Joan Laporta comparece este martes al mediodía ante los medios de comunicación para hacer balance tras cerrar el mercado de fichajes. A continuación, algunas preguntas para que el presidente ejecutivo del Barça haga gala de su gran capacidad oratoria. Sus fans ya han comprado palomitas.
Si la rueda de prensa es para hablar del mercado, ¿por qué no sale acompañado de Deco? ¿Es verdad, en este sentido, que el director deportivo se ha planteado dejar el cargo después de un verano de nuevo marcado por los equilibrios con el fair play financiero? ¿Por qué dijo en julio que el Barça podría fichar a jugadores como Nico Williams? ¿Por qué no negoció con su agente para llevarlo libre, tal y como era intención de Mateu Alemany, antes de que renovara con el Athletic Club? ¿Cuadra la ilusión que se vendió con el navarro con que después el club haya tenido que acogerse a letra pequeña para inscribir a Dani Olmo ¿con dos partidos de retraso? ¿Qué habría ocurrido con el registro del único gran fichaje del verano si Christensen no se hubiera lesionado? ¿Y qué habría hecho con el segundo año de contrato de Iñigo Martínez si Araujo no hubiera caído en la Copa América? ¿Habría sido prudente avalar de su bolsillo para inscribirse por tercer verano consecutivo? Por cierto, ¿ya ha recuperado el dinero por inscribir los Joãos?
Hablando de los portugueses, y teniendo en cuenta lo que decía sobre ellos hace pocos meses, ¿reconoce cómo un fracaso no haberles podido mantener? ¿Habla bien de la planificación deportiva que de los seis fichajes del curso pasado solo uno sobreviva a la plantilla? ¿Y que haya tenido que prescindir de Gündogan, ¿el jugador más regular de los últimos meses? ¿Flick, su gran apuesta, estaba de acuerdo?
El centrocampista alemán, por cierto, admitió públicamente que se marchaba no porque quisiera, sino en parte para ayudar "financieramente" al Barça. ¿Cómo casan estas palabras con sus mensajes triunfalistas antes del verano? ¿Qué ha pasado con Nike para que la firma del nuevo acuerdo todavía no se haya producido? ¿Se arrepiente de haber denunciado a la multinacional estadounidense en plena negociación? ¿Cómo puede que ¿el único inversor que ha encontrado para Barça Vision haga bocadillos y no NFT? ¿No habría sido más prudente llenar ese negocio de contenido antes de decir que vale 200 millones?
Laporta seguro que responderá firmemente a todo lo que le pregunten. Pero lo importante es que no confunda el optimismo con la verdad. Si no, sólo los incondicionales le creerán.