Automoción

Alerta por el futuro de Nissan: la china GWM quiere más ayudas públicas para instalarse en Barcelona

Los trabajadores paran la producción en la Zona Franca para protestar contra el encallamiento de las negociaciones

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La fábrica de Nissan en la Zona franca.

BarcelonaLas negociaciones para que el fabricante chino de coches eléctricos Great Wall Motor sustituya a la automovilística Nissan en la planta de la Zona Franca se complican. Este miércoles por la tarde se ha llevado a cabo una reunión extraordinaria de la mesa de reindustrialización –que tiene que decidir cuál será la empresa que sustituirá a la automovilística japonesa– en donde se ha comunicado que la china tiene dudas sobre la capacidad productiva de la fábrica, después de la visita técnica que hizo hace unas semanas, teniendo en cuenta su objetivo de redimensionar su negocio en Europa.

En este sentido, argumenta que tendría que aumentar las inversiones para actualizar la actual planta y hacerla más productiva, y por eso reclama a las administraciones que incrementen las ayudas que tenían previsto destinar. La intención inicial de la compañía era invertir 200 millones de euros y fabricar cinco modelos con una producción inicial de 41.000 unidades a partir de 2023 y llegar a los 150.000 en 2025.

Horas después de la reunión, los trabajadores de Nissan han parado la producción este jueves después de que las negociaciones se hayan encallado y han celebrado una asamblea a las ocho y media de la mañana en donde los sindicatos les han explicado en qué punto están estas negociaciones. A las doce del mediodía habrá un nuevo encuentro de la plantilla para acordar un calendario de movilizaciones.

Los sindicatos reclaman que se exploren otras alternativas

La comisión de reindustrialización se ha comprometido a valorar la petición que hace la multinacional para desencallar la situación. Pero esta no es la única traba que pone la compañía. Great Wall Motor tampoco se quiere comprometer a garantizar el trabajo a toda la plantilla, unos 2.000 trabajadores. Ante esta situación, los sindicatos que forman parte de la mesa dejan claro que no esperarán a la decisión definitiva que tome la empresa china y ya han solicitado que “se exploren y se activen” de manera inmediata las diferentes alternativas con las cuales se trabaja en la mesa de reindustrialización.

Entre estas alternativas está el fabricante de motos eléctricas catalán Silence, con el cual inicialmente se está negociando para que se instale en la fábrica de Montcada i Reixac que tiene Nissan, y el hub de electromobilidad, formado por varias empresas y encabezado por la catalana QEV Technologies, que está previsto que vaya a la planta de Sant Andreu de la Barca. Pero este último candidato ya ha mostrado en más de una ocasión que prefería la planta de la Zona Franca. Además, hay una opción que la mesa decidió dejar en lista de espera: la belga Punch, especializada en componentes de la automoción.

La próxima reunión de la mesa se celebrará el 1 de diciembre y los sindicatos tienen previsto pedir "concreción" para decidir si se continúa con las actuales negociaciones o se cambia de escenario.

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