Alimentación

El 'capo' del tomate italiano, contra la producción china: "Debemos recuperar la dignidad"

El director ejecutivo de Mutti pide a Bruselas que proteja a los agricultores de su país de la competencia "desleal" asiática

El periodismo necesita más tomates
ARA
25/10/2024
3 min

BarcelonaUno de los principales capos italianos de la salsa de tomate ha comenzado una cruzada en Bruselas contra la producción más barata de la región de Xinjiang, en China. El director ejecutivo de la marca Mutti, Francesco Mutti, ha instado a las autoridades europeas a proteger a los agricultores de la competencia "desleal" de la pasta fabricada por los chinos ya restaurar la "dignidad" de la fruta roja más representativa de Italia. El empresario reclama que es necesario que la UE prohíba estas importaciones o les aplique unos aranceles mucho más elevados para salvaguardar a los campesinos del país transalpino.

"Deberíamos detener la importación de pasta de tomate de China o añadir un impuesto del 60% para que su coste no sea tan diferente a los [productos] italianos", ha manifestado Mutti en una entrevista al Financial Times desde la sede de esa compañía de 125 años. La antigua empresa familiar alcanzó unos ingresos de 665 millones de euros el pasado año. El directivo advirtió de que la industria del tomate de Italia corre el riesgo de ser invadida por la pasta hecha por empresas estatales chinas en Xinjiang, donde el comisario de derechos humanos de la ONU ha documentado abusos generalizados contra los derechos de la minoría uigur musulmana. Pekín ha negado estas acusaciones. En 2021, Estados Unidos prohibió las importaciones de este producto realizado a Xinjiang alegando sus preocupaciones sobre el trabajo forzado, pero Bruselas no ha hecho lo mismo.

Mutti critica que Bruselas esté obligando a los campesinos italianos a cumplir normas de sostenibilidad cada vez más estrictas sin protegerlos de los competidores chinos. "Debemos enseñar a nuestros agricultores a hacer un mejor cultivo, pero también debemos protegerles de la competencia desleal", dijo el responsable de la empresa, que solo utiliza tomates italianos. "En caso contrario, el resultado final no será mejorar el medio ambiente, sino trasladar nuestra producción al extranjero, donde el medio ambiente no está protegido". La organización World Processing Tomato Council calcula que China representará casi el 23% de la producción mundial de tomate de este año, más que el 18% de 2023.

Importaciones más baratas

Las importaciones baratas son una cuestión delicada en Italia, el tercer productor de tomate del mundo después de Estados Unidos y China. La pasta de tomate china cuesta la mitad que la versión italiana. En una muestra de su enfado, la pasada primavera la asociación de agricultores italianos Coldiretti envió una flotilla de pequeñas embarcaciones para protestar contra la llegada de toneladas de tomate chino al puerto de Salerno. "La competencia actual no es justa porque más del 90% de los tomates chinos se producen en la región de Xinjiang y los costes laborales son muy, muy bajos", dijo Luigi Pio Scordamaglio, director de asuntos internacionales de Coldiretti.

Hay que tener en cuenta que la ley italiana prohíbe que la pasta de tomate china se comercialice como pasada. Pero esto no significa que nadie se salte la norma. En el 2021 los Carabinieri se incautaron de 4.477 toneladas de concentrado de tomate en conserva de una destacada firma italiana que había etiquetado falsamente su mercancía como "tomates 100% italianos", a pesar de haber añadido pasta de tomate china. Coldiretti presiona para que Europa adopte normativas más estrictas sobre el etiquetado de los alimentos, para exigir la identificación del origen de los principales ingredientes de los alimentos procesados. "El objetivo es dar dignidad a los tomates", insiste Mutti.

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