David Martínez, el consejero misterioso del Sabadell que dirá sí al BBVA
El multimillonario mexicano desembarcó en el banco vallesano en 2013 con una inversión de 325 millones de euros
MadridDicen que el destino está lleno de casualidades y la opa hostil del BBVA sobre el Banc Sabadell no escapa. El hilo que en el 2013 abrió la puerta del banco vallesano al multimillonario David Martínez Guzmán (Monterrey, 1957), es el mismo hilo que hoy le conduce hacia la salida del accionariado del Sabadell, al menos tal y como la conocemos ahora: nada menos que el BBVA. El inversor mexicano aterrizó en el Sabadell de la mano de Jaume Guardiola cuando éste era consejero delegado del banco catalán. Pero ellos se conocían de antes. En concreto, de la época en la que Guardiola fue vicepresidente y director general de BBVA Bancomer en México. Entonces, Martínez era ya una de las grandes fortunas mexicanas y un inversor de renombre, algo que Guardiola no pasó por alto cuando años más tarde, y ya dentro del Sabadell, buscaba inversores fuertes que pudieran reforzar la solvencia del banco a través de una ampliación de capital, justo después de haber adquirido la CAM.
Aunque rehuye la prensa y las fotos y está considerado un hombre hermético y discreto –no suele asistir a actos públicos y en algunos entornos financieros se le llama el fantasma de Wall Street porque hace y deshace, pero no se le ve–, la decisión de Martínez de acudir a la opa hostil ha eclipsado a todos los titulares: supone romper la unanimidad que hasta ahora desprendía el consejo de administración del banco vallesano respecto a la posición de rechazo a la opa. El otro momento en el que Martínez también eclipsó a titulares fue en el 2021, cuando la CNMV le impuso una multa de 300.000 euros por no cumplir con el deber de información en el mercado por su participación en el Sabadell.
Sin embargo, su decisión no ha despertado demasiadas sorpresas ni dentro ni fuera del banco. "Nunca ha sido un accionista estratégico", afirmaba este martes el presidente del Sabadell, Josep Oliu, quien incluso calificaba de "curioso" el hecho de que haya estado tanto tiempo en el banco vallesano. También lo piensa una voz que coincidió en el 2013, cuando Martínez llegó al Sabadell. De hecho, el ARA ya explicó que David Martínez fue el único consejero que no secundó la decisión de no aceptar la oferta del BBVA en abril del pasado año. "Le gustan las fusiones", añadía el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, este martes. Una fuente consultada por el ARA asegura que en el 2016 Martínez era una de las personas que veía con buenos ojos la fusión del Sabadell con el Popular. En el caso de la opa hostil, a esta estrategia inversora se le suma el vínculo con México, principal mercado del BBVA.
Unos y otros coinciden en que el mexicano ha hecho aquello a lo que se ha dedicado siempre: apostar cuando las cosas no van bien, revalorizar la inversión y salir cuando la situación ha mejorado y ha podido ganar dinero suficiente. Lo ha hecho en el sector privado, pero también comprando deuda pública en Argentina o Portugal. Incluso se había planteado hacerlo en el caso griego, pero se desdijo, indican fuentes consultadas por el ARA. Es, por tanto, un inversor especulador.
325 millones
En 2013, Martínez invirtió 325 millones de euros en la ampliación de capital del Sabadell a través del fondo Fintech Advisory, un instrumento especializado en entrar en empresas que pasan por un momento delicado y salir una vez han reflotado. De la mano con él también entró Jaime Gilinski, el cuarto hombre más rico de Colombia, que puso otros 325 millones de euros. Si Jaume Guardiola fue a pescar a Martínez, con Gilinski lo hizo el propio Josep Oliu. En total, aportaron 650 millones de una ampliación de capital de cerca de 1.400 millones de euros.
El colombiano, que había llegado a ser primer accionista del Sabadell, acabó saliendo del banco catalán con cuentagotas. "Perdió dinero", asegura una fuente consultada por el ARA. Martínez, sin embargo, aguantó. También en los momentos más delicados del banco, entre los que destaca el castigo en las bolsas por la difícil integración de la hija británica TSB. Una operación que también expuso el banco vallesano en las convulsiones del Brexit. "Tiene nervios de acero", resume una fuente. Hasta que se le ha presentado "la oportunidad", en palabras del propio Martínez, del BBVA.
Durante estos años, su talante también se ha plasmado en el vínculo que ha tenido con el Sabadell. Martínez no ha destacado por tomar la palabra en los consejos de administración, tampoco ha asistido a todas las juntas generales de accionistas, a diferencia de otros consejeros, ni se ha involucrado en el día a día del banco vallesano.
Fortuna y arte
Sin embargo, al mexicano las cosas no le han ido nada mal. Quien le ha visto moverse asegura que es inteligente y tiene nariz para los negocios. En 2017, la revista Forbes situaba su fortuna en 4.000 millones de dólares.
De fuertes convicciones religiosas –incluso empezó sus estudios para ser cura–, se aproximó al mundo de los negocios y las finanzas a través de Harvard, donde ha impartido clases. Antes estudió ingeniería tecnológica en Monterrey y filosofía en Roma. Cuando terminó el máster en Harvard entró en Citigroup hasta que en 1985 creó Fintech Advisory.
Aunque su fortuna comienza con este fondo de inversión, también tiene participaciones en Telecom, una de las operadoras más importantes de Argentina, es socio del grupo de comunicación Clarín y controla parte de las compañías mexicanas Vitro y Cydsa, además del 7,8% de Televisa. Su principal afición es el arte y, de hecho, tiene una gran colección, aunque no presume de ello en público. Su vida pivota entre México, donde tiene sus raíces; Nueva York, donde además de los negocios cuenta con un piso exclusivo en el edificio Time Warner Center y por el que pagó 42 millones de dólares en 2003, y finalmente Londres.