RCD Espanyol

Al Espanyol no le prueban los viernes

La suplencia de Aguado pasa factura al Carlos Tartiere en su primera derrota con Ramis

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El Espanyol sufrió en Oviedo la primera derrota con Ramis como técnico
  • FICHA TÉCNICA DEL PARTIDO
  • Oviedo: Leo Román; Lucas, David Costas (Jimmy, 41'), Luengo, Bretones; Seoane, Colombatto, Luismi (Pomares, 77'), Moyano; Masca (Sesé, 83') y Borja Bastón (Alemao, 83'). Entrenador: Luis Miguel Carrión.
  • Español: Pacheco; Omar (Óscar Gil, 46'), Calero, Cabrera, Brian Oliván; Gragera (Keita Balde, 82'), Keidi Bare (Aguado, 46'), Expósito (Salvi, 81'), Puado; Pere Milla (Jofre, 69') y Braithwaite. Entrenador: Luis Miguel Ramis.
  • Goles: 1-0 Masca (30'), Colombatto (91').
  • Árbitro: Quintero González (Comité Andaluz).
  • Tarjetas amarillas: Luismi (21'), Luengo (28'), Seoane (29'), Omar (33'), Costas (41'), Gragera (58'), Braithwaite (87'), Pomares (88') .
  • Tarjetas rojas: ninguna.
  • Estadio: Carlos Tartiere, 13.023 espectadores.

Al Espanyol no le prueban los viernes. Un triunfo en cuatro partidos. O, mejor dicho, a los blanquiazules se les están atragantando más de la mitad de los partidos que disputan entre semana: suman el 41,6% de los puntos cuando juegan entre el lunes y el viernes, y el 70% cuando los enfrentamientos son sábados o domingos. En Oviedo (2-0), la enésima muestra, Luis Miguel Ramis conoció su primera derrota al frente del banquillo españolista. Un paso atrás futbolístico que llega en plena reavivada en cuanto a resultados y sensaciones de un Espanyol que, en el peor de los escenarios, podría acabar la jornada a cuatro puntos de la zona de ascenso directo.

Si el Espanyol lleva dos meses sin ganar a domicilio, no es por el hecho de jugar fuera de los fines de semana, sino por la escasa propuesta futbolística que plantea. Un juego demasiado pobre. En Carlos Tartiere, los blanquiazules echaron de menos a un Álvaro Aguado que se ha convertido en una pieza imprescindible en medio del campo. Ramis optó por un once inicial más prudente, con Keidi Bare junto a Gragera, pero la propuesta no funcionó. El Oviedo, más intenso, le birló el balón a un Espanyol sorprendentemente blando en los duelos que se alejó bastante del equipo agresivo que había estado en las últimas jornadas. Los asturianos disfrutaron haciendo correr hacia atrás a un Espanyol que sufrió en las transiciones. Así abrieron la lata, en una transición vertical que Masca culminó con la cabeza.

Ramis, viendo que su equipo no tenía ideas ni precisión y que abusaba de los pelotazos en largo, dio entrada a Aguado en un doble cambio al descanso. La entrada del centrocampista andaluz aceleró las pulsaciones del Espanyol, que empezó a ganar metros con el balón en los pies, pero apenas amilanó a Leo Román. Las mejores ocasiones del segundo tiempo, de hecho, corrieron a cargo del Oviedo, que no tenía suficiente con la mínima ventaja y acabó rematando el partido en el tramo final.

La reacción del Espanyol llegó a medias y fue insuficiente. Los blanquiazules no supieron poner contra las cuerdas a un Oviedo que, además, se había cargado durante el primer tiempo con un buen puñado de tarjetas amarillas. Las prisas del tramo final multiplicaron el número de imprecisiones en ataque. La excesiva dependencia de los blanquiazules de Aguado, el único jugador mínimamente inspirado, facilitó el trabajo al equipo local, que le bastó con no renunciar al balón. La próxima cita, frente al Zaragoza, también será en viernes. Seguramente, con Aguado de vuelta al once. Es mejor que así sea para el Espanyol.

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