'Tiktokers' y la reventa: el quebradero de cabeza de los jugadores del Barça cuando van a entrenar
Los futbolistas se han enganchado en varias ocasiones con jóvenes que les esperan a la salida de la Ciudad Deportiva Joan Gamper
BarcelonaLa escena ha corrido como la pólvora en las redes sociales. El central del Barça Iñigo Martínez se baja del coche y se encara con un chico: "Que sea la última vez que me dices tonto. ¿Me has oído? La última. Que sea la última vez que me insultas", le repite una y otra vez con el dedo índice levantado, en señal de amenaza. "Y a tu amigo, lo mismo. Te aviso", añade. Los hechos ocurrieron este domingo a las puertas de la Ciudad Deportiva Joan Gamper, cuando el jugador vasco salía de entrenarse. "Y no vayas de chulo porque... me cago en Dios...", le dice Martínez al chico antes de volver a su vehículo.
Iñigo saltó tras los insultos que recibió, pero no es la primera vez que los jugadores del Barça se enganchan con jóvenes que les esperan fuera de las instalaciones de Sant Joan Despí. De hecho, desde el vestuario azulgrana explican al ARA que los jugadores "están hartos", porque esto ocurre a menudo, no son hechos aislados. Defienden que si el central vasco tuvo esa reacción es porque ya le han insultado en varias ocasiones. "No fue un episodio aislado", recuerdan.
Las redes han recordado en las últimas horas otros momentos de tensión vividos por jugadores azulgranas a la salida de los entrenamientos, cuando a diario se encuentran con los mismos grupos de chicos –a menudo tiktokers– que les piden fotografías, vídeos y firmas y camisetas que después, según ha denunciado algún jugador, se venden en internet. Si consiguen algún tipo de interacción de algunos de los futbolistas, esto supone más visualizaciones a los contenidos que cuelgan en las redes. Si consiguen firmas en camisetas u otros elementos de merchandising, hay quien lo aprovecha para hacer negocio. Otros también les increpan, como en el caso de Martínez.
Una problemática que lleva años durando
Ante esta situación, son varios los jugadores que llamaron la atención a los supuestos aficionados. Lo hizo Messi cuando jugaba en el club: "¿Por qué desea siempre los mismos vídeos? Si ya ha hecho muchos vídeos. No puede estar haciendo siempre lo mismo. ¿Os parece normal?", dijo el astro argentino a unos chicos, que después le pidieron disculpas. "Sois más pesados, madre mía... Cada día aquí. No podemos parar todos los días", reaccionó más recientemente João Cancelo después de que detuvieran también su coche.
Fue el futbolista portugués quien, después de que se viralizaran las imágenes, dijo que los chicos "no son aficionados" y que solo quieren fotografías y autógrafos para ponerlos a la venta. “En primer lugar, no son aficionados. Son chavales de 20 años que están todos los días, ya sea en la puerta del centro de entrenamiento o cuando estoy con mi hija en el parque o en una simple cena con mi novia”, escribió en las redes, y remarcó que "piden pegatinas o camisetas" por "después venderlas". "Y esto se repite todos los días, y siempre por parte de las mismas personas", aseguró Cancelo.
También ha habido accidentes como robos. Poco después de aterrizar en el Barça, en agosto del 2022, Robert Lewandowski se detuvo un día a firmar autógrafos a tres aficionados y al bajar la ventanilla del coche apareció una cuarta persona que le estiró el reloj, de la marca Patek Philippe, valorado en 70.000 euros. El propio Lewandowski intentó atrapar al ladrón, pero le perdió de vista. El infractor no tenía relación con los tres aficionados que habían pedido su firma al polaco. Por último, fue detenido y el reloj, recuperado.
La seguridad del club, maniatada
Al tratarse de incidentes fuera de las instalaciones del Barça, en la vía pública, el servicio de seguridad privada del club carece de competencias para actuar. Lo único que puede hacer es estar en contacto con los cuerpos de seguridad competentes, que son la Policía Local de Sant Joan Despí y los Mossos, aunque el simple hecho de que haya aficionados callejeros esperando los coches de los futbolistas no supone ningún delito.
Para intervenir en el asunto, la entidad azulgrana explica al ARA que "se dan charlas periódicas a los jugadores para explicarles qué puede pasar si se detienen a firmar autógrafos fuera de las instalaciones del club" . Por un lado, porque se consideran "situaciones de peligro por acumulación de gente en la vía pública" y, por otro, por "no caer en posibles provocaciones, por el daño reputacional que esto puede suponer tanto para los jugadores como para el club".