Así es el primer Ramadán de Lamine Yamal
El futbolista, animado por su abuela Fátima y su familia paterna, sigue la tradición musulmana durante este marzo
BarcelonaLamine Yamal celebra su primer Ramadán. Es una decisión personal del futbolista, que el próximo mes de julio cumplirá su mayoría de edad, influenciada por el respeto que tiene por sus raíces y, también, animada por su familia paterna. Especialmente por la abuela Fátima, la madre de su padre, Mounir, y que es una figura primordial para entender la infancia de Lamine Yamal en Rocafonda, el humilde barrio de Mataró que la joven estrella dio a conocer celebrando sus primeros goles dibujando con los dedos un 304, las últimas tres cifras del código postal. Allí su tío Abdul regentaba la Panadería Arábica. Ahora, en el barrio, tiene un bar temático en honor a su sobrino: Bar Familia LY 304. El local está presidido por una gran pantalla de televisión secundada por dos camisetas de Lamine Yamal enmarcadas, una del Barça y otra de la selección española.
A la joven perla le gusta volver a su barrio de vez en cuando. Ir a merendar a casa a la abuela Fátima, que sigue en Rocafonda, en un piso nuevo financiado por su nieto. Sheila, su madre, lleva muchos años sin vivir en Rocafonda, desde que se separó de Mounir, cuando Lamine Yamal era todavía muy pequeño. Tras separarse, Sheila, que trabajaba en una cadena de comida rápida en Mataró, se trasladó a Granollers. Allí siguió trabajando en un establecimiento de comida rápida, donde coincidió con la hija del coordinador del Club de Fútbol La Torreta.
En esta humilde entidad deportiva Lamine Yamal dio sus primeros pasos como futbolista. Estuvo del 2009 al 2014, cuando fichó por la cantera del Barça. Por último, la familia materna se trasladó a Barcelona y Lamine Yamal entró a vivir en La Masia. Fue una excepción que ya se había hecho, por ejemplo, con Ilaix Moriba y Alejandro Balde –en un régimen mixto–, que también procedían de entornos humildes. Son futbolistas que, a pesar de no vivir lejos de la capital catalana, se aconseja a sus familias que entren a vivir en La Masia para garantizar su descanso y nutrición.
El Ramadán de Lamine Yamal en Rocafonda
Aunque podía seguir viviendo un año más en La Masia, hasta los 18 años, Lamine Yamal se ha independizado desde principios de esta temporada. Vive muy cerca de la Ciudad Deportiva Joan Gamper, en Sant Joan Despí. A pesar de vivir solo, no es de extrañar que por el piso esté a menudo su primo Moha –el hijo mayor de Abdul– o su amigo Sohaib. Ambos también son de Rocafonda. Moha, que está en Lisboa acompañando a Lamine Yamal, hace tiempo que le hace de chófer y le acompaña a todas partes porque al ser menor de edad no tiene carnet de conducir. Una tarea que Moha hace con gusto, puesto que mantienen una estrecha relación.
A pesar de haberse independizado, Lamine Yamal sigue comiendo muchas comidas en La Masia, especialmente los días que hay entrenamiento. Pero con el Ramadán, la realidad de la perla azulgrana cambia este mes de marzo. En Cataluña este año se celebra desde el sábado 29 de febrero a la madrugada hasta el 30 de marzo. Un comité de observación de la luna en Arabia Saudí es el encargado de determinar cuándo comienza el mes sagrado para los musulmanes. El Ramadán se sustenta en cinco ruegos diarios. También ayunan y se abstienen de beber, fumar y mantener relaciones sexuales entre la salida y la puesta del sol. A partir de las siete de la tarde y después del quinto ruego, Lamine Yamal cena en casa de su tío Abdul, en Rocafonda, acompañado de la familia. Según ha publicado La Vanguardia no está Fátima, la abuela del futbolista, porque está de peregrinación a La Meca.
Para romper el ayuno es tradicional comida dátiles, que tienen un alto valor calórico y mucho azúcar natural y agua, emulando la tradición de Mahoma. La comida durante el Ramadán es un acto de celebración y unión familiar y con las personas de la comunidad. Se suele empezar ingiriendo alimentos líquidos, como sopas y cremas, y las mesas se llenan de platos típicos como estofados, carnes, pescados, frutas, té, café, sopas, ensaladas y dulces. Es lo que hace Lamine Yamal en casa de sus tíos, aunque este miércoles, que tiene partido ante Benfica (21 h), está exento de seguir al Ramadán como lo hace el resto de días. Como deportista de élite, la autoridad religiosa competente permite una excepción en estos casos. "Los días pre y pospartido son los más importantes. Controlar la ingesta de electrolitos y que coman mucho", dicen en el ARA desde el vestuario azulgrana.
Desde los servicios médicos del club, en colaboración con la jefa de nutrición del primer equipo, Sílvia Tremoleda, existe un seguimiento nutricional ajustado del Ramadán de Lamine Yamal para que no condicione su rendimiento. No es el primer futbolista musulmán del Barça. Entre los casos de los últimos años se encuentran Dembélé, Kessié, Ilaix Moriba y Pjanic.