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Un año de la normativa 'rider': hecha la ley, hecha la trampa

Los trabajadores consideran que la regulación funciona "a medias" y reclaman más vigilancia

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Manifestación riders pasando por la calle Aragón

BarcelonaLa ley rider entró en vigor hace un año, y la valoración general es que se ha quedado a medias. Por un lado, los riders y sindicatos critican el hecho de que en algunos casos las empresas busquen nuevos métodos para eludir la contratación directa y se quejan también de la lentitud de los procesos judiciales; por otro, las empresas se quejan de los altos costes, a pesar de que aseguran que están haciendo todo lo posible para cumplir con la norma.

Después de meses de negociaciones, el ministerio de Trabajo, los sindicatos CCOO y UGT y las patronales CEOE y Cepyme consiguieron a principios de marzo del 2021 un acuerdo para sacar adelante la ley rider, que obligaba a las plataformas de reparto a domicilio como Glovo, Uber, Stuart y Deliveroo, entro otras, a dar de alta como asalariados a sus repartidores, que estaban mayoritariamente en régimen de autónomos. Una de las consecuencias fue que Deliveroo se fue de España.

La directiva, que daba tres meses de plazo a las empresas antes de aplicarla, hasta el 11 de agosto del 2021, ha sido efectiva "a medias", según explican algunos trabajadores y sindicatos. Aseguran que Glovo continúa manteniendo un 80% de su plantilla "como falsos autónomos". De hecho, la misma compañía anunció en su momento que "mantendría a la mayoría de sus repartidores como autónomos bajo un nuevo modelo" de relación.

Este nuevo modelo de Glovo, tal como explica el delegado del comité de CCOO de Glovo Market, Joaquín Andrés, se basa en subcontratar parte de los repartidores a través de una ETT, hecho que "no soluciona nada". "Lo que se busca es la contratación directa, y esta es una manera de ahorrársela", critica. Desde RidersXDerechos, Núria Soto también critica la situación actual: "Con esta ley no hay nada que celebrar, porque hasta que no se dote a Inspección de Trabajo de recursos para hacer más vigilancia no iremos a ninguna parte".

En la misma línea, el secretario de políticas sectoriales de la UGT, José Antonio Pasadas, explica al ARA que "el efecto que ha tenido la ley rider no es el que se esperaba, porque falta vigilancia de cumplimiento por parte de las empresas, sobre todo con Glovo", asegura. A su vez, según Pasadas, "hay plataformas que sí que intentan cumplir la ley, pero se encuentran con la competencia de Glovo, que es un gigante y no lo hace y continúa creando dependencia en los riders".

Glovo no ha contestado a las preguntas de este diario sobre esta cuestión.

Modelos al límite

Mientras Glovo lleva meses operando con su modelo de contratación a través de ETT, al límite de la ley, justamente este martes, dos días antes del primer aniversario de la ley, UberEats ha desafiado al ministerio de Trabajo anunciando que, siguiendo a Glovo, volverá al modelo de los autónomos "después del verano".

Este comunicado se hace público después de que hace unas semanas el Tribunal Supremo obligara a la Audiencia Nacional a juzgar la denuncia de los sindicatos CCOO y UGT de un ERE encubierto en UberEats a unos 3.000 riders. La empresa dio de baja unilateralmente a todos los repartidores autónomos que operaban con la plataforma cuando entró en vigor la nueva regulación, en agosto del año pasado.

Según ha explicado UberEats a eldiario.es, gran parte de sus trabajadores prefieren seguir como autónomos, y en estos momentos la multinacional está en una fase "piloto" para retomar un modelo de autonomía, sobre el cual todavía no da por cerrada la fecha de aplicación. “Ante la evidencia de que la mayoría de los repartidores en España quieren trabajar como autónomos, estamos explorando un nuevo modelo que les permita hacerlo a la vez que se cumple la regulación vigente. En cualquier caso, seguiremos ofreciendo la opción de trabajar con nuestras flotas colaboradoras”, que tienen contratos laborales mediante la subcontratación con terceras empresas, apuntan desde la empresa.

Preguntados por esta cuestión, los sindicatos apuntan que "este es otro de los problemas" y que "la ley rider tendría que ir ligada a una ley de inmigración, porque lo que acaba pasando es que inmigrantes que no tienen papeles ni posibilidad de conseguirlos hacen el trabajo para otro rider con cuenta a cambio de un porcentaje", explican.

Ante la misiva de UberEats, el ministerio de Trabajo no ha tardado en responder: "Seremos implacables con el desempeño de la ley y pondremos en acción todos los recursos".

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