Barça

Sólo el núcleo duro de Laporta resiste

Juli Guiu se añade al numeroso grupo de directivos y ejecutivos que dejan al Barça

Joan Laporta en una imagen de archivo durante una comparecencia en el senado del Barça. ENRIC FONTCUBERTA / EFE Juli Guiu y Joan Laporta en una imagen de archivo de una comparecencia ante los medios de comunicación. QUIQUE GARCÍA / EFE
11/01/2025
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BarcelonaJoan Laporta ya se olía que Juli Guiu presentaría la dimisión. Sabía que el vicepresidente de marketing estaba muy molesto porque se le había apartado de las negociaciones con Nike. En su lugar, había dado plenos poderes a Darren Dein para que hiciese de intermediario, trabajo por el que cobró una comisión de 50 millones que mayoritariamente pagó el Barça. Guiu tenía tomada la decisión desde hacía unos días, aseguran en torno a la directiva, pero prefirió esperar a la resolución del caso Dani Olmo - Pau Víctor para dar el paso. En plena tormenta, no quería echar más leña al fuego.

La renuncia de Guiu se añade a la numerosa lista de personas que han abandonado el barco que comanda Joan Laporta desde las elecciones del 2021. A muchos se les echó, pero un grupo notable ha decidido hacer las maletas por voluntad propia. En la lista figuran tres directivos –cuatro, si se cuenta también Jaume Giró, que ni siquiera llegó a tomar posesión del cargo– y muchos ejecutivos. Algunos de primerísimo nivel, como el CEO Ferran Reverter, la directora corporativa Maribel Meléndez o el jefe del área deportiva Franc Carbó. Ninguno formaba parte del núcleo duro del presidente, del de máxima confianza, y se habían añadido a su equipo últimamente.

Juli Guiu entró en la junta del Barça de la mano de Jaume Giró

Guiu y Laporta se pusieron en contacto en el 2020, cuando el presidente azulgrana buscaba músculo empresarial y económico para su equipo. Jaume Giró ayudó a hacer de enlace, ya que conocía al empresario musical desde hacía años. El máximo dirigente del grupo Clipper's llevaba tiempo quería estar en la junta azulgrana y trató de entrar muchos años antes a través de Marc Ingla. Cuando Giró aceptó el encargo de ser el responsable económico de la candidatura Amamos al Barça, Guiu se sumó. Pero Giró no estaba cómodo con lo que veía de Laporta, ni su forma de hacer ni algunas de las personas con las que más confiaba. Decidió marcharse antes de las elecciones pero esperó a los comicios para evitar hacer ruido. No tomó posesión del cargo y se desvinculó definitivamente del club enviando a un burofax a la Liga explicando su renuncia. Sin embargo, Guiu quería continuar. "Es un gran barcelonista y su amor al club pudo más que ninguna otra cosa", asegura al ARA una persona que le conoce bien. Había caído bien en la junta y algunos, incluso, hablaban tan bien de él que le consideraban un candidato a tener en cuenta el día que Laporta diera un paso al lado. Además, era de los pocos que tenían capacidad económica para costear la campaña electoral y asumir la parte proporcional del aval de 124,7 millones que entonces se necesitaba para ser directivo.

La junta directiva de Laporta el día de la toma de posesión.

Los conocimientos empresariales en el ámbito musical de Juli Guiu fueron claves para el acuerdo entre el Barça y Spotify, sellado en el 2022. Entonces ya estuvo presente Darren Dein. De hecho, Guiu elogió la figura de Dein en algunas entrevistas, a las que consideraba una pieza "imprescindible" para un contrato de esa magnitud. La diferencia entre Spotify y Nike es que, con la marca deportiva, Guiu quedó totalmente al margen y ha acabado siendo el último directivo en marcharse por la puerta trasera. Pese a ser de su área, no intervino en la asamblea extraordinaria en la que se validaba el contrato. Según la versión oficial del club, pliega "por motivos personales". Sin hacer ruido, avisando previamente a Laporta por teléfono y en una semana que está marcada mediáticamente por el caso Olmo y la Supercopa que se juegan el domingo Real Madrid y Barça.

Jordi Llauradó y Eduard Romeu, los demás directivos que han dimitido

Después de Giró y antes de Guiu, también hizo las maletas Jordi Llauradó. Era el directivo responsable del Espai Barça y trabajó en la reformulación del proyecto de remodelación del Camp Nou. Pero no digirió nada bien que Laporta se decantara finalmente por la constructora turca Limak para el proyecto. En junio del 2023, justo cuando acababan de empezar las obras en el estadio, anunciaba su dimisión. Llauradó era también un directivo que se había añadido al equipo de Laporta en el 2020 y que tenía capacidad económica para avalar. Al igual que Eduard Romeu, que se incorporó después de las elecciones y fue clave para conseguir el aval, gracias al dinero de Audax, cuya empresa era socio entonces. Pero Romeo, encargado de la vicepresidencia económica y padre de las palancas que se utilizaron para reflotar la economía del club y fichar a jugadores, partió peras con Audax y necesitó montar su propia empresa. La imposibilidad de dedicar las horas necesarias a un club en el que no podía cobrar ningún salario hicieron que plegara velas en marzo del 2024. Fue el único que se despidió en una rueda de prensa.

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