Derbi

Lamine Yamal, el niño prodigio que enamoró al Espanyol antes de fichar por el Barça

Con siete años, el flamante ganador del trofeo Kopa se decantó por el club azulgrana después de haber hecho un 'hat trick' como blanquiazul

Lamine Yamal recibió de manos de la UEFA y France Football el premio Kopa al mejor jugador joven del mundo
02/11/2024
3 min

BarcelonaCon sólo diecisiete años, Lamine Yamal ya sabe lo que es ganar una Eurocopa, marcar en un clásico en el Bernabéu, ganar el Trofeo Kopa, que le reconoce como al mejor talento joven de Europa, y estar nominado entre los diez mejores jugadores del mundo. El extremo mataronense será una de las grandes amenazas del Barça en el regreso del Espanyol a Montjuïc quince años después. Será el primer derbi que dispute con el primer equipo. Lo hará como estrella culé, pero su destino podría haber sido distinto, hasta el punto de que estuvo muy cerca de defender los colores blanquiazules. Antes de brillar en la cantera del Barça enamoró a los responsables de la cantera perica en una tarde en la que firmó un hat trick con la camiseta del Espanyol.

Hay que remontarse unos siete años atrás. En el campo de fútbol del barrio de Rocafonda de Mataró, Lamine Yamal era uno más de los niños y niñas de diferentes edades que cada tarde formaban un gran bullicio divirtiéndose con un balón. “Desde el primer momento vimos que era distinto. Desde pequeño tenía una personalidad muy seria, muy formal en el campo”, recordaba hace unos meses Inocente Díaz, Kubala, coordinador del CF La Torreta, club en el que le inscribió su madre cuando, tras divorciarse de su padre, trasladó su trabajo de Mataró a Granollers.

Ya en su segundo año en este club, empezó a jugar una categoría por encima de la que le correspondía por su edad, con niños dos años mayores que él. Enfrentarse a rivales físicamente más formados, de hecho, ha sido una constante desde entonces. “Jugar en la calle me quitó el miedo a jugar con gente mayor. Cuando tenía once o doce años y mis rivales tenían veinte”, explicó Lamine Yamal hace unos meses en una entrevista. Esa soltura que aprendió desde pequeño, por la que consigue deshacerse con talento de jugadores más fuertes, es la misma que exhibe ahora en la Liga y la Champions, cuando con sólo diecisiete años brilla ante rivales más experimentados, que en algunos casos se acercan o superan la treintena. “Cuando recibo el balón la grada grita mucho y siento como si tuviera a mi madre delante y me dijera que fuera a buscar al rival. Es una sensación increíble”, admitió el extremo hace pocos días en otra entrevista en los medios del club.

Cuando tenía sólo seis años y tenía edad de prebenjamín, la habilidad que mostraba ya hacía presagiar que tenía un talento innato. “Su padre decía que quería ofrecerle al Real Madrid”, recordaba Kubala. Pero la primera propuesta por escrito que recibió fue del Espanyol. Llegó a visitar la Ciudad Deportiva Dani Jarque y, de hecho, su irrupción maravilló a los responsables de la cantera blanquiazul presentes: entró en un partido que perdían 2-0 y lo revolucionó con tres goles. Esa actuación no pasó desapercibida por el Barça, que entró en escena pocos días después. Isidre Gil, experimentado cazatalentos del club, lanzó un aviso que llevó al conjunto azulgrana a invitarle a hacer unas pruebas que el mataronense superó.

Una tarde el coordinador del CF La Torreta, Juan Manuel Gastón, le formuló la que hasta ahora ha sido la pregunta más determinante de su carrera: “¿Qué prefieres, ir al Barça o al Espanyol?”. Con sólo siete años, y pese al trato amable recibido por la entidad perica, Lamine Yamal se decantó por el proyecto formativo y académico que le había propuesto el club azulgrana, y que implicaba vivir y estudiar en La Masia. Una decisión que marcó su destino. "Espero estar en el Barça toda mi vida y ser recordado como una leyenda en la historia del club", destacó Lamine. Un niño prodigio que pasó de enamorar al Espanyol a convertirse en uno de sus principales temores este fin de semana.

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