El negocio que hará estallar la burbuja del fútbol

BarcelonaEl nuevo Barça de Hansi Flick se ponía en marcha el 10 de julio mientras todavía se estaba disputando la Eurocopa y la Copa América. Más allá de las dudas con los jugadores pendientes de renovar, ser inscritos o fichados, el preparador no podía contar con buena parte de la plantilla, precisamente por los compromisos internacionales. Dos semanas y media después, y todavía con numerosas bajas –y algunas lesiones destacadas–, el equipo coge un avión para marchar hacia Estados Unidos para hacer la gira de pretemporada. Un negocio que terminará el 7 de agosto, después de disputar tres partidos. La expedición volverá a Barcelona, ​​el lunes 12 disputará el Gamper y el sábado 17 estará en Mestalla para el estreno oficial en Liga. Un calendario apretado que Flick, preocupado por el estado físico de sus jugadores, llena algunos días con sesiones dobles de entrenamiento.

No es un problema sólo del Barça. Los grandes clubs, los que más jugadores ceden a las selecciones, se encuentran en la misma situación. "Ya se ha visto cuántas roturas de cruzados ha habido al inicio de la temporada. Te hacen viajar a Asia y América por cuestiones de business, te hacen jugar partidos durísimos contra rivales muy fuertes en malas condiciones... y la gente acaba cayendo", se quejaba el pasado curso Pep Guardiola, entrenador de un Manchester City que en noviembre ya había sufrido más de una decena de lesiones , entre ellos Kevin de Bruyne y Erling Haaland. "Intentan aumentar el espectáculo con más partidos. Prefieren cantidad antes que calidad para ganar más dinero, y los afectados son los jugadores", añadía Carlo Ancelotti, que en su Real Madrid perdió hasta dieciséis por esas mismas fechas; entre ellos, Thibaut Courtois y Eder Militao. ~BK_SALTO_LINEA ~ Pero por mucho que los entrenadores se quejen, su voto cuenta poco. su particular Dorado para hacer cajón antes de que comience la competición oficial. El romanticismo de los años 90, cuando el Barça viajaba a la localidad neerlandesa de Papendal para realizar una larga estancia de preparación, sin jet lag ni rivales de primer nivel, ha quedado atrás. Entonces se iba de menos a más: el primer rival era prácticamente amateur y se acababa con alguno del mismo nivel. Ahora los azulgranas, salvo un primer test a puerta cerrada contra el Olot, solo tienen cuatro partidos de preparación, todos ellos contra primeras espadas. Este año tocan el Manchester City en Orlando, otro clásico frente al Real Madrid en Nueva York –se ven las caras por tercer verano consecutivo– y el Milan en Baltimore, tres ciudades de la Costa Este de Estados Unidos. Y el último, a cinco días de empezar la Liga, ante el Mónaco en el Trofeo Joan Gamper.

"Son pretemporadas diseñadas estratégicamente con estadios grandes, en lugares donde hay afición por el fútbol y mucha capacidad de vender entradas. Esta gente se puede sentir seducida por el Barça, por el Madrid o por el City. Pero, si aparte de hacerles venir los haces jugar entre ellos, el reclamo es superior. Y a más reclamo, más ingresos", admite una de las fuentes consultadas del conjunto azulgrana. En el club entienden las quejas, pero cuando llega el momento de pagar nóminas dejan de hacerle caso. A modo de ejemplo, en el Barça aún recuerdan la anécdota de cuando Jordi Alba protestó con vehemencia porque estaba obligado a viajar para disputar un amistoso en Japón. Le respondieron a los morros "Si hacemos esto es precisamente para pagar tu sueldo".

El Barça tendrá en Estados Unidos un calendario muy apretado, entre entrenamientos, partidos y, claro, actos oficiales. "Todo es en la Costa Este, donde hay menos diferencia horaria y, por tanto, menos jet lag", añaden desde el club, mirándose el vaso medio lleno. Que la expedición que viaja a la gira sea mayor de lo habitual y que los partidos tengan cambios ilimitados son algunos atenuantes que ayudan a suavizar el impacto físico de un calendario que tiene un riesgo de lesión elevadísimo.

La FIFPro, contra la saturación del calendario

Precisamente, la proximidad entre el final de la Eurocopa y la Copa América con el inicio de las ligas europeas, además de la elección unilateral de los paros de las selecciones por parte de la FIFA, han sido motivo suficiente para que la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPro) y las principales ligas europeas hayan presentado una demanda conjunta contra la FIFA.

Entre el sindicato y las ligas representan a 1.000 clubs de 33 países del continente y se quejan de la "imposición unilateral" del calendario internacional. "Está sobresaturado y es insostenible para las ligas y para la salud de los jugadores", argumentan en un comunicado conjunto, en el que añaden que la FIFA sólo se preocupa por "favorecer sus competiciones y sus intereses comerciales", y se quejan también que este organismo les ha excluido de la toma de decisiones.

En junio los sindicatos de futbolistas de Inglaterra, Francia e Italia ya iniciaron otro procedimiento judicial ante el Tribunal Comercial de Bruselas. La denuncia, a la que se añadió la Liga, considera que el calendario de partidos "vulnera el derecho de la competencia de la Unión Europea y supone un abuso de poder".