RCD Espanyol

Las cosas que se juega el Espanyol en la última jornada más allá de la salvación

Los blanquiazules necesitan igualar el resultado del Leganés para continuar en Primera División

Joan Garcia disputará este sábado el que probablemente será su último partido en el RCDE Stadium
20/05/2025
3 min

BarcelonaEl Espanyol se jugará a todo o nada en la última jornada. Tras acumular cinco derrotas consecutivas, la última de ellas en el Sadar, los blanquiazules necesitarán igualar o mejorar el resultado que obtenga el Leganés ante el Valladolid en la visita del también descendido Las Palmas a la RCDE Stadium este sábado (18.30 h, 3Cat). A priori, un escenario propicio, si bien la gestión de la angustia será clave. Un partido a cara o cree en el que se resolverá la lucha por la salvación. Una final en la que el Espanyol se jugará buena parte de su futuro inmediato ya medio plazo.

De entrada, porque lo que ocurra este fin de semana condicionará enormemente la situación económica de la entidad. Volver a Segunda implicaría facturar aproximadamente unos 30 millones de euros menos que continuar en Primera por la caída de partidas como los derechos audiovisuales, la publicidad y los abonos. Sin embargo, el golpe económico sería aún mayor, ya que implicaría que el principal activo que tiene actualmente la plantilla, Joan Garcia, podría salir por unos 15 millones, la cláusula que tendría en Segunda, en lugar de los 25 en los que está fijada en Primera. Un importe que podría ascender a cinco millones, hasta los 30, si el lunes 26 de mayo Luis de la Fuente decide citar al joven portero de Sallent para las semifinales de la UEFA Nations League. En este último supuesto, el Espanyol tendría más margen para conseguir negociar un traspaso más provechoso.

Pero el guardameta que más para de la Liga no es el único activo que puede perder el Espanyol este verano. Su máximo goleador y actual segundo capitán, Javi Puado, aún no ha deshojado la margarita sobre su futuro. Termina contrato el 30 de junio y tiene ofertas de Primera. Las únicas opciones del Espanyol para retenerle pasan por mantenerse en la máxima categoría y ofrecerle un contrato y un proyecto a la altura. No serían los únicos que no seguirían. Más de la mitad de la plantilla actual finaliza contrato dentro de mes y medio, pero el caso más significativo es el de algunos cedidos que han mostrado un gran rendimiento y por los que sólo se podría negociar una nueva cesión o traspaso en caso de permanencia. Es el caso de Carlos Romero, Roberto Fernández, Marash Kumbulla y Urko González, a los que no faltarán ofertas para continuar en Primera.

En el banquillo, también está por decidir el futuro de Manolo González. El técnico gallego, que termina contrato este junio, quedará automáticamente renovado en caso de que el equipo españolista certifique la permanencia. Eso sí, la sintonía con la dirección deportiva es lo suficientemente buena como para que mantenga el cargo incluso en el caso de un hipotético descenso. Su predisposición a continuar en el club es total, y deportiva y económicamente sería la solución menos traumática para la entidad.

El 125 aniversario, con un presidente ausente

A nivel social e institucional el Espanyol también se juega mucho. La entidad, que en los próximos meses irá impulsando diferentes iniciativas para conmemorar el 125 aniversario, quiere evitar a toda costa celebrar esta efeméride en la categoría de plata. También sería un duro golpe para el resto de trabajadores, que han sufrido una pandemia y dos descensos en cinco años, un contexto que ha obligado a adelgazar la estructura de la entidad. Ambos descensos bajo la dirección de un Chen Yansheng que podría convertirse en primer presidente de la historia del Espanyol con tres pérdidas de categoría. De momento, de hecho, ya es el único que acumula dos. El propietario blanquiazul hace años que no se deja ver por Cornellà-El Prat. Sí lo ha hecho su hijo, Chen Chuanghuang, designado vicepresidente primero del club desde hace un año. Con él presidiendo el Palco, el Espanyol se jugará la última bala.

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