Siempre quedan nuevos retos por afrontar, como cruzar la Antártida en bicicleta
El italiano Omar Di Felice quiere alertar sobre la emergencia climática pedaleando más de 1.500 km por la Antártida sin asistencias
Barcelona"Seguramente sin el cambio climático no podría hacerlo, quién sabe", admite el italiano Omar Di Felice cuando habla de su reto: atravesar la Antártida en bicicleta. Un reto convertido en una especie de manía que lleva años acompañando. Este noviembre vuelve, tras un primer intento que finalizó sin éxito por una suma de desgracias, en parte por el clima, en parte por la dureza, en parte porque le comunicaron malas noticias sobre la salud de un familiar. Ahora, el ultraciclista vuelve con la idea de alertar de paso sobre los peligros del cambio climático. Un proyecto que ha bautizado con el nombre de'Antártica Unlimited.
Su idea es realizar la travesía en solitario más larga hecha íntegramente en bicicleta al Polo Sur, con un total de 1.500 km, sin ningún medio de apoyo. "Se han hecho tramos en bicicleta, o quinielas mezclando esquís y las dos ruedas. Pero pedalear todo el rato, nunca", explica. Di Felice saldrá desde el Hercules Inlet, una entrada grande, estrecha y llena de hielo que forma parte del margen suroeste de la plataforma de hielo de Ronne. La idea es llegar a la base permanente del Polo Sur, donde sí habrá suministros disponibles esperándole. Y después seguirá por el glaciar Leverett, llegará al mar, girará cola y volverá al Polo Sur. Es decir, irá al Polo Sur desde la costa dos veces, lo que significa afrontar un gran desnivel, ya que el Polo Sur se encuentra a unos 3.000 metros la altitud.
Este deportista nacido en Roma ha hecho un montón de largas travesías sobre dos ruedas, como cuando rodeó el Círculo Polar Ártico en una ruta que le hizo pasar por ocho países y 4.300 km, por lugares como Groenlandia, la península rusa de Kamchatka, Laponia, Alaska, la región canadiense del Yukon o las islas Svalbard. Ahora, toca intentarlo de nuevo en el Polo Sur. La primera vez que lo intentó, nada le fue de cara. A las dificultades ambientales, no previstas, se sumaron unos graves problemas familiares que le obligaron a regresar antes de tiempo a casa. , día tras día, reencontrar el entusiasmo que me impulsó a organizar la que es, sin duda, la aventura más difícil en todos los sentidos: físico, mental, organizativo... Vuelvo a la Antártida para que un sueño tan grande merece una segunda oportunidad", afirma Omar. Llega en forma, ya que este año ha hecho una travesía en solitario por la región de Ladakh, en Cachemira. También ha llegado al campo base del Everest o ha participado en la Trans America Bike Race, la carrera de ciclismo extremo sin apoyo más larga e icónica, en la que hay que hacer 7.000 km desde la costa del Pacífico hasta el Atlántico atravesando Estados Unidos.
Nacido en Roma en 1981, Di Felice creció entre crónicas periodísticas de grandes ciclistas, como su admirado Marco Pantani, así como de novelas de aventuras. Italia es un país en el que ya suelen nacer personas destinadas a cruzar todos los mares, ya sea con un libro como Emilio Salgari, con un cómic como Hugo Pratt o físicamente, como tantos aventureros y exploradores. "Somos la tierra de Marco Polo", medio bromea. Llegó a ser ciclista profesional con el equipo Amore & Vita, un proyecto que ya no existe y que había impulsado, curiosamente, al Vaticano, por iniciativa de Juan Pablo II. Di Felice hacía realidad el sueño de ser ciclista profesional, pero una mononucleosis lo cambió todo. Se quedó sin equipo, y buscando un nuevo sitio en el mundo empezó a pedalear durante las vacaciones en espacios cada vez más complicados. Ahora es su vida. Ya que no pudo competir en el Giro de Italia como Pantani, este año ha ido como invitado para presentar su proyecto.
Sus viajes le han convertido en un ecologista militante, después ver espacios preciosos en riesgo para aumento de las temperaturas. Todo ello lo ha unido al proyecto Bike to 1.5°C, con el que Omar intenta difundir mensajes sobre la crisis climática. Así, las semanas previas a la salida se podrán seguir en el canal de YouTube del proyecto algunas retransmisiones en directo y entrevistas con investigadores que han experimentado su vida en la Antártida. "Es el proyecto más grande y ambicioso de mi vida. Debido a la importancia de la Antártida en el delicado equilibrio de nuestro planeta, nunca podría relacionarme con el sitio más inaccesible y extremo sin tener en cuenta los grandes cambios que está sufriendo precisamente a causa de la actividad humana", explica.
Su idea es empezar la aventura a mediados de noviembre, y la fecha límite para finalizarla será el 21 de enero. "Será llevar tantos días solo, sólo con un pequeño módem que permite compartir la localización con quien quiera seguir la ruta y enviar algunas fotos en baja calidad", explica. El italiano ya está en la Antártida, después de unas semanas entrenándose en Islandia, donde ha puesto a prueba el material. Al ser su segundo intento, cree que ahora llega con el material mejorado. La bicicleta será un modelo especial desarrollado por Wilier Triestina, centenaria marca italiana, específicamente en función de los requisitos del Omar para la travesía antártica.
En la bicicleta ha estampado una tabla de gráfico de la evolución de las temperaturas climáticas que pone de relieve la tendencia al calentamiento global desde 1850. También ensamblará un trineo especial necesario para transportar todo su equipo, donde llevará ropa esencial para sobrevivir a temperaturas que bajarán por debajo de los -40 °C, un equipo similar al de los alpinistas que ciman superiores de más de 8.000 metros. La tienda de campaña para dormir es de la marca Ferrino, una empresa uno de cuyos socios es el famoso alpinista Reinhold Messner, el primer hombre que midió las catorce cimas de más de 8.000 metros del mundo. Otro italiano que hizo historia y que no sabía permanecer quieto en casa. Como Di Felice.