El fichaje que el Girona ha tardado medio año en convencer (ya regañadientes)
Si no hay otra negativa, Claudio Echeverri será el primer refuerzo de los gerundenses en el mercado de invierno
GeronaEl Girona espera cerrar diferentes operaciones durante el mercado de invierno que permitan dar un paso adelante y escapar de las posiciones de descenso que ocupa desde que empezó la Liga. Por ahora, no hay ninguna línea en la que Míchel Sánchez no necesite refuerzos, sea por el bajo nivel en algunas demarcaciones o por la falta de efectivos en otras. Las entradas que se produzcan además generarán la obligación de abrir la puerta de salida a algunos futbolistas. Por tanto, habrá altas pero también bajas.
Un nombre ocupa la pole position en lo que se refiere a fichajes. Se trata del argentino Claudio Echeverri, que no quiso reforzar al Girona en verano, y que tampoco lo prioriza ahora, pero parece que no tendrá más remedio. El Manchester City quería enviarlo a Catalunya hace seis meses, pero el jugador se negó en todo momento, mareado por el escaparate que le ofrecían el Roma y el Bayer Leverkusen, club con el que finalmente acabó firmando, en calidad de cedido. Pero en Alemania apenas ha tenido presencia y el préstamo se va a romper el 1 de enero, en una operación ya anunciada pese a no ser oficial.
Los problemas en ataque de los rojiblancos –con futbolistas que no han estado a la altura, como Yáser Asprilla, que podría ser el gran damnificado de ese movimiento, o Abel Ruiz– y las lesiones –en el caso de Portu, de gravedad y que le harán perder todo el curso– obligan a los gerundenses a moverse con urge. En este contexto es donde el Manchester City, definitivamente, empuja a Echeverri hacia Montilivi, pese a que el centrocampista desea volver al River Plate, el equipo de donde le fichó el City. Lo reconoció hace unos días Enzo Montepaone, su representante. "Sí, quiere ir a Argentina, pero el Manchester no le deja. Actualmente, el Girona es la opción más concreta, sin descartar a otros".
La temporada pasada los gerundenses se salvaron más por implicación que fútbol. Algo que debe volver a ser clave este curso, porque siempre se han alimentado de buenos vestuarios para cumplir sus objetivos anuales. Sorprende, pues, que el primer fichaje para sacar del pozo a los de Míchel, que durante el 2025 sólo han sumado 31 puntos de los 111 en juego, sea un futbolista que no quiere jugar en Girona. Nadie niega su talento, hablemos de otras cosas que en Montilivi quizás son más importantes.
Asprilla, Solís, o ambos
La llegada de Echeverri comportará la salida de un extracomunitario, ya que el máximo permitido son tres, y actualmente está Vitor Reis (también cedido por el City, es decir, intocable), Jhon Solís y Yáser Asprilla. Hay diferentes escenarios en torno a los dos colombianos, que podrían hacer las maletas a la vez. Solís cuenta poco y Asprilla, el fichaje más caro de la historia del club, parece haber agotado la paciencia de todos, porque no hay forma de que luzca.
La delantera no es el único sitio que el Girona espera reforzar. Lo hará obligatoriamente en la portería, porque Dominik Livakovic, que se ha negado a jugar, quiere irse. Esto abre la puerta a muchos perfiles, con el runrún que se ha instalado de fondo sobre el posible fichaje de Ter Stegen, algo casi imposible si el Barça o el alemán no perdonan la mayor parte de un salario astronómico.
Más o menos, igual ocurre con la defensa, la más goleada de la Liga, con 33 goles recibidos en 17 partidos. Encajaría firmar un jugador polivalente, preferiblemente de perfil zurdo, que pueda actuar en el eje central y también en el lateral. En el pasado han sonado efectivos como el catalán Mika Mármol, de Las Palmas, que termina contrato en junio, pero los canarios son un hueso duro de roer, en las negociaciones. El escenario idílico también incluiría reforzar el centro del campo. Pase lo que pase, al Girona se le ha vuelto trabajo.