Imposible hacerles más daño: los apuntes en caliente del Madrid-Barça

BarcelonaVictoria histórica del Barça en el primer clásico de la temporada 2024-25. Estos 90 minutos y pico pueden durar años. A continuación, unos apuntes en caliente.

De nuevo. Lewandowski va hacia los 37 años, pero tiene tiempo y condiciones para quedarse grabado en la historia del Barça como el delantero estrella que ejecutó al Madrid en el Bernabéu en una (otra) de esas noches que quieren marcar un punto de inflexión. El polaco prometió en verano que esta temporada marcaría más goles, pero pocos imaginaban que su olfato y su oficio dejarían tan en ridículo el proyecto galáctico de Florentino, desdibujado tras la retirada de Kroos y estrepitosamente goleado por su eterno rival en una noche solo comparable a las de Rijkaard en el 2005 (0-3), Guardiola en el 2009 (2-6) y Luis Enrique en el 2015 (0-4). Qué días más felices para la culerada. Es imposible ganar al Madrid haciéndole más daño. En la ruina económica, contra todo pronóstico y con La Masia (adolescentes incluidos) haciendo bailar a futbolistas millonarios en la capital de España.

Un líder en mayúsculas. Cuando más sonaba el fichaje de Iñigo Martínez, en la dirección deportiva del Barça le defendían porque consideraban que en la plantilla de entonces faltaban centrales "un poco hijos de puta" (sic). Echaban de menos defensores con cierto espíritu vintage, de aquellos que marcan territorio comiendo la oreja a los rivales –ya los compañeros– y van al límite en determinadas situaciones. El vasco llegó al veterano club y no pudo ayudar demasiado a Xavi por culpa de las lesiones. Pero con Flick no sólo ha confirmado que era un pedazo de central, sino que se ha convertido en una pieza decisiva para jugar a lo que el alemán propone. Si el equipo desespera a los rivales con el arte del fuera de juego es en gran parte culpa suya. Como manda, el káiser de Ondarroa. Una pesadilla para la delantera del Madrid.

Un Madrid cogido con pinzas. El encargo de Flick con los orsais hizo muchos estragos en el Chamartín, donde Mbappé y Vinícius quedaron varias veces inhabilitados por el riesgo bien entendido –y bien trabajado– de Iñigo y compañía. Sin embargo, en el rectángulo contrario, los blancos exhibieron una valentía con pies de barro. Quisieron ser atrevidos defendiendo a distancia de Lunin y demostraron que son un equipo muy poco compactado. La prueba, el primer gol azulgrana, en el que el delantero más lento en el espacio, Lewandowski, fue habilitado por la pésima posición de Mendy a la hora de dar el paso adelante. El francés vigilaba de cerca a Lamine Yamal, que puso la guinda a una gran noche minutos más tarde. Al igual que Cubarsí, podrá contar que ganó su primer clásico con 17 años. Tela.

Incluso Iñaki Peña lo borda. Hay que digerir y revisar noches como la de este 26 de octubre para degustar todos sus detalles. No es suficiente con los 90 minutos –la goleada se gestó en sólo 45– para asumir tanta carga futbolística y emocional. Pero sería injusto no rematar estos apuntes sin hacer mención alguna a Iñaki Peña. Cuando todo el mundo esperaba que Flick confiaría en Szczesny para la gran semana del Bayern –¿qué semana, eh?–, el entrenador mantuvo al alicantino, que si contra los bávaros hizo un notable partido, en el Bernabéu se coronó con dos paros decisivos con el marcador ajustado. La goleada también es suya.