Viaje a los orígenes de Hansi Flick, el vendedor de trofeos que ahora lucha por levantarlos

Bammental (Alemania)Es bien sabido que el Barça es conocido en todo el mundo. Desde Bangladesh, Dakar o Shanghai pasando por Bammental, una remota población de poco más de 6.500 habitantes en el suroeste de Alemania, entre Fráncfort y Stuttgart. En parte, Hansi Flick es el culpable. Nacido en Mückenloch, a pocos kilómetros de distancia, el nuevo entrenador culé es el héroe local, aparte de un ciudadano más. Ha vivido en Bammental en los últimos años con su esposa, Silke, sus hijas Kathtrin y Hannah y también sus nietos. Ahora, sin embargo, se instalará en Barcelona por motivos de trabajo.

Al llegar a este pueblo de la región de Rhein-Neckar se respira serenidad y tranquilidad. La ciudad todavía duerme bajo una ligera lluvia, como viene siendo habitual. Poco a poco los vecinos y comercios se van despertando. Al llegar a la plaza de la villa nos recibe en su despacho Holger Karl, el alcalde de Bammental, que lleva horas de pie. Alejado de los focos y de las redes sociales, Karl asegura que Hansi es una persona muy cercana, familiar y admirada por el resto de vecinos. “Aquí está libre de hacer lo que quiera. Es uno más entre nosotros. Un referente”, dice el concejal, que en 2014 otorgó a Flick el título de ciudadano honorífico porque formaba parte delstaff ganador de la Copa del Mundo levantada en Brasil.

Conocido y querido a partes igual, es habitual encontrarse el entrenador alemán por las calles de Bammental, donde se instaló hace años después conocer a su mujer. Su punto de encuentro preferido es el Eis Pouli, una pequeña cafetería situada en la calle principal. Ya arraigado en la ciudad, Flick fundó en 1995 un negocio bautizado Hansi Flick Sport und Freizeit (deporte y ocio). Era una tienda de equipamiento deportivo que se convirtió poco a poco en un establecimiento de referencia en toda la región. La aventura duró 22 años, hasta que Hansi descolgó la llamada del Bayern de Múnich.

Más allá de vender zapatos o camisetas deportivas, la tienda era de facto un club social donde vecinos, familiares y amigos se reunían y ponían al día. La dedicación de Flick al fútbol profesional le obligó a mantenerse al margen del negocio, que fue sostenido por su esposa y también por jugadores del equipo de Bammental. Más de dos décadas después, cuando firmó por el Bayern para hacer de técnico, Silke hizo las maletas con él y la persiana del establecimiento tuvo que bajarse. Ahora, en el mismo local existe una tienda de productos ecológicos.

Toda una vida en Bammental

Sandhausen, Bayern de Múnic, Colonia y Victoria Bammental fueron los clubs de su corta carrera de Flick como futbolista. Colgó las botas a los 28 años a causa de las lesiones en su pueblo natal, donde también empezó a dar las primeras instrucciones desde el banquillo, llegando a compaginar el rol de jugador y técnico. Su trabajo fue impecable, llevó al equipo a la élite nacional. “Hansi ha sido el entrenador más exitoso de la historia del club, sin duda. Con él en el banquillo, llegamos a jugar en Tercera División. Cuando se fue, nosotros volvimos a bajar de categoría. Gran parte de culpa la tiene él”, cuenta con una sonrisa en la cara Karl. “Somos una parte importante de su vida, de su carrera. Al fin y al cabo, todo se remonta a Bammental”, añade Stefan Ohlheiser, director general de la entidad.

El club que le abrió sus puertas a Flick como entrenador ahora milita en la Sexta División, aunque cuenta con unas instalaciones de primera. El nuevo técnico del Barça pasó por el Hoffenheim y el Salzburgo antes de compartir banquillo con Joachim Löw en la selección. Durante su segunda etapa en el Hoffenheim, ya como director deportivo, convenció al propietario del club, junto con su fundación, para ayudar al Victoria a mejorar sus infraestructuras.

Cuenta atrás en Barcelona

El debut en el banquillo del Barça está cada vez más cerca. Esta semana el seleccionador alemán ha comenzado la pretemporada. Pero lo hará con algunos imprevistos. Las lesiones de Pedri, Araujo, De Jong y Gavi le obligarán a reajustar la plantilla durante el primer tramo, especialmente en medio del campo. Un reto más para su carrera. Un Mundial, dos Ligas, una Copa y una Champions, junto con un triplete, avalan un historial que empezó a sobresalir en las aulas, ya que en 2003 obtuvo su licencia de entrenador con el mejor resultado de la promoción.

En Alemania celebran su llegada como también lo hacen los aficionados locales, aunque con cierta añoranza, ya que no le verán tan a menudo, dicen. "Cuando recibimos la noticia nos alegramos mucho. Es curioso porque todos los equipos con los que ha triunfado comienzan con las siglas FC (Bammental, Bayern y ahora Barcelona). Esperamos que le vaya igual de bien", desea el alcalde Karl.

No hace tanto, Hansi dirigía una tienda de deportes. Pero su capacidad para entender el fútbol le llevó a vestir camisetas y levantar trofeos en vez de venderlos.