Visto para sentencia el juicio a Rubiales: éstos han sido los seis momentos clave
El caso del beso en Jenni Hermoso ha estado marcado por la figura del juez y por las contradicciones de algunos testigos

BarcelonaEl juicio al expresidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales por el beso que dio a la futbolista Jenni Hermoso durante el acto de entrega de medallas del Mundial del 2023 ha quedado visto para sentencia. Como era de esperar, se han contrapuesto dos versiones opuestas de los hechos, convirtiendo al juez Clemente Fernández-Prieto González en una figura mediática por su forma de llevar un proceso que, a veces, ha acabado con su paciencia. "Aunque parezca mentira, hemos terminado. Visto para sentencia", decía el magistrado para cerrar la última sesión del juicio. Pese a la gravedad de los hechos que se están juzgando, ninguno de los asistentes podía evitar estallar en risa.
Hermoso, contundente
El juicio comenzó con el testigo de Hermoso. La madrileña, ante la mirada del propio Rubiales, dijo: "Me estaba besando lo que en ese momento era mi cabeza, y pienso que no es algo normal". La delantera tuvo que hacer frente a las preguntas de la zaga de Rubiales, que cuestionaban su estado anímico tras el beso porque había celebrado el Mundial. "No hace falta ni que estuviera llorando en una habitación ni que me echara al suelo cuando pasó el acto para dar a entender que aquello no me gustó", replicó Hermoso a la abogada del principal acusado.
Alexia: "Jenni estaba muy abrumada"
En la tercera jornada del juicio les tocó declarar a las compañeras de equipo de Jenni Hermoso. La declaración de Alexia Putellas e Irene Paredes era importante, para ver si confirmaban la versión de los hechos de la madrileña y por el peso que tienen ambas en el fútbol femenino. Ambas lo hicieron telemáticamente sin desplazarse a Madrid. Alexia, serena y contundente, ratificó la versión de Hermoso, explicando cómo "Jenni estaba muy abrumada": "Cuando estábamos en el autobús estaba como alucinada, pero en el avión ya estaba enfadada, porque no la dejaban tranquila. Se puso a llorar de agotamiento después y".
El juez: "Me tienen agotado"
El juez de 70 años Fernández-Prieto González se ha convertido en el nuevo protagonista de este caso mediático, por su forma de llamar al orden a los abogados y testigos. El pasado martes, por ejemplo, afirmó: "Me tienen agotado. No me enteraré de lo que pasa. Daremos por terminado el día de hoy", tras la declaración del propio Rubiales. En el antiguo director de comunicación de la Federación Española de Fútbol Pablo García-Cuervo ya le abucheó de forma contundente: "Perdone, mi paciencia está llegando a un límite, aquí viene a declarar. ¡Basta con estas contestaciones! Quiero saber las cosas con claridad, no con chulería", le espetó.
Rubiales: "Me equivoqué"
En su declaración, el acusado defendió que no ha cometido ningún delito, aunque admitió que fue un error besar. El dirigente andaluz justificó el beso por la euforia del momento, y añadió: "Fue un signo de cariño a una persona que me inspiró ternura en un momento en el que, dentro de la alegría, venía aquejada por haber fallado un penalti" asignaturas". "Yo me comería a besos muchos hombres futbolistas", llegó a decir.
Un experto dudoso en lectura de labios
La defensa de Rubiales, para confirmar que habría pedido permiso a Hermoso antes de darle el beso, citó a declarar a un hombre sordomudo que hizo una lectura de los labios del expresidente de la RFEF a través de un vídeo publicado en TikTok. David Morillo, que compareció por videoconferencia acompañado de una intérprete en lengua de signos, aseguró que del análisis de los dos segundos previos al beso podía concluir que había dicho: "¿Te puedo dar un besito?" La Fiscalía sembró dudas sobre la profesionalidad del perito, que no tiene ninguna titulación ni había participado antes en ningún trabajo similar.
"Un momento de euforia incontrolable"
El juicio se cerraba con los alegatos finales. Empezaba Ángel Chavarría, abogado de Jenni Hermoso, quien dijo que la jugadora no había tenido "margen de reacción" y calificó el beso de "un atentado contra la libertad sexual de la señora Hermoso". En cambio, Olga Tubau, abogada de Rubiales, ponía en duda que ese beso en boca sea una agresión sexual: "Estamos ante un momento de alegría incontrolable". En el último día también ha intervenido el abogado de los demás acusados. La defensa de Jorge Vilda negaba cualquier coacción y llegaba a poner en duda el testimonio del hermano de Jenni Hermoso: "No digo que mienta, digo que es un exagerado". El abogado de Albert Luque dice que "no puede hablarse de coacción cuando alguien intenta hacer de mediador entre dos partes"; mientras que el de Rubén Rivera cree que se ha fabricado una "macrocausa" porque "el beso era insuficiente".