltó la sorpresa en la tribuna de prensa de Do Dragão. Hacía poco que se había superado el minuto 70 de partido cuando Lamine Yamal se marchó hacia el túnel de vestuarios. Los diversos periodistas desplazados a Oporto intercambiaban miradas y se hacían preguntas buscando unas explicaciones que llegarían poco después del pitido final. La hipótesis compartida por el grueso de enviados especiales para cubrir el partido la confirmaría el propio Xavi: la joven perla azulgrana tuvo "una indisposición".
"Se encontraba un poco mal. Me lo había comentado y aprovechamos cuando hubo un parón en el partido para que fuera al baño. Tenía dolor de estómago", dijo el técnico. La secuencia fue la siguiente. En el minuto 71, el propio Lamine Yamal envió voluntariamente un balón fuera después de que un jugador del Oporto se sentara en el suelo y reclamara atención médica. Esto cortó una posibilidad de salir al contragolpe, algo que algunos compañeros como Sergi Roberto, Ferran y Cancelo le recriminaron antes de que se marchara corriendo al vestuario a satisfacer sus necesidades. Hacía rato que lo necesitaba. El equipo estuvo casi 10 minutos con uno menos. Lamine Yamal estaba tardando tanto en salir del servicio que el fisioterapeuta Carlos Nogueira tuvo que ir a preguntarle qué ocurría. Entonces Nogueira regresó y pidió el cambio.
Desde el vestuario mantienen que a Lamine Yamal le cogió dolor de vientre y que su indisposición no tuvo nada que ver con pasar nervios o vivir una situación de estrés. "Antes del partido se encontraba bien. Luego le dolió la barriga y tuvo que ir al baño. Nada más. Luego ya se volvía a encontrar bien", dicen al ARA. Ésta es la misma versión que explica el entorno del jugador.
Lo que le ocurrió a Lamine Yamal "no es habitual en el fútbol"
No es la primera vez que un futbolista profesional debe abandonar un partido para satisfacer sus necesidades fisiológicas. En el curso 2017-18, Sergio Ramos dejó al Madrid con diez durante unos minutos contra el Eibar en Ipurua. Le ocurrió en un momento similar al de Lamine Yamal: en el minuto 75, aunque pudo seguir jugando. Zidane, entonces entrenador de los blancos, explicó sin pelos a la lengua que Ramos "se había cagado un poco". El propio futbolista hizo befa en las redes, diciendo que había oído "la llamada de la naturaleza". Con el reglamento en la mano, mientras se avise al árbitro, no pasa nada por ausentarse unos minutos para ir al baño.
La sorpresa –y, también el componente cómico– que implica que un futbolista de primer nivel vaya a abandonar un partido por una indisposición es porque no es habitual. "Hay que diferenciar entre los deportes de equipo y los de fondo, como los maratones o el ciclismo. En el fútbol tienes pequeños descansos. En cambio, en los deportes de resistencia la intensidad es mantenida en el tiempo y es mucho más habitual que se presenten problemas de tipo digestivo, como dolores abdominales, diarreas, náuseas o vómitos", explica David Domínguez, especialista en medicina del deporte y medicina interna en el CAR de Sant Cugat y en los hospitales Clínic y Sant Joan de Déu.
"Esto ocurre porque la sangre va, mayoritariamente, al área musculoesquelética y, en consecuencia, esto afecta a la irrigación gastrointestinal. Además, cuando se hace deporte, se suelen suplir los gastos de energía con la alimentación. En concreto , con carbohidratos de absorción rápida. Esto son azúcares y, especialmente la fructosa, hay deportistas que no les toleran adecuadamente. Pueden llegar a provocar una diarrea explosiva", añade Domínguez, que insiste en que es muy "poco probable que esto ocurra en fútbol, porque tras realizar un esfuerzo viene un descanso y los órganos son capaces de recuperarse". Durante la media parte de los partidos, a menudo los futbolistas ingieren este tipo de azúcares, con geles o bebidas.
También existen las causas "más comunes, como las infecciones, ya sean gastroenteritis víricas o bacterianas", así como las "intoxicaciones alimentarias" que, en este caso, "no avisan". Domínguez, que entre 2015 y 2021 trabajó en los servicios médicos del Barça –en concreto con el fútbol femenino, el fútbol base y el balonmano–, menciona que también hay que tener presente si el deportista en cuestión "tiene algún problema gastrointestinal de base que pueda acentuarse en algún momento".
En cuanto al factor mental, el especialista resuelve que los nervios pueden influir en este tipo de indisposiciones, pero concreta que los deportistas de élite están muy preparados para gestionarlos. Desde el vestuario del Barça niegan que la corredera en los servicios de Lamine Yamal tuviera nada que ver con los nervios.