Primera División

El talismán inesperado de las únicas victorias del Girona

Elinilma Pereira, la madre de Savinho, ha acompañado a los gerundenses en los dos triunfos en Montilivi

Elinilma, la madre de Savinho, en Montilivi, en el Girona-Alavés
17/11/2025
3 min

GeronaEl Girona ha tenido un talismán en la grada en las dos victorias de este curso en la Primera División, ambas en Montilivi: se trata de Elinilma Pereira, la madre de Savinho, el futbolista estrella del superGerona 2023-24 que rompió todos los récords de la historia del club gerundense y ahora en el Manchester. "Cada vez que tengo la oportunidad de acompañar al equipo, lo hago con mucho placer", explica al ARA. Elinilma se mueve discretamente por el estadio. Acompañada de amigos, llega hasta su sitio a la tribuna. Lleva una bufanda rojiblanca.

"Tenemos un sentimiento muy especial hacia el club. Lo que vivimos ese año fue precioso. Dentro y fuera del campo, nuestra vida fue perfecta. Savinho fue muy feliz aquí. Para él, fue más que un lugar para jugar al fútbol: fue donde maduró, donde se dio cuenta de que el corazón es importante, pero el talento es importante, pero el talento es importante. camino. Fue en el Girona donde se descubrió más fuerte, decidido y apasionado por lo que le acogieron y trataron muy bien y, como madre, sólo puedo estar agradecida", dice Elinilma, que es empresaria y se enamoró de la ciudad. Aunque su hijo se marchó, ella vive y se acerca a Montilivi siempre que la agenda se lo permite. "La ciudad me encanta, la gente que vive allí es muy acogedora. Se come bien, hace buen tiempo...".

Nacido en una familia trabajadora y humilde, Savinho está muy unido a los suyos. De pequeño ya asumía responsabilidades echando una mano a la granja familiar. En Brasil, cuando no pegaba patadas a un balón, ordeñaba las vacas. "La relación entre madre e hijo es un vínculo que comienza incluso antes de que se digan las palabras. Es cuidado, devoción y, sobre todo, amor incondicional. Nosotros no sólo hemos construido una relación madre-hijo, hemos construido una colaboración. Hemos caminado juntos desde el principio, afrontando retos que mucha gente ni siquiera puede imaginar. madre, sino como su fundamento, su apoyo, su hogar", confiesa Elinilma, quien habla del rol que desempeña en el desarrollo personal y futbolístico de su hijo. "Ser madre de un joven atleta es aprender a equilibrar el coraje con la protección. Él es popular, querido, seguido por mucha gente... pero yo veo más allá de eso: veo al chico. Veo al ser humano. Veo el corazón. La popularidad puede encantar, pero también puede presionar. Puede deslumbrarme, pero también puede confundirlo. Y aquí es donde confundir. crecer porque le recuerdo, cada día, los valores que realmente importan: el carácter antes del talento, la humildad antes de los aplausos y la gratitud antes de los logros".

Objetos gerundenses en el comedor

En el Girona, Savinho, en 41 partidos marcó 11 goles y repartió 10 asistencias. Los de Míchel, actualmente en zona de descenso pese a la última victoria ante el Alavés, terminaron terceros, con 81 puntos, y se clasificaron para la Liga de Campeones. Aún hoy, en su casa de Inglaterra, tiene expuestos en primera línea de comedor cuadros, camisetas y premios de su etapa en Catalunya, e interactúa a menudo con el club mediante las redes sociales, con mensajes tan contundentes como: "Te quiero, Girona".

Entonces, Pep Guardiola le reclamó, y el año pasado el brasileño en 48 partidos marcó 3 goles y dio 13 asistencias. Este curso, en 13 duelos, ha marcado 1 y ha hecho 2 pases de gol. "Está contento, le gusta formar parte del Manchester City. Vive su proceso. Tiene que ir poco a poco, todo llegará", analiza Elinilma, que destaca, con un orgullo nada disimulado, que "me ha hecho abuela. La paternidad llega sin manual, pero viene con un propósito. Antes, Savinho era sólo conquistar el mundo. Cuando llegó Zaya, mi limpia, algo cambió en su interior: su mirada cambió, su postura cambió, su manera de andar cambió.

"A Míchel le tiene mucho cariño y sigue en contacto con muchos de los compañeros de ese curso", verbaliza Elinilma, que se mantiene fiel a los gerundenses aunque ahora en los partidos toque sufrir y no vivir las fiestas mayores que provocaba su hijo. "Estoy convencida de que irá bien y el equipo saldrá adelante. No olvido lo que vivimos en Girona. Por eso vengo, por el cariño que tengo. Y porque es una manera de darles las gracias por todo lo que han hecho por nosotros", finaliza.

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