¿Por qué Pablo Torre no juega con el Barça?
El centrocampista, que no pudo volver cedido al Racing, se está esforzando por pulir las exigencias que implica el fútbol de primer nivel
Barcelona227 minutos. Son los que ha jugado Pablo Torre con el primer equipo del Barça esta temporada. Casi los mismos que el portero suplente, Iñaki Peña. Con el fichaje del cántabro el curso pasado, el Barça ataba a un centrocampista talentoso, al que se le auguraba una gran proyección. Pese a su juventud (en abril cumplirá 20 años), maravilló como timonel del Racing de Santander, con el que consiguió el ascenso a Segunda. Torre era un fijo del equipo de sus tierras, destacaba por su visión de juego y, especialmente, por su capacidad para servir pases clave, es decir, poner en ventaja a sus compañeros en acciones ofensivas. El curso pasado marcó diez goles y sirvió once asistencias repartidas en 34 partidos de Primera RFEF, Copa Federación y la fase de ascenso. "Es un centrocampista creativo, capaz de hacer cualquier cosa: tiene último pase, es ágil, sabe proteger la pelota y moverse en espacios reducidos", explicaba al ARA Álex Martínez, scouter especializado en jugadores jóvenes.
Las características de Torre invitan a pensar en un centrocampista idóneo para ocupar la posición de interior en el modelo de juego que Xavi defiende para su Barça. Por eso, la entidad azulgrana se apresuró en contratarlo y adelantarse a otros clubes que se habían interesado en él, como el Real Madrid. De hecho, fue hace apenas un año, el 4 de marzo de 2022, cuando el club anunció públicamente que el fichaje estaba cerrado. Lo sellaron cuando todavía quedaban casi tres meses para que finalizara la temporada 2021-2022. Más tarde, el 15 de junio, Torre firmó su contrato con el Barça, que lo mantiene hasta el 30 de junio del 2026 con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros. Pero en aquel momento el club catalán aún no dio de alta la ficha del prometedor jugador de 19 años.
Tal como ya explicó el ARA, el motivo es que la junta de Joan Laporta quiso que la operación, de 5 millones de euros y que podría llegar a los 20 si se cumplen los variables, computara en el ejercicio 2022-2023. El objetivo era que no afectara a los números del curso 2021-2022, que se cerraron el 30 de junio con 98 millones de beneficios gracias a la primera palanca, la venta a Sixth Street. Esto acabaría complicando una salida en forma de cesión de Pablo Torre el verano pasado. El centrocampista consideraba agotada su etapa en el fútbol semiprofessional y, por lo tanto, prefería no jugar en el filial azulgrana, que milita en Primera Federación. Hacerse un lugar en el primer equipo era una empresa difícil –Nico González pidió salir cedido por esta misma casuística– y el cántabro veía con buenos ojos volver un año en préstamo al Racing y jugar en Segunda.
Xavi no se oponía a la cesión, pero el mencionado pacto contable entre el club de Santander y el Barça dificultaba el regreso a sus tierras. Tal como informó la prensa vinculada a la actualidad del Racing, el futbolista fue dado de baja a partir del 1 de julio, un periodo ya perteneciente al curso 2022-2023. Esto podía suponer problemas burocráticos. La normativa de la Federación Española de Fútbol es clara sobre la cuestión, puesto que el artículo 126 dice: “Los futbolistas cuya licencia se cancele no podrán, en el transcurso de la misma temporada, obtener licencia en el mismo equipo del club al que ya estuvieron vinculados”. Finalmente, Pablo Torre se acabó quedando en la dinámica del primer equipo y, a pesar de algún intento de la dirección deportiva de convencerlo de que lo mejor era acumular minutos con el filial, tan solo ha participado en dos partidos: contra el Real Murcia (90 minutos), el 24 de septiembre, y el pasado 4 de febrero, contra el Cornellà (81).
El motivo de los pocos minutos en el Barça
A pesar de los pocos minutos con los cuales está contando, desde Sant Joan Despí no se discute su talento. Los motivos públicos que ha dado Xavi son "la elevada competencia" en el centro del campo, pero, según ha podido saber el ARA, su poca presencia se explica por atributos vinculados a "la exigencia física, el ritmo y la intensidad de los partidos de primer nivel". No es que Torre rehúya los compromisos defensivos que implica el modelo de Xavi o esté fuera de forma, sino que el entrenador prefiere apostar por futbolistas más experimentados y con recurrido en el fútbol profesional como Kessie o, últimamente y fruto de las lesiones y sanciones, Sergi Roberto. En un Barça necesitado, Pedri enamoró a Ronald Koeman desde un primer momento, pero al canario también se le aconsejó ganar masa muscular. Gavi, a pesar de su juventud, lleva la exuberancia física "en el ADN", y ya cuenta con más de 50 partidos con el primer equipo.
En este aspecto, Pablo Torre tiene deberes por hacer. Desde la Ciutat Esportiva destacan al ARA que "se está esforzando". Él mismo ha compartido imágenes en las redes sociales haciendo trabajo físico. "Irá entrando", resuelven desde el cuerpo técnico. La última oportunidad de Torre fue contra el Almería. En un Barça que solo chutó una vez entre los tres palos y que fundamentó, sin éxito, su juego ofensivo en los centros, el cántabro fue de los pocos que intentó pases clave. En el vestuario tampoco se duda de su talento. En una acción a balón parado contra el conjunto andaluz que iba a servir Ferran Torres, Araujo frenó al valenciano y aconsejó que la colgara Torre. Sin Pedri, lesionado, ni Gavi, sancionado, el ex del Racing tampoco ha jugado este domingo en el triunfo contra el Valencia.