Barça - Athletic Club de Liga

Un héroe de sólo 17 años da el mordisco al Real Madrid

Marc Guiu marca el gol del triunfo del Barça ante el Athletic (1-0) y los de Xavi se sitúan a un punto de los blancos antes del clásico

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Marc Guiu celebra su gol ante el Athletic Club

BarcelonaEl fútbol es generador de emociones maravillosas. Una sola acción, veloz, puede cambiarte el pulso en cuestión de segundos. Marc Guiu, delantero del filial de solo 17 años, puso la piel de gallina en un Estadi de Montjuïc casi dormido hasta la entrada de ese chaval que todavía tiene ficha de juvenil. En su debut, después de 10 años en la cantera, la clavó en el fondo de la red en el primer balón que tocó tras un gran pase de João Félix. Tan sólo pasaron 34 segundos desde que el delantero de Santa María de Palautordera saltó al césped y desató la emoción.

La afición derecha, premio para Xavi –por confiar en ello– y mordisco al Real Madrid, tras el empate de los blancos el sábado ante el Sevilla. Triunfo (1-0) muy sudado del Barça ante un Athletic Club vestido de blanco en el regreso de Ernesto Valverde a Montjuïc, donde había dirigido al Espanyol. En una semana está el clásico, con los de Carlo Ancelotti a tan sólo un punto. Con el permiso del Girona, el liderazgo podría volver a teñirse de azulgrana.

Los tres puntos son un gran botín para un Barça que empezó el partido con chispa, pero que chocó contra un señor equipo. Sin Lewandowski, que ultima su recuperación para poder disputar unos minutos en el clásico, la línea de ataque del Barça empezó el partido siendo líquida. Fluida. Aunque se fue apagando con el paso de los minutos. João Félix partía como falso nueve y Ferran Torres quería ser una carcoma traviesa por la banda derecha. Así llegó la primera ocasión azulgrana, con un pase zanja del tiburón en el corazón del área que Félix remató de forma exquisita, pero en el larguero. Antes, el mayor de los hermanos Williams, Iñaki, había puesto a prueba a Ter Stegen con un disparo blando. No fue el único intento del delantero del conjunto bilbaíno, que hizo lucir en más de una ocasión al guardameta alemán.

Xavi recuperó de inicio la fórmula de los cuatro centrocampistas ubicando a la izquierda a Fermín López, lo que permitió a Balde volver a ser Balde: subidas por la banda, no oyendo, sino apareciendo. Así es cuanto más destaca el joven lateral. En la base del centro del campo, un fin estilista como Gündogan ayudaba a Romeu en la construcción, mientras que Gavi hacía de interior con permiso –y la clara instrucción, como Fermín– para sumarse a la delantera. El de Los Palacios es un animal competitivo, pero todavía tiene un deber pendiente de corregir: no confundir la intensidad con fregar los límites. En sólo diez partidos de Liga ya ha visto cuatro tarjetas amarillas. Los árbitros, además, ya le tienen prisa su matrícula. Conviene recordar que Gavi viste de azulgrana y no de blanco.

Iñigo Martínez hace un gran partido contra su ex equipo

Pese a las bajas que sacuden la corta plantilla de Xavi, el técnico presentó un once de garantías para recibir al Athletic, uno de los huesos más duros de roer del campeonato por su intensidad. Pero entre Cancelo y Gündogan no acababan de salir adelante, de esquivar la alta presión de los bilbaínos. Christensen e Iñigo Martínez, titular contra el que fue su equipo en las últimas cinco temporadas y media, optaron por exhibir buen pie con desplazamientos en largo. El central de Ondarroa completó un buen partido en apenas su segunda titularidad como azulgrana.

Fue un duelo muy incómodo para la defensa azulgrana, que tuvo que lidiar contra los veloces hermanos Williams, el talentoso Sancet y un punta luchador como Guruzeta. Durante el primer tiempo, el partido fue para el Barça como masticar tierra. El equipo parecía haberse animado un poco después del latigazo de Félix en el larguero, pero se llegó al descanso en pocas ocasiones, con el Athletic acabando mejor los primeros 45 minutos y con Nico rozando el gol. Los de Xavi agradecieron llegar al descanso con el 0-0 intacto en el luminoso. El técnico entró cabizbajo en el vestuario. El partido se le estaba descontrolando a su equipo. Y un nombre sonaba dentro de la cabeza de buena parte de la afición: Lamine Yamal.

Sólo Xavi sabrá qué dijo a sus jugadores, pero el equipo salió en la segunda mitad dispuesto a recuperar la chispa de los primeros minutos. Ferran tuvo una buena ocasión nada más saltar al césped, pero su recorte para sentar a Lekue –sustituto del lesionado Yuri– se topó con un atentísimo Dani García. Félix y Fermín, en una jugada que nació de una gran conducción de Cancelo, volvieron a rozar el gol. El portugués se encontró con Unai Simón, el guardameta titular de la selección española, y el centrocampista de 20 años estuvo lento para aprovechar el rechace.

La noche mágica de Marc Guiu

La sacudida llegó con la entrada de Lamine Yamal en el sitio de Oriol Romeu. El Barça volvía al 4-3-3, con un planteamiento claramente ofensivo, con Gündogan como pívot en solitario. Y la perla de 16 años tuvo la ocasión más clara hasta entonces: buena recuperación de Fermín, gran diagonal de Félix y, con todo de frente, Lamine Yamal chutó ligeramente desviado ante la presión de Lekue.

En un partido cada vez más roto, quien más lo intentaba era el Barça, impulsado por los dos Joãos, que dieron un paso adelante. Cancelo, tras una nueva jugada individual, volvió a hacer actuar a un seguro Unai Simón. A diez minutos para el final, Xavi puso toda la carne en la parrilla con la entrada de Marc Guiu, un delantero de 17 años que apenas debutaba. Y la primera pelota, cabe dentro. La Masía. Siempre La Masía.

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