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Rubiales, condenado a 10.800 euros de multa por el beso a Hermoso

Jenni Hermoso recurrirá la sentencia, que absuelve al expresidente de la RFEF del delito de coacción

Rubiales atestigua
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BarcelonaYa hay sentencia del caso Rubiales. La Audiencia Nacional ha condenado al expresidente de la Real Federación Español de Fútbol (RFEF) a 18 meses de multa por el beso a la futbolista Jenni Hermoso en la ceremonia de entrega de medallas del Mundial de fútbol femenino del 2023 que ganó la selección española en Sydney (Australia). Así, Rubiales tendrá que pagar 20 euros diarios de multa por un delito de agresión sexual que supone un total de 10.800 euros. Además, tendrá prohibido acercarse a un radio de 200 metros de Hermoso y comunicarse con ella durante un año.

Pese a que la sentencia es mínima, ya que la acusación pedía para Rubiales una pena de dos años y medio de prisión, el expresidente de la RFEF ha hecho saber a través de sus abogados que presentará recurso, ya que considera que es inocente y querrá la absolución. "Vamos a seguir luchando", decía en declaraciones a la agencia EFE. Por el momento no se ha pronunciado Jenni Hermoso, a quien Rubiales tendrá que pagarle 3.000 euros adicionales en concepto de indemnización. Aunque desde su entorno dan por hecho que también presentará un recurso.

El magistrado José Manuel Fernández, en la sentencia, a la que ha tenido acceso el ARA, considera debidamente probado que Rubiales "sujetó la cabeza de la jugadora con ambas manos, y de forma sorprendente y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora, le dio un beso en los labios". Además, el magistrado no da validez a la argumentación que dio Rubiales en el juicio por haber besado a Hermoso. "Difícilmente puede verse justificado, como pretende, por el hecho de que esta jugadora falló un penalti [en la final], porque tal hecho se ve nítidamente diluido y transformado en una mera anécdota por el éxito deportivo finalmente logrado, que dejaba sin virtualidad cualquier tristeza por el error, por lo que no había nada que consolar".

El magistrado argumenta de la siguiente manera la condena a Rubiales: "A la vista de la entidad de la agresión, un beso, que se trata de un acto esporádico del acusado, y que no requiere una especial rehabilitación del delito, debe optarse por la pena pecuniaria, que es de menos gravedad que la pena privativa de libertad. Y, como no concurren circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, procede, de conformidad con el artículo 66.6 del Código Penal que permite imponer la pena en toda su extensión, individualizándola dentro de su mitad inferior, imponer 18 meses de multa, con cuota de 20 euros al día, con responsabilidad personal subsidiaria”.

Absueltos del delito de coacciones

Por su parte, el magistrado absuelve del delito de coacciones a Rubiales y a los otros tres acusados en este procedimiento: el exseleccionador femenino Jorge Vilda, el exdirector de fútbol de la selección masculina Albert Luque y el que fue responsable de marketing de la RFEF, Rubén Rivera. "En los escritos de la acusación no se describe ningún acto de violencia ni intimidación sobre la persona de Jenni Hermoso y no debe obviarse que el derecho de defensa exige que los hechos constitutivos del tipo penal estén claramente descritos en los escritos de conclusiones provisionales de las acusaciones", dice la sentencia. A este respecto, el magistrado también considera que Hermoso "no describió ningún acto de violencia ni de intimidación realizado por ninguno de los acusados ni por terceros".

La Fiscalía de la Audiencia Nacional había solicitado una condena total de dos años y seis meses de prisión para Rubiales. Un año era por el delito de agresión sexual y el otro año y medio por las coacciones. Por este último tipo penal, la representante del ministerio público había pedido la pena de un año y seis meses para los otros tres acusados. Ahora esta sentencia del juzgado central penal podrá recurrirse ante la sala penal de la Audiencia Nacional.

Las primeras reacciones

La sentencia ha generado controversia y rápidamente han aparecido las primeras reacciones. Una de ellas, de Irene Montero, eurodiputada de Podemos que como ministra de Igualdad impulsó la ley del sólo sí es sí. Considera un éxito que la justicia reconozca un beso no consentido como una agresión sexual, algo "impensable" hace poco, pese a que antes de la nueva norma un beso no consentido con contenido sexual ya estaba recogido en el Código Penal. Sin embargo, Montero critica que la multa y la reparación sean "mínimas". También celebraba la sentencia Ana Redondo, actual ministra de Igualdad, porque refuerza la tesis de que "sin consentimiento hay agresión" y defendía que la palabra de la víctima siempre debe respetarse.

Beatriz Álvarez, presidenta de la Liga F, pedía "máximo respeto a la sentencia judicial" pero reiteraba su "apoyo a Jenni". Más contundente era la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que celebraba abiertamente que la sentencia fuese condenatoria. "Es histórica y marca un precedente en la justicia de nuestro país", dice el colectivo en un comunicado.

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