Los quebraderos de cabeza de Florentino con el nuevo (y cada día más caro) Bernabéu
El club negocia con los vecinos por el ruido desmedido de los conciertos mientras una sentencia frena el macroproyecto de aparcamientos
Madrid / BarcelonaPese a que a simple vista pueda parecer terminado, todavía queda mucho trabajo por hacer en el Santiago Bernabéu. La fachada, el terreno de juego, la gradería y la cubierta están terminados; pero están pendientes de ejecución los accesos y buena parte de toda la infraestructura interior, desde el museo hasta la zona de restauración, pasando por una lujosa terraza con vistas de 360 grados desde la parte alta del coliseo. La obra faraónica de Florentino Pérez, su gran legado como presidente del Real Madrid, ha sufrido retrasos y sobrecostes. Aunque lo que más le preocupa son los últimos problemas: una sentencia ha frenado en seco su proyecto de aparcamientos, y el club negocia con los vecinos antes de que se abra un nuevo litigio judicial que amenaza con impedir que se ahí celebren conciertos. Dos grandes piedras en el zapato.
"Algunos ahora se sorprenden, no sabían nada, pero ya hace tiempo que vamos detrás. Lo que ha pasado es que los medios nos han silenciado", denuncia Enrique Martínez, el presidente de la Asociación de Perjudicados por el Bernabéu. "Sabemos que tenemos la razón, pero otra cosa es que en el juzgado te la den", añade Dolores Flores, vicepresidenta de esta plataforma constituida con motivo de la reforma del estadio. Poco pensaba el mandatario madridista, el hombre que había convertido el palco en un gran punto de encuentro para hacer negocios al más alto nivel, que chocaría con la justicia y la oposición vecinal.
Los conciertos, bajo el punto de mira
Uno de los grandes quebraderos de cabeza para Florentino tiene que ver con los conciertos, y ataca uno de los motivos principales por los que el Bernabéu multiplicó su coste de remodelación y alcanzó una cifra cercana a los 2.000 millones, según algunas informaciones, teniendo en cuenta la reforma y los intereses de un proyecto que se fue revisando sobre la marcha y que ya fue víctima de escarnio por las deficiencias en la fachada.
Aprovechando que la pandemia obligó a jugar a puerta cerrada, el mandatario envió al equipo a Valdebebas y sacó adelante la construcción del césped retráctil. Un sistema de ingeniería que, sólo por su instalación, significaba gastar 100 millones de euros, a los que había que añadir el mantenimiento posterior. Pero una vez terminado, y después de que los primeros artistas desfilaran por el estadio, los vecinos se han quejado de un ruido ensordecedor, "totalmente insoportable", que multiplica por 10 la normativa vigente, denuncia Enrique Martínez. En los últimos días los vecinos que viven en los bloques de pisos junto al estadio se han hartado de enviar mensajes y vídeos a través de las redes sociales.
"Han autorizado cosas que saben que son completamente ilegales", dice Martínez, que se queja de que han convertido al Bernabéu en un escenario de conciertos constantes cuando "no tiene licencia para hacerlo, sólo de forma excepcional". En los dos últimos meses, el estadio ha acogido siete conciertos, ocho si se cuenta el de Manuel Carrasco programado para este viernes 29 de junio. Y sólo en julio hay otros siete contratados.
Según su testimonio, varios funcionarios de la Comunidad de Madrid, desde técnicos hasta la Policía Municipal, acudieron a los domicilios y dieron la razón a los vecinos, pero el presidente de la plataforma se quejaba de que no habían intervenido por frenar lo que los denunciantes consideran una injusticia. "Es legítimo que el Madrid haga sus negocios, como los hará el Barça cuando tenga terminado el Camp Nou, pero eso no puede ir en contra de todos los vecinos".
La plataforma ya había iniciado los trámites para llevar el caso a los tribunales, pero tanto el consistorio como el club de Florentino Pérez han decidido actuar para evitar males mayores. En una entrevista en Telemadrid, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida (PP) aclaraba que estaban "trabajando con discreción para llegar a un acuerdo y disminuir el ruido". En concreto, según avanzaba El Mundo, el Real Madrid instalaría lonas acústicas en las zonas abiertas del estadio y calcula haber resuelto el problema en los próximos seis meses. Seguirá habiendo ruido, pero menos. Y para Martínez-Almeida, eso será suficiente para que los técnicos "han validado que podrán limitar los decibelios y cumplir con los límites". Además, sostiene que del total de eventos anuales que hay en el estadio, tan sólo un porcentaje mínimo serán conciertos. "Habrá 20 grandes, como mucho".
Los aparcamientos, el otro caballo de batalla de Florentino
Pero el proyecto que está enquistado es el de los aparcamientos, firmado entre el club y el consistorio en diciembre del 2023. En este convenio, los blancos tenían derecho a construir y explotar aparcamientos junto al Bernabéu en los próximos 40 años. Las obras habrían tenido un coste de unos 90 millones de euros, pero el beneficio superaba los 450. Además, con el convenio, el club también tenía derecho a explotar económicamente la calle, por ejemplo instalando puntos de recarga para vehículos eléctricos. Y todo ello a cambio de sólo 150.000 euros anuales, que es el coste que debía pagar el Madrid al consistorio por la concesión, y el compromiso de garantizar algo más del 25% de las plazas de aparcamiento para los vecinos (pagando 100 euros al mes, claro).
Finalmente, a finales de mayo, el juzgado contencioso administrativo número 30 de Madrid dictaba sentencia a favor de la plataforma la semana que debía empezar la tala de árboles para sacar adelante las obras. La argumentación era demoledora. De entrada, que no se presentó un estudio de viabilidad económica y financiera una vez realizadas las últimas modificaciones. También destacaba que no se ha acreditado que los aparcamientos, que incluyen una conexión directa con el aparcamiento interno del Bernabéu, tengan efectivamente interés público. O que las obras supondrían tala de árboles, eliminación de zonas verdes, saturación de tráfico y aumento de la contaminación, entre otros. "La justicia anula el contrato de Almeida para el pelotazo de los macroaparcamientos del Bernabéu", decía Rita Maestre, jefe de la oposición y portavoz de Más Madrid en el ayuntamiento de la capital española.
Pero Florentino no acepta un no por respuesta. Ni tampoco Martínez-Almeida. Una semana después de hacerse pública la sentencia, el consistorio decidía presentar recurso.