Tenis

Paula Badosa, la tenista que nunca dejó de soñar

La ampurdanesa gana el título de Indian Wells tres años después de sufrir ansiedad y depresión

Paula Badosa
18/10/2021
4 min

BarcelonaLos días hacían cuesta arriba y pensaba que nunca llegaría al éxito. Paula Badosa sufrió a finales de 2018 ansiedad y depresión, tanta, de hecho, que le daba miedo pisar una pista de tenis, el hábitat donde se desarrollaba mejor. Tres años después de ganar Roland Garros Junior (2015) y de ser bautizada como la nueva Sharápova, la tenista ampurdanesa dejó de disfrutar con su gran pasión. La primera cosa que le pasó por la cabeza la noche del domingo al lunes, cuando hizo historia convirtiéndose en la primera catalana que levantaba el título de Indian Wells, fue ese periodo de su carrera profesional: "He pasado por instantes muy duros, pero nunca dejé de soñar y de luchar. Estos días me acordaba de ello. Tengo memoria y sé qué ha pasado, he tenido que trabajar mucho y pasar por instantes de depresión, de tratarme, me costaba mucho el tenis, pensaba que no llegaría hasta aquí".

Después de superar a la experimentada Victoria Azarenka por 7-6, 2-6 y 7-6 en una final espectacular, Badosa ascendió catorce lugares en la clasificación mundial hasta situarse decimotercera en una lista que no cambia en sus tres primeros puestos. "Cuando eres un buen jugador júnior, la gente piensa que al año siguiente estarás en el top 20 y te pone mucha presión. La gente tiene muchas expectativas y mucha prisa. Creen que con 21 años hay que ganar estos torneos y no es así. Hay niñas y jóvenes que piensan que con 17 años tienen que ser las mejores. Creo que hay que tener mucha paciencia y no crearles estas expectativas. Es la parte que no se ve del tenis profesional", asegura la tenista, de 23 años, que hizo historia en el mundo del tenis. Era la primera vez que la ampurdanesa disputaba la fase final de Indian Wells y el final no pudo ser mejor, porque se convirtió en la primera catalana y española que consigue la gloria en el desierto californiano. Solo Conchita Martínez, finalista en las ediciones del 1992 y 1996, sabía qué era jugar la final.

"Cuando gané Roland Garros Junior, mi primer año de profesional, se generaron muchas expectativas, pero no estaba preparada. Quizás tampoco tuve el entorno adecuado. Todo fue muy deprisa y era muy joven para gestionarlo. Empecé muy bien, pero llegó un momento en el que me vino un bloqueo, pensando que podía ser profesional. Tuve un miedo que no supe explicar y estuve dos meses pasándolo mal, tanto fuera de la pista como dentro de ella", analiza. El papel de Xavi Budó, que actualmente es director de deportes del FC Barcelona, fue decisivo: "Fue muy importante para mí, me lo dio todo. Me hizo ver que si perdía un partido no pasaba nada, que él seguía a mi lado. Soy competitiva, siempre quiero ganar, pero ahora cuando pierdo lo relativizo, pienso en las cosas que puedo mejorar y miro hacia adelante". Badosa hizo un cambio de hábitos muy intenso: "La manera en la que vivía el tenis quizás no era la adecuada. Había que cambiar el estilo de vida, ser más profesional en pequeños detalles como la alimentación, entrenar cada día bien... Parece fácil, pero una vez estás en la pista o tienes cosas en la cabeza que quizás no te tocaría tener, no comes tan bien, no entrenas tan bien, pasas por instantes de ansiedad, de miedo... de cosas emocionales que hacen distraerte más. La primera cosa que hicimos fue sacar todo esto fuera de mi cabeza, para que una vez dentro de la pista pudiera mostrar el tenis que tengo".

Paula Badosa besando el trofeo de Indian Wells.

"Un sueño hecho realidad"

"Ganar en Indian Wells es un sueño hecho realidad", dijo la ampurdanesa. Después de un primero set que se resolvió superada la hora de juego, se vio la igualdad entre las dos tenistas. Azarenka empezó más intensa, pero pronto Badosa le hizo frente. Hasta 15 puntos se necesitaron para resolver el segundo juego, retrato de una final que prometía y que superó las expectativas. Al final, el primer set se lo llevó la catalana en un disputado tie break, como casi cada punto hasta entonces. El segundo set es el que tuvo menos historia, con la bielorrusa pulsando el acelerador y Badosa saliendo, de vez en cuando, del partido. Se selló con un rápido 2-6.

En el set decisivo, a la hora de la verdad, la ampurdanesa, que ha tenido un 2021 sensacional, resurgió y empezó una emocionante disputa en la que cada punto se convirtió en una batalla para conseguir el preciado trofeo. Badosa empezó marcando la pauta, recuperando sensaciones, volviendo a cerrar el puño en señal de victoria, pero Azarenka le hizo frente. Y es que la bielorrusa llegó a cambiar el partido y a ponerse 4-5 cuando la catalana parecía que se había encaminado hacia el título.

Paula Badosa en acción en la final de Indian Wells.

Pero todavía quedaba un último y definitivo giro de guion. Badosa rompió el servicio de la bielorrusa, forzando el 5-5, y a partir de aquí el trofeo empezaba a brillar en sus ojos e hizo hasta seis puntos seguidos, con tie break final y todo. La catalana rubricó un final de partido fantástico: se impuso por 6-2 en el desempate decisivo y grabó su nombre con letras de oro en la historia de Indian Wells. Pero esto solo es el principio... "No estaría aquí si no fuera por mujeres como tú, gracias por inspirarme", dijo Badosa a su rival, Azarenka, que encajó con deportividad la derrota ante una joven tenista dispuesta a comerse el mundo.

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