La generación dorada del waterpolo femenino, a un paso de la medalla más deseada
Estados Unidos, que las derrotó el 2012, será el último obstáculo en el camino hacia la medalla de oro
BarcelonaDurante muchos años, en los clubes catalanes las mujeres no practicaban waterpolo. De hecho, el primer partido oficial internacional no llegó hasta 1979. Muchos hombres consideraban que las mujeres no podían practicar un deporte tan duro, ya se sabe. Y ahora algunos clubes, como el CN Sabadell, destinan más recursos al femenino que al masculino, vistos los resultados. Un trabajo de años, iniciado sin muchas ayudas en los 80, que puede acabar con la primera medalla de oro olímpica. En España, exceptuando los años en los que el Alcorcón tuvo un buen equipo, el waterpolo femenino es catalán. Y una generación dorada intentará subir a lo alto del podio y quitarse la espina de la derrota de 2012 en Londres, cuando se colgaron la plata.
En las semifinales contra Hungría (8-6), la receta ha sido la de siempre. Un grupo de vallesanas y el talento de Anni Espar, una jugadora especial. Una mujer inquieta que no sabe estarse tres años en el mismo lugar, motivo por el cual ya ha pasado por Australia o Estados Unidos. Una mujer que después de ganarlo todo con el CN Sabadell, decidió ir al Mataró, para ganar la primera liga del equipo. Y la mujer que hoy ha marcado tres goles contra las húngaras. ¿Los otros goles? Todos vallesanos. De las sabadellencas Judith Forca y Maica Garcia, y de las rubinencas Bea Ortiz y Elena Ruiz. Ruiz, con 16 años, se ha hartado de marcar goles en la liga esta temporada. Y no le ha pesado la presión de un escenario olímpico. Goles vallesanos y las paradas de la portera del CN Sabadell, claro. Como siempre, las manos de la hija del barrio de Sants de Barcelona, Laura Ester, han frustrado la reacción húngara. España ganaba 5-1 antes del descanso, pero Hungría, una tierra donde el waterpolo es tradición, no se ha rendido y ha hecho sufrir al equipo entrenado por Miki Oca. El técnico, campeón olímpico en 1996 y plata en 1992, ahora podría hacer historia con un segundo oro, esta vez desde el banquillo, viendo como en la piscina estas jugadoras no tienen miedo de nada. "Nos hace creer que somos las mejores" bromea la portera Laura Ester. "Trabaja bien el aspecto psicológico, puesto que a veces tenemos rivales menos físicos que las australianas o las norteamericanas", añade.
Las rivales de la final, de hecho, serán las norteamericanas. Siempre ellas, las campeonas en 2012 y en 2016, que buscan un tercer título consecutivo después de superar a las rusas en las semifinales. En 2012 Estados Unidos ya derrotó España en la final de Londres, por 8-5, cuando una joven Anni Espar marcó dos goles. Y Jennifer Pareja, uno de los nombres históricos del waterpolo, marcó tres. Pareja, que durante 16 años marcó goles en la piscina, recuerda: "Cuando debuté había que pedir a los entrenadores de los clubes si nos querían entrenar, casi les pedíamos permiso. Teníamos entrenadores de natación que no entendían mucho del juego, los peores horarios. No fue fácil, pero ahora cada vez más mujeres quieren ser jugadoras". El primer club que se puso em serio fue el Mediterrani, así como el Sant Feliu. Después se sumó al waterpolo femenino el Sabadell, trabajando en dos direcciones. Fichar a jugadoras de fuera y potenciar el talento de casa. Judith Forca, por ejemplo, recuerda: "Fui a la escuela del club. He vivido toda la vida en el club". Desde el año 1993 la Escuela Santa Clara es un centro privado concertado único en Catalunya donde estudian los deportistas con más futuro del CN Sabadell, junto a la piscina. Tres jugadoras de la selección han pasado por aquí.
Por segunda vez en los últimos tres Juegos Olímpicos, el waterpolo femenino ya está en una final. Un premio a una generación que a pesar de empezar 15 años más tarde que las húngaras, las italianas o las griegas, y sin tener ayudas en los primeros años, ya lo ha ganado todo en el ámbito internacional. A este grupo de jugadoras, nacidas sobre todo entre Barcelona y el Vallès, solo les falta el oro. Es el último objetivo. La final, el sábado a las 9.30 h de la mañana, cuando ya sabrán si la final masculina la juega una España llena de catalanes, que se ve las caras con los serbios en las semifinales hoy viernes a las 12.50 h.