La fórmula del "creérselo y trabajar" que ya no amenaza al Barça ni al Madrid
El mal inicio de Liga y el juego del equipo alimentan la incertidumbre entre parte de la afición colchonera sobre Diego Pablo Simeone
BarcelonaCuando Diego Pablo Simeone, más conocido como el Cholo, aterrizó en el banquillo del Atlético de Madrid, el Barça de Guardiola era el vigente campeón de la Champions, José Mourinho entrenaba al Real Madrid y Artur Mas gobernaba en la Generalitat. El 23 de diciembre cumplirá catorce años desde que un argentino -ídolo durante su etapa como futbolista- sin mucha experiencia en los banquillos (solo había entrenado equipos argentinos y una breve aventura en Italia) llegara al antiguo Vicente Calderón. Más de una década después ha logrado cambiar la forma de pensar de los colchoneros e instaurar un estilo de juego que ahora está en el centro del debate de la afición. "El Cholo ya no es sagrado para muchos seguidores. El público le sigue ovacionando, pero ya no es intocable", confiesa al ARA Fran Guillén, que ha narrado partidos del Atleti en DAZN.
Los dos puntos sumados en tres jornadas sitúan ese inicio como el peor de los últimos dieciséis años. Para encontrar una situación peor es necesario remontarse a la temporada 2009-10, con Abel Resino en el banquillo. Entonces el conjunto colchonero cayó ante el Málaga (3-0) y el Barça (5-2) y empató ante el Racing de Santander (1-1). Aquel equipo, que acabaría con la destitución de Resino en la séptima jornada, no ganó ningún partido hasta el 3 de octubre (2-1 en el Zaragoza). La situación actual es distinta.
Cholo es más que un entrenador. Simeone representa los valores y la identidad del club. "Cuando llegó cambió la mentalidad de todos. Consiguió pasar de un equipo al que le costaba mucho estar entre los grandes a hacer creer a todo el mundo que era posible luchar con el Barça y el Madrid por títulos", dice Pedro Martín, ex jugador rojiblanco y actualmente en el cuerpo técnico del Reus FC Reddis. Prueba de ello es la frase que el técnico pronunció en la celebración del título de Liga del año 2014: "Si te lo crees y te lo trabajas, puedes conseguirlo".
A pesar de ser una leyenda, se encuentra ahora ante una situación delicada con un cambio de ciclo y la necesidad de transmitir su particular mensaje a los nuevos jugadores. "Los pesos pesados que quedan -Griezmann, Koke o Giménez- han perdido protagonismo y ahora se enfrenta a uno de los retos más complicados: instaurar el cholismo en las nuevas incorporaciones", admite Sergio Picos, que sigue la actualidad del club colchonero en el diario As. Ahora bien, Guillén añade que el propio Simeone reconoce que hay una época en la que lo pasó peor. "Su momento más duro, en lo personal, fue la noche de la final de Champions que perdió en Milán ante el Madrid. Nunca ha sido tan abatido ni ha tenido tantas dudas sobre si valía la pena continuar".
Una inversión incompleta
Se han realizado cambios -11 incorporaciones y 12 salidas-, pero la sensación es de una plantilla desequilibrada. "Los tres grandes males que debía solucionar el Atleti en junio, que son la falta de contundencia defensiva, la falta de desequilibrio en las bandas y la falta de instinto asesino en el área, siguen", analiza Guillén. La dirección deportiva invierte, pero la duda es si lo hace de forma correcta. "El año pasado el desembolso fue importante, pero sólo Julián Álvarez se ganó un puesto en el once. Este verano se ha fichado mucho, pero continúan las mismas carencias. La sensación es de haber pagado caro y mal", asegura Mario Alonso, periodista de La Sexta.
Un estilo de juego particular
El Cholo se caracteriza por un estilo de juego defensivo en el que la intensidad de sus futbolistas no es negociable. Durante estos años ha combinado el 4-4-2, formación actual, con una defensa de tres centrales. "Es un entrenador muy exigente al que le gustan los jugadores que son tácticamente muy disciplinados", relata al ARA Joel Robles, uno de los porteros que tenía Simeone cuando llegó al Atleti. Pedro Martín, que en ese momento combinaba el filial con el primer equipo, destaca la figura del preparador físico, el Profe Ortega. "El Cholo es una persona que siempre quiere al máximo de todo el mundo en los entrenamientos y en los partidos, hasta el último segundo. Tenía en el cuerpo técnico al Profe, un perfil muy físico, muy activo, que no paraba en ningún momento". Ambos coinciden en que la llegada de Simeone supuso un cambio en la forma de ver el fútbol, tanto dentro del vestuario como fuera. "Encontraron a la persona correcta para poner en el club donde merecía estar: entre los mejores de Europa", afirma Robles.
Todo ello da un margen de duda al Cholo, que es considerado una leyenda. Además, el técnico siempre ha cumplido con las expectativas que le han marcado. "Desde el club no se le exigen títulos, se le exigen unos objetivos", asegura Marcos Durán, que en los últimos años ha seguido la actualidad rojiblanca en Relevo. Unos objetivos que Guillén detalla: "La directiva vive feliz en el bucle de terminar en tercera posición, porque económicamente les permite sanear el club. El Cholo, en cambio, es más ambicioso".
Él será quien determine cuándo es el momento de cerrar esta aventura. "La figura de Simeone es tan importante que se ha ganado el derecho a decidirlo. Esta temporada será clave con la renovación de la plantilla. Si el equipo reacciona y conecta con el aficionado, continuará. Habrá que ver si el vestuario responde a su mensaje", dice Picos. Guillén afirma que, pese al ruido, el Cholo se ve fuerte y la directiva se lo pensará mucho antes de realizar ningún cambio. Un debate que Mario Alonso cierra con contundencia: "Simeone quiere irse ganando. Se irá cuando quiera". Este sábado (21 h), los colchoneros reciben un Villarreal en racha.