Barça

Laporta y Qatar: de calificar el país de "dictadura islámica" a hacer negocios privados

El presidente ejecutivo del Barça visita por primera vez un país que criticó durante siete años a raíz de un patrocinio pactado por Sandro Rosell

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Joan Laporta, en una imagen de archivo

BarcelonaMientras el Barça de baloncesto entraba en combustión por la rescisión forzosa de Nikola Mirotic horas antes del primer partido de la final de la Liga Endesa, Joan Laporta se dejaba fotografiar en Qatar. Al presidente ejecutivo azulgrana le han acompañado durante esta sorprendente visita de fin de semana dos de los directivos del club con los cuales tiene más relación en el día a día. Por un lado, el responsable del fútbol femenino, Xavier Puig, que en la esfera privada tiene una relación laboral y de amistad con Laporta (comparten sede profesional en la Diagonal de Barcelona); y, por el otro, Joan Soler, directivo encargado del fútbol formativo que entró a la junta después de las elecciones de 2021 porque tenía músculo económico para poder hacer frente al aval. En precampaña, apoyó al precandidato Jordi Farré.

"Es mi primera vez a Qatar. Estoy entusiasmado de estar aquí con mi amigo Abdullah al-Attiyah. Estoy visitando la ciudad [Doha] con él. Hemos paseado por el centro comercial, que es como un palacio, y aprecio mucho su amistad", dice Laporta en un vídeo que se ha extendido en las redes sociales. Lo graba con su teléfono móvil Khalid Jassem, un periodista deportivo muy bien conectado con los poderes del país, representados en este caso concreto por Al-Attiyah, presidente del consejo de administración de Baladi Holding y hombre fuerte de una de las divisiones de negocio del grupo, Baladi Express, que quiere ser una referencia del comercio digital en el mundo árabe. Este empresario catarí asistió al palco del Camp Nou en el Barça-Mallorca hace unas semanas, tal como inmortalizó en una foto que se hizo pública. El baladi, por cierto, es un tipo de queso suave que se come en el Oriente Medio.

Ya en aquel momento, el ARA consultó a fuentes relacionadas con la negociación de patrocinios si el vínculo documentado de Laporta con Al-Attiyah tenía relación con algún acuerdo de futuro para el Barça. La respuesta fue que no había nada concreto sobre la mesa, que el interés por que el encuentro saliera a la luz dependía sobre todo de los catarís relacionados con Baladi y que es normal que la gente se haga fotos con el presidente azulgrana cuando visitan el palco del Camp Nou. Días más tarde, Laporta voló a Arabia Saudí con su ex socio Pinhas Zahavi y la reacción desde las oficinas del club fue que no había ningún acuerdo comercial en marcha con dinero saudí y que el viaje respondía a una ronda de contactos en Oriente Medio.

Este fin de semana, después de la citada (y documentada) visita del presidente y dos directivos en Qatar, este diario ha vuelto a preguntar al Barça, que ha insistido que las reuniones con los emisarios de Baladi Express y la asistencia a actos organizados por la empresa en Doha forman parte de la agenda "privada y profesional" de Laporta, Puig y Soler. La respuesta cuadra con las ausencias del directivo responsable del área comercial, Juli Guiu, y del encargado del área económica, Eduard Romeu –ahora tendrá más tiempo para dedicarle al Barça– en un viaje que, según los catarís, sirve para explorar "futuras vías de cooperación" con el club azulgrana. Sin Guiu ni Romeu parece difícil que esta "cooperación" equivalga a patrocinios. En cambio, el Barça sí que se podría beneficiar indirectamente de los acuerdos que Laporta, Puig y Soler negocien a título personal si, como avanzaron RAC1 y Culemanía, la junta está obligada a avalar seis millones de euros para evitar sanciones de la Liga para incumplir el presupuesto de las secciones.

El actual mandatario barcelonista admitió que era su primera vez en Catar. Y es verdad, porque cuando los jeques del Al-Sadd reclamaron su presencia en Doha para negociar la rescisión de Xavi Hernández, a quien había escogido para sustituir a Ronald Koeman en el banquillo del primer equipo, envió a Rafa Yuste y Mateu Alemany para hacer la gestión pertinente.

Antes de este plantón, queda la dura posición que Laporta exhibió hacia el patrocinio catarí Sports Investment (QSI) que la junta de Sandro Rosell aprobó en 2010, al poco de tomar posesión del gobierno del Barça. "¡Que nos expliquen qué pactos ocultos hay con Qatar!", denunciaba el abogado barcelonés en una entrevista a Jot Down en 2011. Más adelante, en la campaña electoral de 2015, confesó sospechas de que el acuerdo con el emirato tenía "intereses ocultos" y que no era edificante recibir dinero de una "dictadura islámica".

Finalmente en 2017 fue más allá en una entrevista al Nació Digital: "Creo que Qatar ha pagado más de lo que el Barça ha explicado. Si hay un presidente [Rosell] que en el ejercicio de su cargo es acusado de cobrar comisiones ilegales y de blanqueo de capitales, podría ser el nexo de todo esto". Una reflexión que hizo que el club, entonces presidido por Josep Maria Bartomeu, emitiera un comunicado de respuesta.

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