Barça

La fe barcelonista de Marc Casadó, contada a través de una noche de locura

Pese a las urgencias del Barça y al interés de equipos europeos, el mediocentro mantiene el objetivo de continuar su carrera como azulgrana

Marc Casadó celebrando la Liga en Canaletes.
29/08/2025
4 min

BarcelonaLa semana en la que el Barça de Hansi Flick asustó a Europa, goleando al Real Madrid en el Bernabéu y al Bayern de Múnic en Montjuïc, lo hizo con Marc Casadó como motor del equipo. El mediocentro de Sant Pere de Vilamajor, jugando con el corazón en la mano, rápidamente se convirtió en un icono del barcelonismo. Pero la realidad es que, sólo unos meses antes, cuando le derramaban las lágrimas tras perder con el Barça Atlètic la final del play-off de ascenso a Segunda, su futuro como azulgrana no estaba nada claro. Flick, que se le había estudiado en vídeos, desde la distancia, le dio una oportunidad en la pretemporada y lo salvó de una salida.

Este verano, mientras planeaban rumores de una posible venta para cuadrar las cuentas del club, Flick volvió a intervenir: le dio la titularidad al Ciutat de València. Fue la respuesta del técnico a los rumores sobre una salida que la dirección no vería con malos ojos si la oferta fuera de 30 millones o más. Aunque un año antes Casadó se planteaba continuar la carrera fuera del club de su vida, con la etapa del filial ya cerrada, la opción de un traspaso ha vuelto a rodearlo este verano. Con el mercado abierto, Casadó reconoció a su entorno más cercano que esta temporada le costaría mucho tener minutos. A la consolidada pareja que forman Frenkie de Jong y Pedri se le ha sumado una gran versión de Gavi. Y pronto volverá Marc Bernal.

La situación del club obliga a escuchar todas las ofertas que lleguen, como ocurre con Fermín López y el Chelsea, tal y como explicó el ARA. Varios equipos europeos han preguntado también por la situación de Casadó, que de entrada sólo piensa en vestir los colores azulgranas. "Si hay alguna posibilidad de jugar, se quedará a toda costa", aseguran desde su entorno, conscientes de la kilometrada que ha tenido que recorrer hasta llegar a formar parte de la plantilla del primer equipo. Su caso no es como los de Lamine Yamal o Pau Cubarsí, instalados en la élite en edad adolescente. Él ha tenido que quemar las etapas de los futbolistas que no explotan tan temprano. Hará 22 años el 14 de septiembre.

Descrito como "un culé de pies a cabeza" por aquellos que más le conocen –aseguran lo mismo de su familia– Casadó ha ido ganándose la simpatía de la afición. Una de las noches más especiales que vivió, curiosamente, fue sin el balón en los pies. Después de que el Barça ganara la Liga en Cornellà, Casadó fue a celebrarlo en Canaletes como un seguidor más. Tiene la fotografía fijada en su cuenta de Instagram. Es la primera que se ve al entrar. Y en parte, es ese sentimiento el que le mantiene con la convicción de seguir en Barcelona, ​​aunque él mismo sea consciente de que será difícil ganarse los minutos.

El sentimiento culé le ha heredado de familia. Pocas personas lo saben mejor que Quim Vergés, miembro de la Peña Barcelonista Vilamajor. Es habitual ver a los padres de Marc siguiendo los partidos en el local y durante la etapa en el fútbol base también iba el propio futbolista. "Hemos vivido su temporada con un orgullo enorme. A diferencia del año anterior, que fue más gris, este año ha sido increíble. Estamos orgullosos de que sea de aquí. Nos da mucha temple", explica Quim. En la celebración del título de Liga en Montjuïc acabó ondeando una bandera azulgrana con su madre en el césped.

Un astro más de la galaxia Mendes

Flick envió mensaje poniéndolo como titular contra el Levante. No fue la mejor actuación del vallesano, que fue sustituido en el descanso con Marcus Rashford. El año pasado, Casadó era la escoba de un equipo voraz a la hora de presionar. En estos primeros partidos, con falta de rodaje, al Barça le está costando encontrar la misma energía para recuperar el balón, sobre todo en la delantera, un aspecto que de rebote también afecta a las actuaciones de Casadó.

Ahora, instalado ya en el primer equipo, ha desvanecido las dudas que tenían algunas personas del club. "Había quien creía que no tenía nivel suficiente para llegar, porque como pívot se requiere una pulcritud extrema. Siempre ha cumplido, también como lateral. Es un jugador comprometido, muy trabajador y un 10 como persona, de aquellos que solo suman", explica una de las personas que le ha visto crecer. El brazalete siempre le ha llevado cosido al brazo. En el filial era uno de los encargados de ayudar a los recién llegados. Lo sabe bien Gerard Martín, al que acompañó cuando aterrizó del Cornellà.

Ésta ha sido una temporada de cambios para Casadó. No sólo se ha independizado, sino que también ha cambiado de representante. Ha confiado la gestión de su carrera a Jorge Mendes. En concreto, en su oficina en Barcelona, ​​que tiene en cartera a Alejandro Balde, Ansu Fati, el prometedor Guille Fernández y la joya de la corona, Lamine Yamal. Aunque las urgencias económicas del club sólo permiten colgar el cartel de intransferibles a pocos jugadores, Casadó siempre ha estado dispuesto a luchar por un puesto en la plantilla.

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