La carrera de Laporta para conseguir el aval que necesita para gobernar el Barça
El presidente electo y su junta tienen que cerrar una fianza de 124,6 millones antes de tomar posesión
BarcelonaMás de 30.000 votos en unas elecciones históricas –las segundas con más participación en el Barça– legitiman a Joan Laporta para poner en marcha su segunda etapa al frente del club azulgrana. El presidente electo, consciente de que la entidad necesita imperiosament un liderazgo intenso después de más de cuatro meses de gobierno interino, tardó pocas horas en bajar al vestuario para saludar a Ronald Koeman y a los futbolistas de la primera plantilla, a los cuales ha acompañado a París para animarlos a hacer una gesta (remontar un 1-4) contra el PSG. También se vio con Pau Gasol, el resto del equipo de baloncesto y el Barça femenino. "¡Qué ganas que teníamos de tener presidente!", repiten en las oficinas de la institución, donde la ilusión y la intriga se mezclan de cara a una reconstrucción que se impone a todos los niveles.
Casi once años después de acabar el primer mandato, Laporta vuelve a ejercer la autoridad en el Camp Nou, pero solo podrá empezar a tomar decisiones cuando deposite el aval de 124,6 millones de euros que la Liga exige a los dirigentes de asociaciones deportivas. Una cifra, correspondiente al 15% del presupuesto en curso, que el mandatario electo y su directiva todavía no ha reunido. El vencimiento para hacerlo se cierra la semana viene, cuando ya habrán pasado diez días de los comicios. En el seno de Estimem el Barça no tienen ninguna duda de que lograrán la cantidad con la aportación patrimonial de unos cuantos directivos y un acuerdo con el Banco Sabadell, emisor del aval: "No lo teníamos cerrado, pero lo cerraremos esta semana". Ahora bien, según ha podido saber el ARA, el Sabadell tiene reservas sobre la situación del club y pide un contraaval a los dirigentes para cubrirse las espaldas. Es decir, bienes que los miembros de la junta tendrían que aportar en caso de ejecución del aval.
El papel de Javier Botín
Es el punto que está ralentizando las negociaciones para estructurar la fianza que se necesita para gobernar. De momento, los dieciséis directivos tienen el aval de los socios, imprescindible para poder empezar a construir, pero todavía no el de los bancos, que es igualmente necesario. La junta no suma suficientes argumentos patrimoniales para sacar adelante el aval antes de que expire el plazo para depositarlo en la Liga. Por eso Laporta y su equipo buscan intensamente otros maneras de obtener la garantía de los famosos 124,6 millones. Una de estas, según informó El Confidencial, es pedir crédito a una financiera como JB Capital Markets, propiedad de Javier Botín, hermano de Ana Botín e hijo de Emilio Botín (Santander). Fuentes próximas al presidente electo no niegan el vínculo, pero puntualizan que Botín "solo asesora" y que será el Sabadell el encargado de asumir el grueso del aval. Otra vía es incorporar más directivos a la junta. En este sentido, el ARA ha podido confirmar que Joan Soler, que formó parte de la precandidatura de Jordi Farré, ha recibido una oferta para sumarse al equipo de Laporta a cambio de aportar ocho millones al aval. Soler es actualmente el presidente del Vilafranca, club que milita en la Tercera División.
Las negociaciones para estructurar el aval son especialmente sensibles porque durante los primeros meses de mandato Laporta, Jaume Giró y el resto de responsables de la gestión del Barça tendrán que hacer frente a una pésima herencia económica debido a la pandemia y el gasto disparado sobre todo en materia salarial. Dan por hecho que el club acabará con pérdidas –las cifran en 150 millones– por segundo ejercicio seguido, cosa que les obligará a abonar, mancomunadamente, una comisión anual al emisor del aval hasta que la institución no genere un determinado umbral de ganancias. Por eso la administración de los primeros meses es crucial, así como la necesidad de volver a un escenario con más ingresos que gastos.
En uno de los debates de la última semana de campaña, Laporta dijo que no tendría "ningún problema" en explicar cómo soportarán él y sus directivos el aval para poder gobernar, un paso que Bartomeu se saltó después de las elecciones del 2015 gracias a su condición de candidato continuista. Los otros dos aspirantes que se presentaron a los comicios del domingo tenían la estructura del aval a punto para entrar en dirigir el club. Toni Freixa, con el apoyo de Manuel Lao, expropietario de Cirsa y el hombre más rico de Catalunya, y Víctor Font, con empresarios del universo start-up catalán como Òscar Pierre (Glovo) y Luis de Vale (YouPlanet) o de la industria del entretenimiento, como María José Balañá (Grup Balañá).