Los héroes inesperados del asalto en el Santiago Bernabéu

Enviado especial a MadridHansi Flick ha definido a La Masia como "un tesoro". Son varios los artículos y reportajes publicados a lo largo del tiempo en este diario contando con la opinión y las valoraciones de entrenadores que han pasado por la cantera, como García Pimienta, Franc Artiga o Carles Martínez, así como de dos de los responsables más influyentes de los últimos años: Jordi Roura y Aureli Altimira. También de figuras que preservaron el modelo de juego que se estila en la cantera como Paco Seirul·lo y Joan Vilà y que, como una esponja, los cientos de jugadores han ido integrando en su ADN futbolístico. Formarse en La Masia es un privilegio y una responsabilidad, pero estos nombres, entre otros muchos, coinciden: "Cuando se cree, los niños de la cantera difícilmente te fallarán. Sienten los colores y lo dan todo por el escudo" .

Los éxitos de los mejores Barça siempre han ido acompañados de una alta representación de futbolistas de la casa, acompañados de fichajes de renombre, pero con una sólida base de jugadores de la casa. El contexto, las necesidades y la confianza del entrenador recae en las oportunidades de unos futbolistas muy jóvenes –cada vez más– que a menudo asumen de forma desinhibida la responsabilidad de jugar con el primer equipo. En un Barça apretado por las urgencias económicas, La Masia es un bálsamo que permite reconectar emocionalmente con la afición y que está siendo una garantía de éxito.

Con mayor o menor presencia de cantera, los últimos entrenadores han mirado hacia la casa: Ernesto Valverde vivió la efervescencia de Ansu; con Ronald Koeman Gavi empezó a enseñar que es un gran futbolista; con Xavi Hernández Balde vivió su mejor temporada, Fermín pudo demostrar que merece un puesto en el primer equipo, Lamine Yamal empezó a consolidarse y Pau Cubarsí se convirtió en titular en el eje de la defensa. La apuesta sigue firme con la llegada de Hansi Flick, una rara ancianos en el banquillo azulgrana, pero que se ha deshecho en elogios hacia La Masia desde el primer día.

La apuesta convencida de Hansi Flick por La Masia

De la palabra a los hechos. El entrenador alemán ha confiado las claves del pívot a Marc Casadó –y también a Eric Garcia, otro jugador de la casa– después de haberlo hecho antes con Marc Bernal, y no le tiembla pulso a la hora de confiar en los jugadores de la casa, bien sea en el equipo inicial, bien sea cuando ha tenido que realizar rotaciones. Y ha seguido creyendo, también en los momentos de duda, como en la derrota ante Osasuna, que no supuso ningún paso atrás en el técnico a la hora de seguir confiando en los chavales. Por un lado, por necesidad, pero también por convencimiento.

"Nos divertimos jugando al fútbol y se nota. Ya he dicho muchas veces lo que siento por La Masia. Somos un equipo especial y eso se debe en gran parte a la influencia de La Masia, que tiene un gran impacto en la Masia relación entre los jugadores; y gracias a ella, los futbolistas disfrutan jugando", expresó Flick, honesto, tras la goleada ante el Bayern del miércoles. "Siempre he dicho que estoy muy feliz de trabajar en el Barça y de vivir en Barcelona. Hemos hecho un partido fantástico; estoy muy orgulloso del equipo", dijo tras asaltar el Bernabéu.

Esta apuesta decidida por la cantera se vio plasmada en los héroes hasta hace no muy anónimos que brillaron en el correctivo ante el Real Madrid. Iñaki Peña, con cuatro paradas de mérito, vivió una redención en el Bernabéu y tapó muchas bocas. Pese a fichar al experimentado Szczęsny de urgencia, Flick ya dijo antes de jugar contra el Bayern y el Madrid que confiaría en él. Peña lleva al club desde el 2012. Llegó con 13 años. Hace un año, Pau Curbasí –en el Barça desde el 2018–, jugaba en el filial y en enero debutó ante el Unionistas y se convirtió en fijo. La continuidad de Casadó –en el club desde el 2016– corresponde a la confianza que le ha hecho Flick. Hace pocos meses era el capitán del filial. En el Bernabéu se graduó definitivamente. Suya fue la maravillosa asistencia del primer gol, que desató el arrebato.