Ajedrez

Trampas, dinero y juguetes sexuales: el escándalo que sacude el mundo del ajedrez

El campeón Magnus Carlsen denuncia trampas del joven aspirante Hans Niemann, que admite no haber sido honesto en el pasado

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Magnus Carlsen y Hans Niemann, durante la partida de ahora hace unas semanas

BarcelonaEl tablero mundial del mundo del ajedrez se ha roto, con todas las piezas rodando por el suelo. El gran campeón noruego que ha revolucionado el juego en la última década, Magnus Carlsen, ha iniciado la guerra contra el joven norteamericano de 19 años Hans Niemann, acusándolo de hacer trampas. El ajedrez, lejos de su imagen elegante, es un deporte en el que los escándalos siempre han existido. Siempre se ha hecho trampas, con acusaciones de practicar el dopaje para poder estar más concentrados, de dar sustancias a rivales para que se encuentren mal o de utilizar nuevas tecnologías para derrotar a los rivales. De hecho, Niemann ha visto cómo se esparce el rumor, en parte por culpa de personajes como el magnate Elon Musk, de que habría derrotado a Carlsen usando un estimulador anal. Un juguete sexual introducido en el ano que, modificado, vibraba haciendo señales en código morse que servían para que Niemann supiera qué movimiento hacer. Un ayudante del joven norteamericano usaría un programa informático que decide en un segundo las jugadas que hay que hacer, haciendo llegar el mensaje en código a un jugador que se ha visto rodeado de una polémica nunca vista antes.

Niemann, un joven que se había hecho un nombre en parte en partidas de ajedrez en línea, donde él explicaba en retransmisiones en directo cómo iba haciendo los movimientos, derrotó a Carlsen por primera vez ahora hace unos meses en el torneo de San Louis, en los Estados Unidos. Fue una sorpresa, puesto que Carlsen encadenaba 49 partidas sin perder, pero, jugando con negras, Niemann lo superó. Cuando hace dos semanas los dos se reencontraron en un torneo en línea, Carlsen abandonó después de apenas dos movimientos. La partida había levantado una gran expectación y la decisión de Carlsen de retirarse cuando había movido apenas una vez sus piezas sorprendió a todo el mundo. Y eso que el torneo lo organizaba una de sus empresas, el Play Magnus Group. El escandinavo, campeón del mundo desde el año 2013, publicaría poco después un mensaje en las redes justificándose y acusando de una manera poco clara a su rival de no jugar limpio.

A sus 31 años, Carlsen es el rey del ajedrez. El hombre que ha llevado a una nueva dimensión el juego, a sabiendas de vender una imagen moderna. El Mozart del ajedrez, como es conocido, puesto que, como el compositor austríaco, fue educado por su padre desde que era un niño para ser un genio, se ha convertido en uno de los personajes más famosos en Noruega, donde aparece en la prensa rosa cada vez que tiene una nueva pareja sentimental. Carlsen ha levantado un imperio comercial y se ha ganado la fama de ser un jugador despótico que usa su fama para organizar torneos a su gusto. Los aficionados del ajedrez estaban esperando que surgiera un joven para desafiarlo, pero nadie podría esperar que este llegaría rodeado de tanto ruido. Cuando Carlsen se negó a seguir jugando con él, todo el mundo entendió que lo acusaba de hacer trampas. Para algunos, es juego sucio del noruego para defender su imperio. Otros creen que tiene razón y que el que juega sucio es Niemann.

Niemann, nacido en Estados Unidos y criado en los Países Bajos, donde pasó buena parte de su infancia, era un niño solitario que descubrió el mundo del ajedrez en línea y se convirtió en un fenómeno. Así como los e-games han convertido a jóvenes adolescentes en multimillonarios, el ajedrez también ha crecido con partidas en las que los jugadores están en su dormitorio. El éxito de Niemann le permitió saltar de las pantallas a los torneos en directo, mientras se dedicaba a hacer vídeos en YouTube como el adolescente que es. Pero más de un jugador que se enfrentaba con él dudaba. Su rendimiento era sorpresivo. El joven, de hecho, ha admitido haber hecho trampas de los 12 a los 16 años, cuando usó un programa informático para escoger qué jugadas hacer en partidas en línea, pero no ha sido hasta que ha topado con Carlsen que el caso ha llegado a una nueva dimensión. El noruego, después de abandonar la segunda partida, empezó la campaña contra el joven aspirante. Carlsen también acusó a uno de los mentores de Niemann, Maxim Dlugy, un ex jugador ruso con pasaporte de Estados Unidos que llegó a pasar por la prisión por blanquear dinero y que fue acusado hace décadas de hacer trampas por cantar a sus jugadores los movimientos que tenían que hacer.

