Eurocopa

El milagro danés contra las urgencias históricas inglesas

El equipo de Gareth Southgate, sin bajas, se anima con la posibilidad de ganar la Eurocopa por primera vez

Gareth Southgate, seleccionador de Inglaterra, con Harry Kane
07/07/2021
3 min

BarcelonaGareth Southgate, el hombre que falló un penalti contra Alemania en 1996, cuando Inglaterra confiaba en llegar por fin a una final de la Eurocopa, se ha convertido en el gran héroe de un país, Inglaterra, cansado de ser cabeza de turco en un deporte que inventaron ellos. Cuando en 1996 los ingleses organizaron la Eurocopa en casa, pusieron de moda la frase It's coming home, soñando en ganar por fin un título, pues solo tenían el Mundial de 1966. La canción Three lions, cantada por los cómicos David Baddiel y Frank Sinner, acompañados por el grupo musical The Lightning Seeds, ponía letra al sueño inglés de poder ganar de nuevo un título en casa. Pero no pudo ser, después de caer en los penaltis contra Alemania en semifinales. Y la herida sigue abierta. La gran Inglaterra no ha llegado nunca a una final de la Eurocopa. Y ahora se anima con la posibilidad de ser finalista si derrota a los sorpresivos daneses en las semifinales (21 h / T5).

Si los ingleses solo tienen un título, el Mundial de 1966, los daneses pueden emocionarse recordando la Eurocopa que ganaron en 1992, cuando nadie daba un duro por ellos. Ese año Yugoslavia los había dejado fuera de la fase final de Suecia, pero Yugoslavia desapareció como estado y a los daneses los hicieron viajar a última hora. Y no les fue nada mal, puesto que se llevaron el título de forma sorpresiva. Fue el día más acordado de la historia de la dinamita roja, la selección de una tierra donde siempre han surgido jugadores de talento con ese carácter tan típico de los estados pequeños rodeados de vecinos grandes. Es decir, de los que disfrutan haciendo caer a gigantes.

Los daneses tampoco eran favoritos este año. Y tampoco son favoritos en la semifinal, pero el equipo escandinavo se ha levantado con carácter del golpe que supuso perder el partido inaugural contra Finlandia (0-1) el día que Christian Eriksen, su capitán, luchó para seguir vivo en el césped después de que el corazón le dejara de latir. Uniendo sacrificios con un juego ofensivo, se han plantado de nuevo en las semifinales, donde les toca enfrentarse al sueño inglés.

Con el apoyo de 60.000 personas en Wembley, Inglaterra es favorita después de volar por encima de Ucrania a los cuartos de final en un partido en el que los hombres de Southgate demostraron su dominio de las jugadas de estrategia. Sin haber encajado un solo gol en todo el torneo gracias a una defensa en la que comparten equipo futbolistas que suelen ser rivales en el derbi de Manchester, Inglaterra tiene en Harry Kane a un goleador que marca diferencias y muchas opciones en medio del campo. Southgate ya llevó a Inglaterra hasta las semifinales del último Mundial. Y ahora busca la final en un torneo que se ha convertido en la mejor ocasión en décadas de los ingleses para levantar un título. Southgate, que se ha beneficiado del buen trabajo hecho en cuanto a formación por los clubes ingleses apostando por jugadores técnicos como Mount, Jadon Sancho o Grealish, no tiene ninguna baja para este partido. "Mis jugadores están preparados, ya se han acostumbrado a jugar partidos bajo presión como este", ha dicho el técnico de los ingleses, que han ganado todo los partidos del torneo excepto el que empataron sin goles con sus vecinos los escoceses.

Los jugadores daneses celebrando su triunfo contra los checos en la Eurocopa.

Dinamarca, con Braithwaite de titular

Dinamarca, sin embargo, quiere dejar con un palmo de narices a Inglaterra. El equipo escandinavo mantendrá en Wembley, el estadio donde ya ganó en 1984 con gol de Simonsen, su sistema de cinco defensas, dos centrocampistas delante suyo y tres hombres de ataque. El retorno al once titular del delantero del Leipzig Yussuf Poulsen, que ya disputó unos minutos contra la República Checa, puede ser la novedad de Kasper Hjulmand para el duelo contra Inglaterra. El jugador del Niza Kasper Dolberg, después de marcar contra los checos, podría ser el sacrificado, puesto que el azulgrana Martin Braithwaite es intocable. Además, Mikkel Damsgaard ha ganado peso después de la baja de Eriksen, junto al talento de futbolistas como Pierre Emile Højbjerg, del Tottenham, y Thomas Delaney, del Borussia Dortmund. El técnico danés, Hjulmand, ya ha dejado claro en la previa que no quiere hablar más de 1992. Quiere centrarse en el presente. Pero sus aficionados no le hacen caso y no dejan de imaginarse que esta Dinamarca, como la de 1992, gana el título después de hacer caer a gigantes a lo largo del camino con un Schmeichel en la portería, Kasper. El hijo del portero de 1992, Peter.

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