Barcelona"Es una persona invisible", explica al ARA un individuo con poder en los despachos del Barça. "Es millonario y se dedica a ser rico. Cuando entró en el Barça ya lo era, y ahora aquí se lo pasa bien. Es un tío al que se le ve muy poco, y no tiene trato con los trabajadores del club" , añade la misma fuente. Habla de Ferran Olivé (Barcelona, 1958), el tesorero del Barça y la figura de la entidad que más se acerca a la de un CEO desde que Ferran Reverter dimitió en febrero de 2022 y Joan Laporta se autodenominó presidente ejecutivo. "Seguramente, él no querría ser el CEO", puntualiza.
La salida de Reverter, precisamente, impulsó la relevancia de Olivé en el día a día del Barça. Pasó de ser el tesorero de la junta directiva a estar directamente por debajo de Laporta en la estructura ejecutiva del club. Ahora, con la dimisión del vicepresidente económico, Eduard Romeu (y la decisión de Laporta de no relevarle), sumada a la salida de la directora corporativa, Maribel Meléndez, su importancia ha dado todavía un paso más. Previamente, ya fue quien avaló junto a Laporta para inscribir jugadores en la Liga de Javier Tebas en verano de 2022 y 2023.
"Es el consejero de los temas económicos de Laporta", siguen contando desde Arístides Maillol. De hecho, desde hace tiempo Olivé, que no tenía una relación fluida con Romeu, es una de las personas del Barça que se está encargando de buscar nuevos inversores para Barça Vision, sobre todo después del impago de Libero. Además, también trabaja para que los números cuadren lo mejor posible en el fair play económico del Barça, que vivirá un nuevo episodio del rompecabezas este verano. El encargado de hacerlo antes, el director de fútbol Mateu Alemany, se marchó el año pasado.
Otra muestra de la confianza de Laporta en Olivé es su gran cantidad de cargos en las diversas sociedades que el club ha impulsado para encontrar nuevas vías de ingresos: consejero de Barça Innovation Hub (el desarrollo tecnológico del club), de Bridgeburg Invest (engloba a los activos digitales de Barça Vision) y de Locksley Invest (creada para ejecutar la venta del 25% de los derechos audiovisuales de la Liga en Sixth Street durante los próximos 25 años); consejero y vicepresidente de Barcelona Licensing & Merchandising (la venta al por menor del club), y administrador mancomunado de Sudburylane (una sociedad preparada por si el Barça decide ejecutar una nueva palanca).
Olivé, licenciado en medicina y cirugía por la Universitat Autònoma de Barcelona, entró en la junta de Laporta gracias a haber sido una de las personas que aportó avaladores para que pudieran tomar posesión del cargo tras ganar las elecciones. El barcelonés es presidente del grupo de gestión en asistencia sociosanitaria referente en salud mental Hestia Alliance, que fue vendido por unos 100 millones de euros a la multinacional alemana Median Kliniken en julio de 2023.
Manel del Río, el garante de las finanzas que tiene un inglés de primer ministro
Pero quien más ha visto cómo ha crecido su importancia en el club con las últimas salidas del aparato económico del Barça es Manel del Río, que ha pasado a ocupar el vacío que dejó Maribel Meléndez a pesar de mantener el cargo de director de finanzas. "Cuando entró en el Barça era como un doble de Maribel, pero se ha convertido en una gran sorpresa", explican de Del Río desde el club a este diario. "Está hiperformado [licenciado en negocio internacional por la Universidad de Nottingham, diplomatura de negocios en China en la Universidad de Pekín y máster de administración internacional en Esade], es elegante y tiene un inglés perfecto, típico de primer ministro inglés, utiliza los tempos exactos", añaden.
Además, desde el club se considera que Del Río es muy consciente de cuál es su trabajo y que lo hace de "forma coherente, sin prisas". También destacan que "es pragmático y carece de aspiraciones de ir ascendiendo en el poder del club". Su llegada al Barça tuvo lugar en septiembre de 2022 y, desde entonces hasta este mes de febrero, había sido el segundo de Maribel Meléndez, la ejecutiva de mayor rango. Su trabajo anterior al del Barça fue en Royal Talens, una compañía del sector de la pintura, en la que desde 2018 ejerció de director financiero.
El mejor desenlace económico a corto plazo: llegar a la final y perderla
La economía del Barça todavía está con el agua en el cuello, pero en algunos aspectos la situación ha mejorado respecto al inicio del mandato de Laporta. "Hace unos meses, cuando quedaba una semana o quince días para que los trabajadores cobraran, todavía no sabíamos si podríamos pagarles su salario. Ahora ya no sufrimos por eso", exponen desde la entidad azulgrana.
De todos modos, hay muchos frentes abiertos, y son tres los que determinarán la salud de las cuentas del club el 30 de junio: la llegada o no de nuevos inversores a Barça Vision, la venta de futbolistas y la trayectoria deportiva del equipo de Xavi. En este último sentido, fuentes del club apuntan que, para la economía del Barça a corto plazo, lo mejor sería que el equipo llegara a la final de la Champions League y la perdiera. Este hito supondría unos ingresos grandilocuentes y, además, la caja azulgrana se ahorraría las copiosas primas pactadas con los jugadores en caso de consecución del título. Si el Barça elimina el martes al París Saint-Germain, obtendrá automáticamente 12,5 millones de euros. Si es subcampeón, otros 15,5. Si es campeón, 20 más.