Barça

Koeman pierde los papeles con el arbitraje

El entrenador se enfada y se va a media entrevista y Piqué baja de la grada para protestarle a Gil Manzano

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Ronald Koeman, protestando a Gil Manzano después del clásico

BarcelonaEl arbitraje de Gil Manzano ya era polémico antes del clásico, por cómo había ido la designación arbitral, y acabó siendo el chivo expiatorio de un Barça frustrado por haber perdido contra el eterno rival: llegó a reclamar hasta tres penaltis -el último, sobre Braitwahte, al límite del tiempo reglamentario- y explotó contra el colegiado extremeño al final del partido. Gerard Piqué bajó de la grada para protestar y Ronald Koeman dejó a medias la entrevista pospartido cuando el periodista no le daba la razón sobre la última acción dudosa.

“Una vez más, tenemos que aceptar el arbitraje, pero el penalti es clarísimo”, decía el entrenador azulgrana, que reconocía que estaba “encendido y descontento” con la actuación de Gil Manzano. “Era penal y el tiempo añadido ha sido de solo 4 minutos cuando el árbitro ha perdido 2 o 3 por sus problemas en el hombro”, añadía el técnico refiriéndose a los problemas con el intercomunicador. El neerlandés estaba tan nervioso que incluso tenía problemas para hacerse entender.

El árbitro ya había sido protagonista en la previa, puesto que Mateu Lahoz -designado por sorpresa cuando el colegiado tenía que ser o Munuera Montero o De Burgos Bengoetxea- se lesionó y el Comité Técnico de Árbitros se decantó por el extremeño Gil Manzano. El día antes Koeman defendió la honestidad de los árbitros, sin embargo, una vez acabado el partido y consumada la derrota, explotó.

No fue el único. Aparte del posible penalti de Mendy a Braithwaite -poco claro-, el Barça reclamó dos penaltis en el primer tiempo, sobre Dembélé y Lenglet. Messi también se encaró con Gil Manzano, a quién exigió que hablara “con respeto” a los azulgranas. Y Piqué, a pesar de no jugar ningún minuto, saltó como una fiera al césped una vez finalizado el partido para criticar al árbitro. El delegado azulgrana, Carles Naval, le tuvo que frenar. En el acta, el colegiado hizo constar la acción, indicando que había amonestado (enseñado tarjeta amarilla simbólica) al central azulgrana.

“¿El penalti? A mí me ha cogido justo delante. Podía silbarlo o no, pero lo que realmente me ha sorprendido es que el árbitro no lo fuera a revisar”, comentó Sergi Roberto al final.

A pesar de las declaraciones del entrenador y de los jugadores azulgranas contra Gil Manzano, el vestuario hizo autocrítica. Sobretodo Koeman, que acabó reconociendo que "no se ha perdido por el árbitro" y reconoció que en la primera parte no se habían hecho bien las cosas, "ni atacando ni defendiendo".

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