La invasión rusa abre todavía más interrogantes sobre el Espai Barça
El coste de los materiales ha subido, las empresas constructoras pueden incrementar los precios y los bancos son más reticentes a la hora de financiar proyectos
BarcelonaEl Espai Barça ha dado muchos sobresaltos a los socios y seguidores del club, sobre todo por los continuados retrasos a la hora de sacar adelante el proyecto. De hecho, según las previsiones iniciales de la junta de Josep Maria Bartomeu, el Camp Nou ya debería lucir su remodelada imagen desde hace meses. En el referéndum del 2014 la fecha que se fijó para tener acabadas las obras fue el 2021.
Desde su llegada al palco, la directiva de Joan Laporta está rehaciendo intensamente el diseño del Espai Barça, y la intención es empezar a modernizar el feudo culé a partir de este verano gracias a los 1.500 millones de euros de financiación que aprobó la masa social en el segundo referéndum del proyecto. Pero esta semana Laporta ha hecho unas declaraciones que han vuelto a generar dudas. “La guerra de Ucrania puede afectar al Espai Barça. El precio de los materiales ha subido un 25% y también han subido los tipos de interés. Esto puede alterar el calendario de las obras”, explicó en una entrevista a Mundo Deportivo. La previsión es acabar los trabajos en 2025.
El ARA ha preguntado a fuentes de la junta directiva si tienen datos de cuánto se puede encarecer el Espai Barça a consecuencia de la invasión rusa y la respuesta ha sido que no. Por otro lado, un experto en el sector de la construcción de recintos deportivos de primer nivel dice que “ha habido un incremento del IPC en toda Europa debido a la guerra y esto ha provocado una subida del precio de los materiales, pero de momento no lo suficiente para paralizar ninguna obra ni en países como Alemania, donde se están encareciendo más los precios por la proximidad con Ucrania”. El ejemplo más cercano que tiene el Barça es la remodelación del Santiago Bernabéu, que ya está en el tramo final. Fuentes conocedoras del proyecto del equipo blanco aseguran que el conflicto “no le ha afectado”.
Las constructoras y los bancos, condicionados por la guerra
Uno de los problemas que tiene el Barça es que todavía no le han dado la licencia de obras, y esto comporta que no haya podido adjudicar el proyecto a ninguna constructora. En este aspecto, la invasión rusa podría suponer una traba económica para el club azulgrana. “Las constructoras pueden utilizar la guerra para encarecer el precio”, sentencia la misma fuente.
Además, economistas consultados por el ARA consideran el Barça también puede tener problemas a la hora de cerrar la financiación de 1.500 millones vehiculada por Goldman Sachs, una negociación que principalmente había llevado el ya ex director general Ferran Reverter hasta que dimitió a principios de febrero. “Los bancos están aprovisionando dinero debido a la guerra. Por lo tanto, uno que quizás estaba predispuesto a dejar 400 millones ahora difícilmente lo hará hasta que no acabe el conflicto”, considera un economista. “Ahora mismo los contratistas no te pueden garantizar un precio fijo porque no se quieren pillar los dedos. Y sin precio garantizado no creo que se pueda cerrar una financiación a 30 años”, dice otra fuente conocedora del proyecto azulgrana.
La licencia de obras no llegará a corto plazo
La licencia de obras definitiva que tiene que otorgar el Ayuntamiento de Barcelona al Barça no llegará a corto plazo, según diferentes fuentes consultadas. Pero esto no quiere decir que este verano la maquinaria no pueda empezar a hacer trabajos en el Camp Nou. De hecho, como ya explicó el ARA, el club está vaciando el almacén principal, ubicado en el lateral, para facilitar las obras. El Barça probablemente conseguirá pronto la licencia de demolición, independiente de la licencia general. Esto permitirá, por ejemplo, seguir con las obras de las mochilas de las dos porterías, que quedaron paradas en 2019 debido a los problemas estructurales que se encontraron.
Mientras tanto, la licencia definitiva tardará más en llegar porque el Ayuntamiento tendrá que dar el visto bueno a la intensa remodelación del proyecto que está haciendo la junta de Laporta. En el horizonte hay una fecha que todavía es muy lejana y da margen, pero que podría retrasar el Espai Barça si entonces el club no tiene todos los permisos: mayo del 2023, cuando se celebrarán las elecciones municipales en Barcelona. “En un periodo de elecciones la maquinaria del Ayuntamiento se retrasa bastante”, explica una fuente de la junta de Bartomeu, que convivió con las del 2015 y las del 2019.