Barça

Un excargo de confianza de Bartomeu reclama 1,8 millones al Barça

William T. Mannarelli cree que el club está detrás de una "campaña de desprestigio y difamación" en su contra

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Bill Mannarelli a la derecha de Josep Maria Bartomeu.

BarcelonaNada más llegar a la presidencia del Barça tras las elecciones de marzo del 2021, Joan Laporta empezó a reestructurar varias áreas del club para colocar a gente de su confianza. Entre los primeros departamentos que vivieron una importante sacudida interna hubo el Espacio Barça, liderado durante más de cinco años por William T. Mannarelli, un arquitecto estadounidense fichado por la directiva de Josep Maria Bartomeu. Mannarelli fue despedido el 10 de mayo, dos meses y tres días después del paso por las urnas.

"En virtud de los hechos que usted conoce a raíz de las conversaciones mantenidas durante las últimas semanas, así como del análisis de los resultados y la valoración de su puesto de trabajo y área que dirige, nos vemos en la necesidad de resolver su contrato por la pérdida de confianza en su gestión", decía la carta que firmó el hasta entonces director de patrimonio de la institución azulgrana, que cobró, entre indemnización y finiquito, 434.000 euros brutos. En el acuerdo transaccional firmado por ambas partes, el Barça reconoció la improcedencia del despido de Mannarelli, que sería sustituido por Ramón Ramírez al frente del Espai Barça. Incómodo con el cambio de condiciones en el tender para adjudicar las obras del Camp Nou, Ramírez plegó durante la temporada 2022-23 y fue reemplazado por Àlex Barbany, que también ha abandonado el proyecto recientemente.

Tras este preámbulo necesario, la novedad relacionada con una de las sillas más calientes del Barça: Mannarelli ha demandado al Barça por tutela del derecho al honor, a la intimidad ya la propia imagen. El extrabajador entiende que, pese a que se reconoció la improcedencia de su despido, la entidad puso en marcha "una campaña de desprestigio y difamación" en su contra y dijo que fue removido a causa de "irregularidades". Para justificar su posición, el arquitecto acompaña a una serie de artículos periodísticos (todos ellos publicados en torno al despido) de hasta 11 medios escritos, entre ellos el ARA, en los que se informaba del derroche de recursos que el Barça estaba detectando en el Espai Barça y del troceamiento de facturas vinculadas a este departamento para driblar al comité de adjudicaciones del club.

Laporta y Reverter hablaron de troceamiento y descontrol

"El modus operandi en la gestión [de Bartomeu] se saltaba los controles internos y de la asamblea. Se fraccionaban facturas con el Barçagate y también en el Espai Barça. Hay determinados proveedores y consultores que troceaban facturas para que no pasaran los controles", explicaría más tarde, en una rueda de prensa celebrada el 16 de agosto del 2021, el presidente Laporta, que confirmó ante un micro las sospechas publicadas semanas antes por los medios. "El Espai Barça estaba mal dimensionado tanto en tiempo como en coste. Nos hemos gastado 119 millones y sólo hemos hecho un 5% de las obras", manifestaría más adelante el entonces CEO Ferran Reverter sobre la gestión del proyecto patrimonial más importante de la historia de la entidad. "No había protocolo para dar de alta los proveedores. Y esto genera muchos costes. Si tienes muchos proveedores, es difícil que haya control [...] Hay casos con I3Ventures (Barçagate) y con el Espai Barça", añadiría en la misma aparición.

Laporta hablando del troceamiento de facturas.

Más de dos años después de su despido, Mannarelli, que tras salir del Barça trabajó en el proyecto The Line en Arabia Saudita durante un año, cree que las informaciones del 2021 sobre su paso por el club catalán son objeto de un "demérito" que le ha afectado en términos de "calificación, retribución en el mercado y oportunidades de contratación". En la demanda, incluso pone ejemplos concretos de procesos de selección en los que se ha visto descartado debido a lo que su defensa define como "mala prensa". También deja muy claro que la toma de decisiones en el Espai Barça no recaía sólo en él, sino en una comisión que formaban más personas, incluidos el presidente Bartomeu y el directivo responsable, Jordi Moix. Por todo ello, el extrabajador reclama al club una indemnización por daños y perjuicios de 1,8 millones de euros, una cantidad resultante de multiplicar por cinco su salario anual. También pide 10.000 euros adicionales a cada uno de los medios afectados por el procedimiento.

La demanda ya está admitida a trámite. "Contestaremos a ella. Nos oponemos porque no hemos cometido ninguna infracción de las que se nos acusa", apuntan fuentes oficiales del Barça a consulta de este periódico.

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