Barça

Laporta se queda sin Eduard Romeu, el ideólogo de las "palancas"

La despedida amistosa y llena de elogios, provocada por razones profesionales, camufla sus desavenencias con la gestión del club

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Un emotivo momento entre Laporta y Romeu, durante el acto de despedida de este último

Eduard Romeu entró a formar parte de la junta directiva del Barça 24 horas antes de que tomara posesión del cargo. El empresario no había estado vinculado a la candidatura, pero fue una solución de urgencia para que el presidente Joan Laporta pudiera tomar las riendas del club, ya que necesitaba dinero para completar el aval bancario. Romeu, con el apoyo de José Elías -su socio en Audax- se convirtió en el vicepresidente económico relevante Jaume Giró, quien acababa de plegar, precisamente por discrepancias con los avales. Tres años después, Romeu también pliega velas alegando razones profesionales. Tanto él como Laporta lo anunciaron este jueves en una comparecencia conjunta que no admitió preguntas.

En un momento delicado de la economía del Barça, la salida del directivo encargado de los números suena a traumática. Para minimizar el ruido, el club ha diseñado una puesta en escena en la que lo más importante era simbolizar la unidad del equipo directivo. Era como haber abierto el manual de las buenas despedidas. En algunos momentos, parecía que en vez de un miembro de la junta se llamaba adiós a un futbolista que llevaba media vida en la entidad. Una "salida fácil" pactada entre ambas partes.

Los discursos de Laporta y Romeu se han basado en elogios, agradecimientos y emotividad. Ningún reproche ni media palabra negativa. Romeu ha hablado de "trabajo hecho" y Laporta ha recogido el guante diciendo que había sido "clave en el rescate económico del Barça". Han acabado con abrazos y besos mientras los pocos directivos que estaban en el Auditori 1899 -los más cercanos a Laporta, como Rafael Yuste, Xavi Puig, Elena Fort, Juli Guiu y Mikel Camps- se han puesto de pie para ovacionar lo que ya es su excompañero. Aunque, pese a la renuncia, Romeu seguirá vinculado al club a través de la Fundació.

"enderezar el club comportaba mucha gestión. Pero como ocurre a veces, las reglas del juego cambian a medio partido", ha dicho Romeu. El verano del 2023 se desvinculó de Audax, empresa donde era socio y donde había pactado tener una dedicación "del 200%" en el Barça. Aquí empezaron los problemas. "Llegan los recibos, las hipotecas... De algo debemos vivir". Se había visto obligado a buscar un nuevo trabajo. Una consultoría médica que, unos meses después, ha comprobado que no le permite "compaginar ambas cosas con la exigencia que requiere el Barça".

Pero había un último punto, el aval que presentó de forma mancomunada en agosto del 2023 para que el Barça pudiera inscribir a los jugadores que había fichado. Tal y como ha explicado el periodista Ferran Correas, Romeu pidió recientemente un crédito al banco, que le denegaron porque existía un riesgo. Éste fue el último detonante. Fuentes del club aseguran que, pese a su dimisión, Romeu mantendrá el aval hasta final de temporada.

Las desavenencias entre Romeu y Laporta

Sin embargo, de puertas adentro no todo el mundo compra el relato. O, al menos, pone algunos matices más allá de los elogios escenificados. Romeu, que inicialmente era un alma libre en el equipo directivo, se fue alineando con Laporta a medida que pasaban los meses y se convirtió en una persona muy próxima al presidente desde que va desvincularse de Audax. Pero esto no impidió que en muchas ocasiones hubieran tenido enganches, tal y como admiten compañeros de junta. Uno de los motivos que generaban más tirantez hacía referencia a las palancas, de la que él era ideólogo, que estaban concebidas inicialmente para compensar la falta de ingresos ordinarios y no para fichar a jugadores.

Romeu, uno de los que se opuso a firmar el acuerdo con el fondo de inversión CVC en el 2021 -que habría permitido mantener a Messi en el equipo-, vio cómo progresivamente iban plegando miembros destacados del área económica . Empezando por Ferran Reverter, que duró un año como CEO del Barça, y terminando por Maribel Meléndez, que hasta febrero fue la directora corporativa de la entidad. Sin Reverter, él debía ser el hombre fuerte y plenipotenciario en economía, pero chocaba muy a menudo con Ferran Olivé, el tesorero del club, con el que tenía grandes desavenencias sobre la gestión azulgrana. Unas tiranteces que había expresado en pequeño comité, tanto a miembros de la directiva como a personas del entorno barcelonista.

El ya exvicepresidente económico llevaba días pensando en plegar, pero se esperaba en la eliminatoria contra el Nápoles. La clasificación para los cuartos de final de la Champions daba un pequeño respiro a la tesorería, ya que ayudaba a cumplir con el presupuesto de la temporada -a la espera de los ingresos de Barça Vision-. El mismo martes, saliendo de Montjuïc, comunicó a su familia la decisión y el miércoles se lo dijo a Laporta con una visita a su domicilio.

Àngel Riudalbas, principal candidato para sustituirle

Por el momento, la vicepresidencia económica queda vacante, a la espera de la próxima reunión de junta, que se celebrará a fin de mes. Allí se aprobará oficialmente la renuncia de Eduard Romeu y se escogerá al sucesor. Todo apunta a que será otro directivo, Àngel Riudalbas i Codina, quien asumirá sus funciones. Actualmente, Codina (socio 97.495) es responsable del Barça Innovation Hub (Bihub) y asignado al proyecto de la Superliga.

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