Esprint final para la venta de Frenkie de Jong
El Barça quiere que el traspaso del neerlandés al Manchester United genere más de 100 millones de euros entre fijos, variables y salario ahorrado
BarcelonaPara poderse plantear operaciones de mercado, sean grandes –Robert Lewandowski– o más modestas –Marcos Alonso o César Azpilicueta–, el Barça necesita generar fair play financiero. Siguiendo la estricta normativa de la Liga en control económico, el agujero no se arregla solo activando palancas como la que servirá para cerrar el actual ejercicio (21/22) con beneficios. Las pérdidas acumuladas en los últimos cursos –con la depreciación de futbolistas hecha por la actual directiva en el cierre 20/21 incluida– y la sobredimensión salarial del primer equipo obligan a Joan Laporta y Mateu Alemany a tomar más decisiones que les permitan reforzar el primer equipo para que sea más competitivo.
En este sentido, la operación de traspaso de Frenkie de Jong es absolutamente imprescindible. Aunque el Barça restituya los fondos propios negativos durante este verano activando más palancas económicas (BLM o más televisión), el área deportiva seguirá necesitando espacio salarial para inscribir nuevos futbolistas en la plantilla de Xavi Hernández. El único matiz será que si lo hace con el patrimonio restablecido, podrá dedicar la misma cantidad que libere previamente (la norma 1/1). Desde el estallido de la pandemia hasta ahora, y como no ha tenido suficientes ingresos para compensar su agujero económico, ha tenido que ahorrar por valor de entre el doble y el cuádruple de lo que quería dar de alta. Un vía crucis, vaya.
Es en esta necesidad imperiosa donde se enmarca el interés del Barça por vender a De Jong, un futbolista con mercado que no es tan imprescindible en los planes de los técnicos. No al nivel de Pedri González, por ejemplo. Y todavía menos cobrando casi 20 millones de euros al año, unos gajes que no cuadran con el paradigma de prudencia salarial que empezó a instaurar el ex director general azulgrana Ferran Reverter y que tanto Laporta como Alemany quieren continuar aplicando. El ARA ha podido confirmar que la operación para traspasar al centrocampista neerlandés al Manchester United ha entrado en el tramo final. Incluso no se descarta que el acuerdo definitivo se produzca antes de este jueves, 30 de junio, día en que se cierra el ejercicio económico. Aun así, esta no es la prioridad del club, puesto que las cuentas pasarán a verde gracias a la venta del 10% de los ingresos televisivos durante 25 años al fondo de inversión Sixth Street, que también colabora con el Real Madrid de Florentino Pérez.
Pendientes de Dembélé
"Estamos cerca de cerrar la operación, pero será un milagro si lo hacemos en dos días", admiten desde el Camp Nou sobre De Jong a este diario. El Barça y el United hace días que negocian los términos del traspaso. En un principio, el club azulgrana pretendía llegar a los 100 millones entre fijos y variables, pero ha aflojado la posición y se conformará con una cantidad inferior, entre los 85 y los 90 en total. Eso sí, pone la condición de superar los 100 millones sumando el sueldo que dejará de pagar a un jugador que a partir de julio pasaba a percibir más de 19 kilos brutos por temporada. Este cambio de postura afectará al fair play generado: si la idea inicial era llegar hasta los 60 millones entre la plusvalía y el salario evitado, ahora la cifra podría bajar hasta los 50-55. En todo caso, el club seguro que ingresará, solo en fijo por traspaso, una suma superior a la que queda por amortizar de De Jong (60 millones antes de este 30 de junio).
Mientras Barça y United tratan de cerrar un acuerdo beneficioso para las dos partes, el jugador continúa dudando. Por un lado, siente que le están moviendo la silla desde hace semanas y esto le pica para marchar y demostrar que abrirle la puerta era un error. Pero, por otro, tiene la vida montada en Barcelona –se acaba de comprar una casa en Pedralbes– y se ve capaz de triunfar en el Camp Nou. También se ve habilitado para hacer un buen papel como azulgrana Ousmane Dembélé. El contrato del francés vence este jueves y tanto Xavi como el área deportiva del Barça lo presionan para que acepte de una vez la oferta de renovación que hace tiempo que tiene sobre la mesa. Él querría hacerlo, pero su representante de cabecera, Moussa Sissoko, lo disuade a la espera de obtener una propuesta económica mejor para sus intereses. Mientras tanto, posibles destinos del Mosquito van cayendo de la subasta ficticia que hay para ficharlo. En Alemania, Bayern ha desmentido cualquier interés. En Francia, tres cuartos de lo mismo con el París Saint-Germain. Y el tiempo se acaba.