El aocso sobre Niemann se ha intensificado esta semana, cuando la principal plataforma online de ajedrez, Chess.com, emitió un informe de 72 páginas en el que acusaba al norteamericano de hacer trampas en más de 100 partidas jugadas con ellos, algunas en torneos donde ganó dinero. La última partida en la que habría hecho trampas era una de 2020. Los administradores de la plataforma explicaron que ese año llamaron al joven para explicarle que lo habían pillado. Niemann habría admitido la culpa y fue perdonado. La primera vez que alguien es pillado haciendo trampas, recibe una segunda oportunidad. Su anterior usuario se bloquea, pero puede crear uno nuevo.

Una sanción de por vida

Ahora bien, si lo pillan una segunda vez, queda sancionado de por vida a no poder jugar más en esta plataforma. En el informe se explicaba que algunos de los movimientos clave se hacían justo cuando estaba navegando en una segunda pestaña de su navegador, un indicio de que estaba usando ayuda. La mala fama del joven norteamericano había provocado en los últimos años que grandes maestros como el ruso Yan Nepómniashchi ya pidiera explicaciones después de perder tres veces contra él, o que otros jugadores de nivel, como Fabiano Caruana, declinaran jugar contra él.

Pero el propio Caruana, analizando el triunfo de Niemann sobre Carlsen, no ve indicios de trampas. Cuando el campeón de Noruega acusa al joven norteamericano, lo hace sin aportar pruebas claras. Sobre la derrota de hace unas semanas, se ha limitado a decir que "estaba demasiado tranquilo para una partida así". Un informe elaborado por la prensa de Noruega, con la ayuda de un programa informático que calcula cuáles son las mejores jugadas que puedes hacer, sirvió para detectar algunas partidas muy importantes de Niemann en las que encadenaba 25 movimientos perfectos. Es decir, los mismos que habría escogido el programa informático. "Es casi imposible hacerlo", se quejaba el ex jugador noruego Atle Gron, convencido de que debe de hacer trampas. Niemann, que no habla, lo niega ante las autoridades. Ahora bien, los grandes maestros saben que, en estado de gracia, se puede jugar así de bien sin ayudas. "Niemann es un genio inconstante", lo ha definido Caruana, a pesar de que como no quiere jugar contra él, parece sospechar.

Las sospechas sobrevuelan al joven norteamericano, especialmente porque en los últimos 12 meses ha subido en el ranking internacional a una velocidad muy sorpresiva. Pero no aparece ninguna prueba clara que lo delate estos últimos dos años, y ni siquiera el gran experto en trampas en el ajedrez, el matemático Ken Reagan, ha encontrado ningún indicio de trampas al ser preguntado. Las especulaciones sobre cómo podría haber hecho trampas acabaron provocando los rumores sobre un vibrador anal, con las redes sociales norteamericanas esparciendo el debate. Niemann calla y no habla, a pesar de que en un mensaje que hizo llegar a su entorno habría dicho: "He aprendido de los errores del pasado".

La Federación Internacional de Ajedrez, pues, ha abierto una investigación justo ahora que llegan los campeonatos de los Estados Unidos, donde Niemann se llevará todas las miradas. El joven, irregular, es para unos un tramposo. Otros creen que Carlsen, asustado por el talento de este chico, ha puesto en marcha una campaña en su contra sin tener pruebas, para eliminarlo y seguir siendo el rey de un deporte que también es un negocio. Carlsen está organizando cada vez más torneos, presenciales o en línea, y promociona cursos y juegos de ajedrez a través de su empresa Play Magnus. Convertido en un campeón multimillonario, no parece dispuesto a querer compartir el pastel con nadie. Y sus acusaciones contra Niemann han provocado que la Federación Internacional también lo esté investigando.

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