Olimpismo

Unos Juegos Olímpicos de Invierno en Arabia Saudí: la nueva apuesta del gobierno de Riad

Quiere organizar los Juegos Asiáticos de 2029 en una futura estación de esquí que forma parte de un proyecto de macrociudad futurista

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Uns Jocs de invierno en medio del Arabia Saudí, la nueva apuesta del gobierno de Riad

BarcelonaJusto cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) sigue sin saber cuál será la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno del 2030, el sector de los deportes de nieve sigue con una mezcla de incredulidad e interés las declaraciones de los portavoces del gobierno de Arabia Saudí, que quiere entrar fuerte en este campo a pesar de que el país no tiene ahora mismo ninguna pista de esquí. En una tierra donde nieva de forma muy ocasional en las cumbres de montañas y tiene alguna noche fría en el desierto, el gobierno de Riad considera que las nuevas tecnologías y la apuesta por la nieve artificial les pueden permitir ser la sede de los Juegos Asiáticos de Invierno del año 2029. Y si lo logran, valorar aspirar a traer unos Juegos Olímpicos de Invierno por primera vez a un país árabe.

El gobierno saudí, criticado por su falta de respeto a los derechos humanos y su hermetismo, se ha sumado a la política de sus rivales regionales, como Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, de usar el deporte para mejorar su imagen y reforzar su papel dentro de la política internacional. El giro de los últimos cinco años, liderado por el príncipe Mohamed bin Salman, ha llevado a los saudíes a organizar carreras de F1, aspirar a ser sede de un montón de torneos y provocar una crisis dentro del mundo del golf al crear un segundo circuito profesional que atrae a los mejores jugadores a golpe de talonario, sin olvidarnos del hecho de llevarse a casa la Supercopa española de fútbol. Ahora, los saudíes han puesto sus ojos en los deportes de invierno. De hecho, se trata de una región sin ningún tipo de tradición en deportes de este tipo. Los saudíes no habían enviado nunca a ningún deportista a una cita olímpica de invierno hasta estos últimos juegos de Pekín, cuando el esquiador Fayik Abdi participó en el supergigante aprovechando su dominio del esquí tras años viviendo en Europa.

La candidatura saudí es para organizar los Juegos Asiáticos de Invierno del 2029, una competición que no ha conseguido organizarse de forma estable desde que se hizo por primera vez en 1986 en Sapporo (Japón), ciudad que repetiría como sede en la segunda edición, en 1990. Después se ha celebrado en Harbin (China) en 1996, a Gangwon (Corea del Sur) en 1999, en Aomori (Japón) el 2003, en Changchun (China) el 2007, en Astaná (Kazajistán) en 2011 y de nuevo en Sapporo en 2017. Se trata de la versión de invierno de los Juegos Asiáticos de Verano, el evento más importante que copia el programa de los Juegos Olímpicos de Verano pero solo para los estados asiáticos. En la versión de invierno los deportes practicados son el esquí alpino, el nórdico, el biatlón, los saltos de esquí, el cúrling, el patinaje artístico, el patinaje de velocidad, el hockey sobre hielo, el snowboard y el esquí freestyle. De momento, no hay ninguna otra cita prevista de los Juegos Asiáticos de Invierno hasta el 2029, año en el que los saudíes quieren organizarlos. El Comité Olímpico Asiático decidirá si lo acepta en un congreso este octubre.

Los saudíes quieren organizar esta cita en la zona de montaña de Tabuk, cerca de la frontera con Jordania y el mar Rojo, una zona natural con cumbres de más de 3.000 metros donde nieva de vez en cuando, pero nunca con suficiente fuerza para poder tener una pista de esquí. Haría falta, pues, que la nieve fuera artificial. "Cada vez que se organiza un evento como unos Juegos en un lugar donde hace falta que todo sea nieve artificial es señal de que se hace en una zona que no es sostenible", defiende la experta en ecología Madeleine Orr, de la Universidad de Loughborough. La primera vez que la nieve artificial se usó en unos Juegos Olímpicos de Invierno fue en Lake Placid, Estados Unidos, en 1980. En los últimos juegos de China de este año la nieve artificial ya fue el 100%. "Eso obliga a gastar unas reservas de agua muy grandes", se queja Orr, mientras que el Comité Olímpico Internacional defiende su uso a pesar de que algunos atletas se quejan afirmando que la nieve artificial es algo más peligrosa que la natural a la hora de competir porque es más rápida. Según un estudio de Orr, el cambio climático provocaría que de todas las ciudades que hasta ahora han sido sedes de unos Juegos Olímpicos de Invierno solo una, Sapporo, podría tener las condiciones adecuadas para organizar unos Juegos solo con nieve natural en 2030.

El proyecto de la estación de esquí de Trojena, en Arabia Saudí.

La nueva frontera de los deportes de invierno, si quieren seguir creciendo, pues, es la nieve artificial, lo cual abre la puerta a zonas donde antes sería impensable competir, como la península arábiga. "Todas las energías serían renovables. Sería una experiencia única, donde los equipajes se traerían usando drones, con la posibilidad de visitar la zona usando la realidad virtual y con todo tipo de facilidades", explicaba a la prensa Philip Gullett, escogido para ser el futuro director de la estación de esquí de Trojena, como se bautizaría un proyecto que incluiría una villa olímpica, hoteles, una reserva natural, un centro de yoga y la creación de un lago artificial de agua natural.

El proyecto saudí, de hecho, va ligado a una de las grandes apuestas de su gobierno, Neom, una macrociudad que se quiere tener terminada antes del 2030 en la costa del mar Rojo y que tendría unas leyes propias para atraer profesionales occidentales para vivir y trabajar. Una ciudad futurista que podría llegar a costar 500.000 millones de dólares. El proyecto de Neom pretende ocupar un gran territorio donde no habría coches, con un sistema de trenes de alta velocidad que conectaría los núcleos habitados, uno de ellos una ciudad donde vivirían más de nueve millones de personas y que sería a su vez un solo gran edificio en línea recta: una macroconstrucción de 170 kilómetros de largo que no estaría acabada hasta el 2070. Sobre este proyecto futurista se ha llegado a decir que se crearía una especie de luna artificial que genera mucho debate entre los expertos. La zona de Tabuk, cercana a Neom, permitiría a los futuros ciudadanos de la ciudad una escapada para ir a esquiar.

La candidatura de los Pirineos

Esta candidatura, en caso de salir adelante, alteraría también el escenario de cara a las futuras candidaturas de Juegos Olímpicos de Invierno, puesto que el COI apuesta por reformular el modelo de citas de invierno para poder hacerlas de forma sostenible, pero abriéndose también a nuevos escenarios. Una apuesta que genera debates entre los expertos, especialmente por el uso de nieve artificial y los recursos que habría que usar, que también afecta a los Pirineos, donde nunca se han hecho unos Juegos y sin nieve artificial las pistas de esquí no podrían tener la vida que tienen ahora. La candidatura para traer unos Juegos a los Pirineos en 2030, sin embargo, topó con la falta de acuerdo político entre Catalunya y Aragón. Y ahora mismo parece improbable que en 2030 o 2034 el COI apueste por esta región.

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