Barça

El Espai Barça avanza a cámara lenta

Las obras previstas para este verano todavía no han empezado y no serán de gran magnitud

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El Camp Nou antes de un partido de Champions durante la pandemia.

BarcelonaEl Barça y el Ayuntamiento de Barcelona celebraron ahora hace un mes, con el presidente Joan Laporta y la alcaldesa Ada Colau al frente, un acto para anunciar que habían llegado a un acuerdo para que el club azulgrana pueda empezar a hacer las obras del Espai Barça. Pero, a la licencia por tramos que entonces el consistorio y el club celebraron públicamente, todavía le faltaba el trámite de la firma de la secretaria del Ayuntamiento. Según ha podido saber el ARA, esta firma ahora ya se ha hecho efectiva. Gracias a esto y al nuevo préstamo puente de 90 millones de euros que facilitará Goldman Sachs, la entidad catalana, en principio, podrá hacer algunos trabajos durante este verano.

Pero, en ningún caso, serán de la magnitud prevista inicialmente, y a estas alturas nadie ha empezado a mover las máquinas a pesar de que ya hace una semana y media que ha finalizado la temporada oficial en el Camp Nou. No haber conseguido la financiación de hasta 1.500 millones de euros –por la que la directiva trabaja desde que se aprobó en referéndum en diciembre del 2021– se ha convertido en una piedra en el zapato de grandes dimensiones. Son responsables de ello, en parte, la grave situación económica del Barça, que lleva dos años de retraso respecto a los plazos establecidos para devolver el primer préstamo puente de 90 millones de euros de Goldman Sachs por el Espacio Barça, y también la invasión rusa en Ucrania, que ha provocado un incremento en el precio de los materiales y que, de rebote, las entidades financieras sean menos atrevidas a la hora de prestar dinero. Dos factores que no están favoreciendo para nada.

Además, el Barça no dispone de la licencia de obras definitiva. El club todavía no ha presentado al Ayuntamiento el proyecto final del Espai Barça con las significativas modificaciones que ha llevado a cabo la junta de Joan Laporta, que durante este proceso ha dado mucha importancia a la empresa española IDOM. Y, según los expertos consultados, una vez que el club azulgrana entregue toda la documentación al Ayuntamiento para que pueda ser estudiada, pueden pasar hasta seis meses antes de que el Barça obtenga una respuesta. En el horizonte esperan las elecciones municipales del 28 de mayo del 2023, un acontecimiento que durante los meses previos y los posteriores (sobre todo si hay cambio de gobierno) acostumbra a estancar los trámites de licencias de obras grandes. Por este motivo, la junta de Laporta tiene prisa para terminarlo todo, o se arriesga a que se atrase un año adicional el grueso de la remodelación del Camp Nou.

En todo caso, los trabajos que están previstos para este verano serán de adecuación de algunos espacios de la primera y la segunda gradas (motivo por el cual el Barça ha ido vaciando su almacén principal, situado en el lateral del Camp Nou), y mejoras en la infraestructura tecnológica y alrededor del estadio. Si todo va según las últimas previsiones, las obras importantes, como la demolición de la tercera grada, no se harían hasta el curso 2023-2024, cuando el Barça iría a jugar a Montjuic, al Estadi Olímpic Lluís Companys.

El césped se volverá a cambiar

Por otro lado, como ya sucedió el verano pasado, una vez ha finalizado el curso se están disputando pachangas en el Camp Nou con los socios del club como protagonistas. Este tipo de acontecimientos se suelen celebrar solo cuando el Barça tiene previsto cambiar el césped del estadio, como así será. Fuentes del club han explicado al ARA que por segundo verano consecutivo se sustituirá el terreno de juego. El césped que se desplantará no será recordado por ninguna noche de gloria del primer equipo masculino. En cambio, sí que quedará en la memoria como el que acogió los dos récords mundiales de asistencia en un partido de fútbol femenino.

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