PRIMERA DIVISIÓN

Míchel Sánchez: la historia de un amor a primera vista

El madrileño ha sido clave en el estilo y la gestión de una plantilla de Primera

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Míchel Sánchez celebrando el ascenso del Girona

GIRONA¿Cómo empiezan las verdaderas historias de amor? ¿A primera vista? ¿Se cocinan a fuego lento? No hay una ciencia exacta, porque todas las maneras son válidas mientras el amor sea sincero. En lo que coinciden es en la intensidad y la pasión de los implicados, que viven momentos mágicos en los que el mundo se para y todo parece ideal. La relación entre el Girona y Míchel es de las primeras: el suyo fue un enamoramiento repentino. Una conexión que los ha llevado a Primera once meses después del idilio. "Girona me enamora, a mí me tiene el corazón robado", decía el madrileño en un ataque de sinceridad durante el desfile que tiñó la ciudad de rojiblanco.

Sin embargo, la gracia es que sea correspondido. Afortunadamente, lo que Míchel siente por el Girona el Girona lo siente por Míchel. "En él hemos encontrado una persona que hacía años que buscábamos y que es complicado de encontrar. Desde el principio tuvimos claro que era el hombre", confesaba Pere Guardiola, accionista del club, en una entrevista a RAC1. Míchel demuestra ser especial, con gusto por el buen fútbol y una habilidad diferencial para gestionar los caracteres que hay dentro de un vestuario. El ascenso con el club gerundense es el séptimo de su trayectoria: consiguió cuatro como jugador con el Rayo y hasta hace una semana tenía dos como entrenador, con el mismo equipo madrileño y el Huesca. Por algo será.

Todavía no ha eliminado del todo su cerebro de futbolista, aquel que lo convirtió en un emblema en Vallecas, donde su madre le inculcó por activa y por pasiva que, si algún día se iba de casa, tenía que ser él quien hiciera el esfuerzo de adaptarse al lugar donde iba y no esperar que pasara lo contrario. De aquí que en su día a día predomine el catalán como si fuera una cosa habitual para alguien que no es nacido en Catalunya. Y en Montilivi, en cada partido, la grada se lo agradece cantándole "Míchel catalán". Es fantástico.

Toques de atención a la plantilla

Pero volvamos al fútbol, que nos desviamos. Amante de un estilo combinativo en el que la pelota sea protagonista, el suyo ha sido un Girona camaleónico de fases, sistemas y dibujos alternativos en las que mayoritariamente el equipo se lo ha pasado bien jugando. "Hubo un par de meses que lo hacíamos de puta madre. No había ningún rival en la categoría que hiciera un juego mejor que nuestro", admitía Samu Saiz, uno de los ejemplos de cómo usa Míchel la mano izquierda con los conflictos del día a día. Porque el caso de Samu, que desapareció de la titularidad después de un incidente en un cambio, pero que actuó con plenas garantías en la final cuando se lo necesitaba –acabaron dándose un beso–, no es el único.

Míchel ha dado toques de atención a la mayoría de los futbolistas, dejando en el banquillo en momentos puntuales al portero Juan Carlos, Arnau, Pol Lozano, Aleix Garcia o al propio Cristhian Stuani. Y, lejos de que esto se convirtiera en un incendio, ha servido para que estos jugadores no se sintieran titulares y tuvieran que ganarse nuevamente el lugar dando lo mejor de ellos mismos, lo que ha hecho aumentar la competencia interna. Y quien ha ganado ha sido el Girona. También ha sabido estudiar el crecimiento de los jóvenes, a los cuales no ha dado oportunidades porque no tuviera más remedio, sino porque creía en ellos. El ascenso también se ha conseguido por estos detalles. "No estoy las 24 horas al vestuario, pero me fijo en las comidas y en los viajes, quién está rodeado y quién va a lo suyo. Y lo detecto, porque me corresponde saberlo. Esto es información y quiero saber cómo respiran, si pasa algo, si todo va bien", decía al ARA un entrenador que se ha pasado el año haciendo malabares para verse con la familia, porque vino solo.

El papel de la inteligencia artificial

"En la jornada 12 estábamos en descenso, eh", recordó Míchel a los micrófonos de Movistar desde el césped del Heliodoro, en Tenerife. El Girona ha tenido que sudar este éxito, puesto que a principios de campeonato nadie entendía por qué las cosas no salían. Estos días, Ferran Soriano, CEO del City Football Group, ha revelado un secreto: "Hicimos un análisis técnico muy detallado. Teníamos dos dificultades, el Girona y el equipo de Nueva York. Hacemos análisis utilizando los datos, con inteligencia artificial. A veces jugamos un partido un millón de veces. Y, en el caso del Girona, fue contundente: «No toquéis nada porque irá bien». Y ha ido bien".

Renovado hasta 2024, ahora tiene la misión de estabilizar la entidad a la máxima categoría. "Y hacia Europa", decía en la celebración. "Bueno, es Stuani quien me ha dicho que se puede hacer", aclaraba, entre risas. Lo que va en serio es que hace una semana que la ciudad y el club viven en una nube.

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