El fundador de La Fageda cede el relevo de la cooperativa que creó en 1982: "Está en muy buenas manos"
Cristóbal Colón ocupará la presidencia de honor del proyecto y Sílvia Domènech será la directora general
Barcelona“Si yo hoy me muriera o tuviera que irme, el proyecto quedaría en muy buenas manos”. Cristóbal Colón llevaba más de diez años preparandose para ese momento: el relevo al frente de La Fageda, la cooperativa que fundó en 1982, un proyecto del que no sólo es el ideólogo, sino también el alma, y que ha conseguido emplear a más de 500 personas con discapacidad intelectual, enfermedades de salud mental o en riesgo de exclusión social, sin que su objetivo nunca fuera generar beneficios ni repartir dividendos.
Con 75 años, Colón ha anunciado este martes que deja la presidencia del reconocido grupo alimentario, del que a partir de ahora será el presidente de honor. El economista Josep Maria Bonmatí, hasta ahora vicepresidente del patronato de La Fageda, se convierte en el nuevo presidente, y la garrochina Sílvia Domènech, que ocupaba el cargo de directora adjunta desde 2019, continuará ahora como directora general de la cooperativa.
Psiquiatra de profesión y originario de los Monegros, Colón no soportaba que los centros para el cuidado de las enfermedades mentales –entonces llamaban manicomios– se limitaran a encerrar a los pacientes entre las mismas cuatro paredes sin ofrecerles ninguna actividad mínimamente estimulante. Por eso un día de abril de hace más de 40 años se plantó en el despacho del alcalde de Olot, Joan Sala, para pedirle un local donde montar una empresa que daría trabajo a una quincena de personas afectadas por enfermedades mentales.
De un pequeño espacio en un antiguo convento, donde empezaron a trabajar haciendo figuritas del niño Jesús, pasaron a gestionar la granja de vacas lecheras de la masía Els Casals, en el parque natural de La Fageda. La entrada de España en el mercado común europeo les obligó a reducir la venta de leche, pero decidieron empezar a producir yogures con la producción de leche sobrante y, de repente, una pequeña cooperativa garrochina sin ánimo de lucro competía con multinacionales como Danone.
Compromiso social
“A lo largo de estos 42 años, nuestro trabajo ha dado sentido a la vida de muchas personas. La suma del tiempo y los esfuerzos dedicados al proyecto han merecido la pena de una manera inmensa”, celebra Colón. El proyecto siempre ha puesto en marcha nuevas líneas de negocio con el objetivo de mantener los puestos de trabajo y generar nuevos, no de hacer más dinero. Por ejemplo, entraron en la producción de mermeladas porque los viveros de plantas forestales dejaron de tener tanta demanda y necesitaban una alternativa para conservar a los trabajadores. “Espero que no crezcamos mucho. A mí creo que crecer es un error, no es nuestra filosofía”, decía el psiquiatra en una entrevista en el ARA en el 2021, después de ganar el premio Ignasi Pujol.
Colón marcha confiado porque deja La Fageda "en muy buenas manos", tras un proceso estratégico iniciado en 2013 en el que se han ejecutado una serie de inversiones, tanto en las infraestructuras industriales como en los servicios a las personas que atienden, para asegurar el relevo en la gobernanza y la sostenibilidad a futuro del proyecto. "Me siento muy tranquilo por el compromiso y por la solvencia profesional de los patrones y directivos", ha remarcado el emprendedor social.