Convendría recordarle a Kounde que los partidos duran 90 minutos: los apuntes en caliente del Barça-Celta

BarcelonaBalaídos siempre suele ser una plaza complicada para el Barça y más si no está Lamine Yamal. El equipo de Hansi Flick, que cerró la última jornada antes del paro por selecciones con una derrota en Anoeta, parecía estar seguro del triunfo ante el Celta, pero un final grosero de partido les condenó. A continuación, unos apuntes en caliente.

Yago Aspas tenía razón. Si bien en ese mismo diario se criticó con dureza que, en Anoeta, el videoarbitraje y la tecnología encargada de revisar los fueras de juego había fallado en la diana anulada a Lewandowski que habría supuesto adelantarse contra la Real, contra el Celta el colegiado Soto Grado perdonó su expulsión a Gerard Martín, que debería haber visto la segunda tarjeta amarilla. Quien la vio fue Yago Aspas, que protestó duro por esta acción. En cambio, en la segunda parte no le tembló el pulso para expulsar a un Marc Casadó que se equivocó desentendiéndose del balón y cogiendo por la camiseta a Ilaix Moriba cuando ya había sido amonestado previamente.

Las desconexiones de Kounde. Parece mentira que un profesional como él, campeón del mundo, y capaz de firmar grandes actuaciones -empezó sirviendo la asistencia a Raphinha-, cometa también errores tan chapuceros. Tras la expulsión de Casadó, con el Celta creyéndolo y mordiendo espoleado por su gente, el defensor francés tuvo dos errores impropios de un jugador de su categoría. En la primera, el balón salió por la línea de fondo y el gol local fue anulado. En la segunda se durmió totalmente; Alfon le manga la cartera y eso le permitió acortar distancias, y al conjunto gallego, entrar de lleno en el partido hasta conseguir empatarle. Injustificable.

Raphinha, un capitán que vuelve a marcar goles. Desde que Messi dejó vacante el brazalete de capitán, sus sucesores fueron Busquets primero, Sergi Roberto después, y esta temporada le tocaba a Ter Stegen. Dos centrocampistas y un portero. Las lesiones del alemán y de un De Jong que, pese a estar recuperado, no se ha ganado tener continuidad en el once, han hecho que el capitán sea Raphinha, uno de los futbolistas más queridos del vestuario y que, si es el cuarto capitán, es porque así lo votaron los compañeros. El brasileño está respondiendo con goles, asistencias y liderazgo. En Vigo abrió la lata y recuperó el balón, y asistió a Lewandowski en el segundo gol. Su buen partido no fue suficiente.

Gavi, un regreso agridulce. Más de un año después, Gavi volvía a jugar un partido como titular. Durante los 74 minutos que estuvo encima del terreno de juego, pese a estar todavía lejos del nivel que enamoró a los barcelonistas antes de lesionarse de gravedad en la rodilla, quiso mostrar la intensidad que le caracteriza. Abandonó el partido con el 0-2 en el marcador, antes del naufragio del Barça. Intervino en unos setenta ocasiones, tuvo una efectividad del 85% de acierto en el pase, con 46 pases acertados de 54 intentos, y ganó cinco de ocho duelos. Lástima no poder sellar su regreso al once con un triunfo.